El resto de la ceremonia fue realmente tranquila y al mismo tiempo agotadora, las fotografías, conversaciones con los invitados y estar en el centro de atención de todos fue cansador, por lo que Lía y Julián decidieron retirarse a su luna de miel.Se despidieron cariñosamente de todos y se subieron al vehículo debidamente decorado. Tenían el tiempo justo de ir por sus maletas y tomar el avión, sus pasajes a las Bahamas estaban comprados y el alojamiento reservado hace un mes de anticipación, Julián realmente se había esmerado para que todo fuese especial y se alegraba por ello, debía reconocer que el gesto de Lía respectos a los anillos lo había sorprendido y emocionado absolutamente, era justo lo que amaba de ella, su sencillez, la humildad de su corazón pero al mismo tiempo la claridad de sus convicciones.Al subir al avión Lía estaba un poco nerviosa, se consolaba internamente recordandose qué Julián iría a su lado, era la primera vez que viajaba en avión y estaba asustada, necesita
Lía se interpuso como pudo entre esos dos gigantes y justo cuando dió un enorme grito, ambos abrieron unos grandes ojos y se quedaron mirándola sorprendidos. - QUÉ ES LO QUE LES PASA!! ACASO SON ANIMALES!! ESTOY PINTADA AQUI ACASO!! - dijo Lía girando para luego dirigir su mirada a Cristian - y tu, no me conoces, no soy una pobre damicela en apuros qué necesito que me rescaten!! Se defenderme perfectamente sola, no te creas que porque estaba asustada en el avion, cualquiera puede venir a lastimarme, te repito, no me conoces un carajo!! - espeto mientras Cristian tragaba saliva varias veces y retrocedía unos pasos.- y tu Julián, puedes ser mi esposo, pero ten en claro esto, NO SOY UNA MALDITA COSA!! que puedes venir a reclamar como tuya - dijo mientras Julián soltaba sus puños y Comenzaba a calmarse obligadamente.Cuando Lía voltió a ver a Cristian, este ya había tomado su maleta y se retiraba sin mirar atrás.Lia tomó sus maletas y se fue sola al hotel, deseaba conocer la ciudad y
- ¿tres horas mirándole la cara a este imbécil? - pensó Julián, con un gesto de molestia evidente.Se dispuso a caminar y jamás se distanció de Lía, observando en todo momento que entre ellos no ubiese contacto visual que fuese inusual, lo que lía notó de inmediato, avanzando más de prisa y dejando a Julián atrás con sus celos sin sentido. El tiempo parecía eterno y caminaban sin llegar a ningún lugar específico, eran más y más árboles rodeados de un bosque denso, sin duda, cualquier inexperto se perdería de inmediato. Cristian avanzada confiado, su estado físico era evidente pero Lía internamente se sentía confundida, no comprendía la profesión de Cristian, en el avión le dio la impresión que se dedican a otra área, con un computador tan ejecutivo, donde se vean balances e informes cuantitativos que daban a entender que se dedicaba mas bien al ámbito empresarial, jamás lo ubiese imaginado como guía de turismo, no por desmerecer esa área, sino más bien porque no encaja con el perfil
Cristian ató la cuerda con la cual había bajado hasta el pozo y comenzó a atar a Ana desde la cintura. Hizo un nudo especial y seguro mientras los demas sujetaba la cuerda con fuerza, atrayendola lentamente para sacarla del pozo, mientras ella se quejaba de dolor por la incomodidad de la cuerda y por el dolor de su pierna. Su salida pareció eterna, todo el grupo parecían no tener la fuerza suficiente de sacarla de allí, pero sin rendirse y de manera organizada, tiraron con fuerza hasta alcanzarla y ponerla suavemente sobre una manta en el suelo.Estaba relamente oscuro y Cristian no lograba divisarse, trataba de comunicarse con el grupo pero parecían no escucharle, por unos segundos sintió desesperación. De pronto, llego hasta su lado la misma cuerda con la que ató a Ana, era su momento, debía atarse y salir de alli, pero el grupo estaba agotado y después de sacar a Ana no lograban subir a Cristian ni un centímetro del pozo.Decidieron dejarlo caer lo poco que habían logrado levanta
