—Eres tan hermosa —murmuro contra sus labios mientras paso mis manos por su cuerpo.

—Dime algo que no sepa —responde de la misma manera en que lo hago yo, a la vez que pasa sus manos por mi pecho descubierto.

— ¿Tan segura de sí misma está la niña? —pregunto con una leve sonrisa en mis labios.

—Digamos que el hecho de que hemos compartido más de dos meses juntos, y como te pones cuando estamos en un lugar privado me da más de una razón para creer lo que dice, ¿Estoy en lo incorrecto oficial?

Me trago el gemido que lucha por salir de mis labios al sentir su delicada mano rozando cierta parte de mi cuerpo, conecto mi frente contra su hombro al sentir esa caricia que me da a mi erección en pleno apogeo. No queriendo quedarme atrás, desplazo mis manos hasta su pecho.

— ¿Acaso consideras que eres la única que puede jugar aquí preciosa? —subo mi rostro hasta el suyo capturando sus labios entre los míos.

Ella se detiene inmediatamente para dejarse llevar por la manera en que mi lengua se enc