CROWEl hombre al que envié a llevarle la comida regresó poco después, con los hombros tensos y una expresión neutral, aunque el brillo en sus ojos delataba su incomodidad. Se detuvo frente, parecía inquieto. Aun así habló con voz baja, como si temiera mi reacción.—La chica… no quiso comer, jefe. Tiró la bandeja al suelo y dijo que no comería nuestra “maldita porquería”. También dijo que prefería que la mataran.Permanecí inmóvil por un momento, dejando que sus palabras se asentaran. Mi mirada fija en el hombre era suficiente para hacerlo sudar, pero no dije nada de inmediato. Una chispa de irritación recorrió mi mente, pero pronto fue eclipsada por otra sensación: diversión.Quella piccola diavola. (Esa pequeña diabla).Una leve sonrisa se formó en mi rostro mientras me inclinaba hacia adelante, apoyando las manos en el escritorio frente a mí.—Así que quiere jugar ese juego conmigo, —murmuré para mí mismo, lo suficientemente bajo como para que el guardia no pudiera oír claramente.
CROWNo la había visto en días. No porque no pudiera, sino porque no me daba la maldita gana. Sabía exactamente lo que estaba haciendo: dejando que se pudriera en su propia terquedad, esperando a que se quebrara por su cuenta.Quella piccola diavola era una mocosa obstinada. Y eso solo hacía todo más interesante.Cuando entré a la habitación, el hedor a encierro y piel sudorosa me recibió de inmediato. En este momento es sutil, pero está ahí. Un recordatorio de cuánto tiempo llevaba en este agujero sin ser sacada.Mis ojos recorrieron su cuerpo con detenimiento, evaluando su estado. Está más delgada. Sus muñecas, aún atadas a la cabecera de la cama, muestran las marcas de la presión de las cuerdas. Su ropa, la misma con la que llegó, está sucia, arrugada, con manchas de sudor, polvo, incluso sangre seca. Su cabello rubio está enmarañado, cayendo en mechones desordenados alrededor de su rostro, y sus labios, secos y partidos, apenas ocultan la firmeza de su mandíbula.Una pequeña sonri
CROWSuelto una pequeña exhalación, casi una risa de satisfacción, cuando comienza a darle pequeños mordiscos al trozo de pan que he mantenido en mi mano.Estoy seguro de que esta vez no actuará como el animalito salvaje que ha sido. Ella aprenderá, poco a poco, pero lo hará.—Eso pensé, —murmuro, sin apartar mis ojos de los suyos—. Ahora, piccola, vas a tomar una sabia decisión. Sé que eres una chica inteligente.Mi agarre en su cuello se afloja apenas, dándole un respiro, pero sin soltarla.—Vas a comerte toda la maldita comida que te traigan de hoy en adelante. O voy a encargarme personalmente de borrar cada puto rastro de tu familia. Y cuando termine… te dejaré viva para que seas la única Mancini que quede en pie mientras miras cómo los demás caen.El silencio es sofocante.Espero.Espero a ver cuánto más puede soportar antes de entender que, en este juego, solo hay un ganador, y ese soy yo.Y nunca he sido de los que pierden. Ni lo seré esta vez, ni nunca.[***]ANTONELLAEl desg
Hola mis queridas diablas, aquí devuelta retomando el universo Mancini. Les dejare algunas advertencias, si eres nueva leyendo esta saga y también para recordarles el contenido que estas historias tienen.Tercer libro de la saga Legado de Sangre/ Historia de Antonella Mancini.Como muchas ya saben, es una historia de mafia, es parte de una serie de libros. No recomiendo leerlos por separados o salteados, se perderían mucho de la trama, ya que están unidos.ADVETENCIA: Este libro contiene violencia, palabras explicitas y mucho sexo. Algunas palabras pueden no gustar. incluso ofender, pero no está creado con ese propósito, todo aquí es ficción y base a mi imaginación.Queda a su criterio, si desean continuar con la lectura, bienvenidas y disfruten de la lectura.+21(NO ES UNA HISTORIA ROSA)Si buscas una historia con final feliz y que te deje algún aprendizaje, este no es el lugar para ti.**Leer bajo su propio riesgo**٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭῀٭Sinopsis
