DRACCO MSDONALDS

Toca al siguiente que me devuelve con un zurdazo y este toca al otro hasta conseguir meter a tres al rin donde sus ataques son repetitivos y mientras bloqueo su gancho derecho, el segundo se me viene con todo acertando un golpe en el rostro que me desorienta. Retrocedo dándome un espacio para reponerme y conecto mi surda en su pecho que lo obliga a retroceder. Consigo poder atacar uno a uno pero me veo sorprendido con una tacleada que me lleva al piso donde aprovechan para patearme.

Me sacan el aire, escupo sangre y con mi pómulo reventado me hago bolita tratando de protegerme mientras dos me golpean sin contemplaciones. Hijos de puta, no me dan espacio para atacar, los tres al mismo tiempo me tienen acorralado contra las cuerdas y gruño al sentir que una costilla se me ha roto.

Esta bien, aguanto porque nunca le he tenido miedo a la oscuridad porque los monstruos habitan en todas partes.

En medio del disturbio evoco su voz, no se explicarme, me cuesta hacerlo pero fu