ARYA

Vuelvo a mi puesto de trabajo concentrando me en lo que debo hacer, hay nuevos proyectos en los quiero meterle  todos mis conocimientos y aportar a la empresa, pero me veo interrumpida por el porte masculino que desde que lo vi me tiene húmeda, en las noches fantaseo con el y últimamente no puedo sacarlo de la cabeza.

—Arya buenas tardes—es París, a diferencia de Novak este hombre me pone muy nerviosa —necesito hablar contigo tienes tiempo. 

—Si claro Paris —sudo como cerdo cuando sus ojos azules chocan con los míos, no me levanto de mi asiento porque si lo hago me derrumbo —en que puedo ayudarte. 

—Supe que le pegaste a Cruella —que vergüenza, no soy capaz de verle a los ojos —puedo saber por qué. 

Como se dio cuenta de eso, supongo que Ava le conto, son muy amigos.

—Con todo respeto París pero