El presenteMi respiración agitada no es todo lo que se escucha en el salón, el eco de los susurros de mis zapatillas de punta contra el suelo de madera marcado por incontables horas de esfuerzo y dedicación, se mezcla con la música que puse en mi reproductor móvil. Me encuentro sola en este sitio, aislada de cualquier ruido del internado, alejada de mis compañeras y esas mujeres que me observan todo el tiempo como si fueran buitres al asecho. Un encierro que detesto hasta en lo más profundo de mi ser, que sea convertido en mi santuario y calvario.El gran espejo frente a mí refleja más que mi figura; muestra esa seguridad en mí, esa determinación de luchar por lo que quiero, mis frustraciones y mis miedos lo dejo todo aquí, siempre que practico. La sala está bañada por la luz tenue que se filtra a través de las grandes ventanas empañadas por la llovizna típica de un crepúsculo londinense.A pesar de estar sola, siento la presencia de todos esos ojos puestos sobre encima de mí, sus vo
La noche está perfecta para romper reglas. La luna brilla con una intensidad que parece desafiar la oscuridad, y eso me llena de energía. No puedo quedarme quieta, mucho menos irme a dormir. Llevo desde los seis años encerrada en este internado, o como yo lo llamo, prisión. Aunque mis padres me dejan salir en ciertas temporadas para visitarlos en Italia, y mi madre viene una vez a la semana a verme, nada de eso me quita las ansias de escapar y sentirme libre, como lo es hoy.Tal vez el ballet me ayude a descargar algo de esta energía, pero ahora no está funcionando. Deseo salir, volar, buscar mi verdadero lugar, que por supuesto no es aquí. Me pongo de pie como si tuviera un resorte debajo de mí y me dirijo a mi dormitorio. Al llegar, entro de modo sigiloso, para no despertar a mi mejor amiga y compañera de dormitorio, Ginna.—¿Anto, eres tú? —dice, levantando la cabeza y frotándose los ojos para aclarar la vista por el sueño, después enciende la lámpara de la mesita de lado de su cam
Entro al lugar, es frío y sombrío, cosa que me atrae mucho. Nadie aquí sospecha quién soy; siempre que vengo traigo una sudadera con capucha para cubrirme la cabeza. ¿Quién podría ponerle atención a una chica menuda como yo? Aunque no voy a negar que ha habido uno que otro borracho que ha intentado sobrepasarse conmigo, pero yo misma los pongo en su sitio.Camino dirigiéndome a la barra, donde se encuentra la persona que vine a buscar. Veo al hombre robusto que está del otro lado del mostrador. Me detengo frente a él cuando llego allí. Él levanta la vista y, al notar mi presencia, dejando lo que está haciendo.—Otra vez tú aquí —masculla entre dientes—. Te he dicho repetidas veces que ya no te quería ver en este lugar.—Y yo te dije que no suelo obedecer a nadie —respondo, con mis ojos clavados en los suyos.El tipo se ríe bajo mientras niega con la cabeza.—No hay duda alguna, eres toda una Mancini, una diabla —asegura—. Pero no por eso voy a apostar mis bolas por un juego de niñas.
—¿Cómo demonios caí en esto? —continúa quejándose el grandullón llorón—. Si los putos rusos no me asesinan, lo hará tu padre en cuanto me vea.—Cállate, pareces un niño llorón —siseo, para que no nos oigan.—¿Qué? ¿A poco se te hace algo normal robarle a la Bratva?—Con un demonio —chasqueo—, ¿para ellos qué son, quinientos mil dólares? Nada, seguro los recuperan en unas horas con otro cargamento robaron.—Nosotros les estamos robando, ellos hasta un dólar te hacen que les pagues, y con intereses.—Nosotros no vamos a devolver nada. Aparte, no me dijiste que ese dinero era de un cargamento que le robaron a la mafia italiana. No creo que mi padre se moleste cuando sepa que le ayudé a recuperar el dinero de uno de sus cargamentos robados.—No debí haber soltado la lengua delante de ti, qué idiota fui.—¿Apenas te das cuenta de que eres un gran idiota?Siempre hago este tipo de cosas, pero ahora me estoy arriesgando a lo grande. Gente que le debe dinero a mi padre o que hace apuestas y p