AVA LAWLESS

—Ustedes dos tienen graves problemas que deben resolver—asiento—sobre todo cuando mueren el uno por el otro—me desconcierta—soy hombre, soy viejo y la experiencia me da la potestad para decirle que ambos mueren por estar juntos, pero esta guerra de egos los va a llevar a la destrucción, seré el juez para el señor Dracco en su juicio y aunque mi hija me pidió ayuda para hundirlo, no soy corrupto y nunca lo he sido.

Habla y siento más vergüenza aun.

—La vida es tan corta niña—me dice—míreme a mí, hace dos días tenía 25 y ahora tengo 63 años.

—No se los veo por ningún lado.

Sonríe.

—Que tenga buena tarde señorita Wilson.

—Ava Lauless—lo corrijo—mi marido murió para mí.

Aclaro saliendo de su despacho, Kaili sigue esperando y busco el baño donde abro el grifo, mojo mis manos y mi cuello ya que ardo de la rabia. Contaba con este imprevisto pero sinceramente no pensé que tuviera pruebas.

—¿Debes estar feliz?—aparece a mi derecha y vuelvo mi vista al espejo nerviosa—ya no somos na