Gimo con el pecho subirme y bajarme al sentir el calor que envuelve mi polla cuando se lo mete a la boca, sabe lo que hace al pasar la lengua por todo el tronco que alberga venas que se hinchan con su simple contacto, me mira mientras me tiene atrapado pasando la lengua por la cabeza que gotea debido a mi extrema excitación.

—¿Rico?—pregunto acariciando su cabello

—Si—responde con un mimo que me prende—muy rico.

Es tan… «maldita sea» parece una niña prendida de su paleta preferida, no se si lo hace a propósito, o es genuino su comportamiento de niña inexperta con rostro angelical el cual hace las cosas así, como le nace, como lo siente y lo expresa de una forma que siendo sincero me cuesta entender descontrolándome la existencia.

Desplaza su lengua a las bolas cargadas mientras me masturba con habilidad que me endurece la mandíbula, debo controlarme po