ARYA LAWLESS

Por el rabillo del ojo capto su insistencia que me pone nerviosa. Me remuevo incomoda cuando se levanta y acota la distancia parándose a mi lado con las manos en los bolsillos.

—¿A que estas jugando Arya?

—No se de lo que hablas y es mejor que te alejes de mi lado, tu novia puede regresar en cualquier momento.

Su sombra me cubre, mi deseo se despierta y mi boca se vuelve agua cuando su perfume azota algo adentro. Quiero permanecer indiferente pero mi cuerpo me traiciona evocando la cabaña, sus palabras, nuestra noche, esa noche, sus besos, caricias y la forma tan descomunal como me hizo sentir cuando fue mi primera vez.

Todo lo registra la boca de mi estoma debilitándome pese a querer con todas mis fuerzas resistirme a la tentación.

—Necesitamos hablar y lo único que has hecho es evitarme, ¿tanto miedo me tiene?

—No seas imbécil que miedo no te tengo, además niño, no tenemos nada de que hablar.

—Evadirme solo me demuestra el miedo que tienes, no pensé que fueras una cobar