Decidieron ir al centro comercial, Lía desiaba ver algo de lencería y para Julian entrar a una tienda así, era su mayor distracción, se perdía mirando la lencería e imaginando a Lia en ella, sin ningun pudor, realizando comentarios a todo pulmón, lo que a Lía le divertía, soltando fuertes carcajadas dentro del lugar. Las mujeres que entraban a la tienda y veían a Julián así, decidían retirarse, se sentían avergonzadas de ver lencería delante de un hombre que comentaba cada conjunto con demasiada confianza.- Lía! Mira! Este si que si! Imagino tus pompas aquí.. Espera.. Talves necesites una talla más grande - dijo mirándola de manera burlona mientras Lía se reía con fuerza y le daba un puñetazo en el hombro. Estaban empezando a disfrutar este tiempo juntos y así fue por largas horas, viendo varias tiendas y comprando regalos para sus amistades.Había una tienda que a Lía le llamó la atención de inmediato, era un lugar donde vendían utencilios y adornos de hogar, habían tantas opciones y
De pronto, la niña apuntó hacia una casa, parecía sin moradores pero al acercarse, se veía levemente la luz de una vela encendida en una de las habitaciones. Era un casa antigua, con madera oscura debido al paso de los años, tenía varias ramas sobre el techo y algunas tablas encima que al parecer buscaban evitar goteras al llover. Lía conocía perfectamente esos arreglos temporales en donde no se tiene el dinero suficiente para una reparación real.La niña se bajó emocionada, luego se despidió de Lía y Julián e ingresó corriendo a casa con las cosas que Lía había pagado y también otras como alimentos y agua, que habian sumado en cuanto vieron que la niña tenía hambre.Se quedaron unos minutos en la entrada, deseaban ver que pasaba adentro, con quien vivía la niña y se preguntaban por que había querido robar ese pequeño adorno en la tienda.A solo unos segundos de ese diálogo de interrogantes entre ambos, se escuchaba una voz de una niña cantar cumpleaños feliz, con una voz dulce y rela
Se despertaron temprano, prepararon giardafin en una gran bolsa todas las compras esperando no olvidar nada y salieron a casa de Inés.La pequeña tenía unos ojos cristalinos de emoción, mirando atentantemente desde su ventana, no podía creer que podría participar en la actividsd de la Escuela y que su abuela podría acompañarla. Imaginaba que su disfraz era de segunda mano, pero eso no era importante para ella, jamás había participado en algo con su abuela, debido a que no podía trasladarla por grandes distancias en silla de ruedas, por lo que siempre optaba por esperar a ines en casa, lo que ocasionaba que se sintiera relamente sola en las actividades escolares, donde todos los niños llegaban con sus padres, especialmente el día de la familia, se mostraban inquietos y emocionados, mostrandoles su puesto, sus compañeros, su sala de clases, mientras Inés permanecía en silencio en un rincón, respondiendo constantemente que no, que nadie venía con ella. Pero esta vez sería distinto, este
Lía tragó saliva varias veces mientras la mirada fija y penetrante de Inés estaba sobre ella.No entendía nada acerca de su historia, no sabía dónde estaba sus padres y porque decidió consultarle eso a una persona que conocía hace dos días, pero una coda sabía, no podía seguir guardando silencio, necesitaba responder su interrogante.- Si tu lo quieres, puedo serlo - dijo lía mientras la niña corrió a sus brazos y lloró con fuerza. Como derramando en esas lágrimas todo el dolor de su alma..La abuelita Teresa observó la escena con detalle, se secó las lágrimas un par de veces y le regaló una sonrisa agradecía, luego se le acercó y le dijo al oído - por favor, no le falles, no resistiría otro abandono - dijo con un postura de angustia, lo que generó el Lía un pesar profundo, como aquellas veces en donde deseaba ser protegida por alguien, pero sus padres no tenían la capacidad para hacerlo, debiendo aprender a defenderse y enfrentar la vida sola, amor no le faltó, pero sentír que podía