—Yo... Eh... No te escuché llegar, Nick. —dije recogiendo la ropa del suelo con vergüenza.
Randy y Nick se vieron y luego le vieron a mí.
—Yo iré a ayudarle a Dayana. —dijo Randy llendoce.
—¿Ustedes son... Homosexuales? —le pregunté a Nick una vez que Randy se había ido.
—Pues sí... Pensé que ya lo sabías. ¿No se me nota?
—La verdad no mucho.
—¿Te molesta?
—¿Que seas homosexual? —sonreí tranquila —claro que no, solo que me sorprendió un poco. A ninguno de los dos se les nota. Me alegro por ustedes, enserio.
—Gracias —sonrió —y gracias al cielo que no seas una inmadura como otras personas.
—¿Te atacan mucho?
—A diario. —rodó los ojos. —aunque sinceramente no me gusta hablar mucho de eso.
—Tranquilo, no pensaba preguntarte más.
Sonrió —¿Quieres que te ayude?
—No te
...Fruncí el ceño al escuchar a papá decir eso, bajé las escaleras nuevamente y me acerqué.—¿De qué hablan? —les dije viéndolos con los brazos cruzados —¿Qué no podemos saber?—Nina... Yo no he estado bien últimamente, Diané quiere que vaya a terapia un mes y luego regrese con ustedes —dijo papá con una mirada triste —pero no lo quiero hacer... Digo que no quiero dejarlas solas.Pensé un momento —Si lo necesitas, hazlo, estaremos bien. —sonreí —ya no quiero pelear contigo. Perdoname por todo papá, no he tomado tu estabilidad emocional con la importancia que amerita, perdoname. —dije mientras me acercaba y me ponía de cuclillas frente a él.Él se levantó del sillón e hizo que me levantara también —Hija, yo no tengo nada que perdonarte, ambos nos equivocamos, seamos felices ahora ¿Sí? —me abrazó.—¿Tambien puedo? —dijo mamá uniéndose al abrazo.—¡Lo sabía! ¡Siempre lo supe! —grit
Bajé rápidamente hacia el estacionamiento de la universidad, cuando llegué comenzé a buscar con la vista a Nick, estaba altamente preocupada, ¿Por qué me llamó a mí y no a alguien más?¿Qué era no que sucedía?—¡Nina! —escuché a Dayana gritar.—¿Qué haces aquí? —le pregunté mientras ella se acercaba hacia mí muy preocupada.—No, ¿Tú qué haces aquí? Saliste corriendo como loca, hasta dejaste tu mochila, toma. —me la dió —¿Qué sucedió?—Nick me dijo que estaba aquí, que viniera rápido. —dije mientras mordía mis uñas con nerviosismo.—¿Nick? No entiendo nada. Explícate mejor.—Nina, has
Busqué a mamá y Caroline por todos lados. Después de una búsqueda por toda la casa me resigné y me fuí a encerrar a mi habitación. Tomé mi teléfono y marqué, apresuradamente y con dificultad a Damián.—¿Qué sucede? — dijo él al instante al otro lado del teléfono.—Caroline... Mamá... Ellas... Ellas no están. —hablé entrecortádamente mientras caminaba de un lado para otro con desesperación.—¿Estás hablando en serio!?—¡SI!—En ese caso hay que ir ahora... ¡Mierda!... Prepara lo que te dije, todo se hará igual.El chico cortó y yo corrí rápidamente a la habitación de mis padres donde el picaporte de la puerta estaba claramente forzado y algunas cosas tiradas por el sue
Caminamos despacio por dentro de la casa, no veíamos a nadie, ni siquiera el ruido de un ratón se escuchaba.—No puedo creer que estoy haciendo esto. —le dije a Damián.—Tampoco yo, pero ellas estarán bien ¿De acuerdo? Solo... Hagamos esto de una vez.—Dejen de hablar tanto. —Nos reprendió Chévez.—¡Oh vaya! Visitantes —Dijo un hombre desde el segundo piso apuntando con una pistola hacia nosotros.—Mierda —Damián maldijo por lo bajo —¿¡Dónde están!? —le gritó sacando todo su valor.—¿Dónde están quienes? — preguntó con una leve sonrisa.—No te hagas el imbécil — hablé —¿¡Dónde están!?Damián y yo apuntábamos con las pistolas hacia él. Mientras Chévez solo veía la escena con los brazos cruzados de una manera neutral, hasta que habló —ya bajen sus malditas pistolas de juguete, callence y apártence.Nosotros lo vimos sin entender pero
...—Caroline, háblame, respondeme —le dije mientras la veía cabizbaja —tenemos que luchar. Hazlo por mamá, decide ir con nosotros ahora por favor —decía mientras mis lágrimas salían a chorros.Ella no respondía, no levantaba su rostro. Puse mi mano sobre su hombro y comencé a moverla pero ella calló hacia un costado.—¡No, no, no! Por favor Caroline no, Hermanita habré los ojitos, hermanita ¡No! Por favor Caroline mírame —decía mientras mi voz se entre cortaba más y más.—Ya basta Nina —dijo Damián mientras se sentaba a mi lado y me abrazaba. —Ya se fué, está con tu mamá ahora.—¿Por qué les hicieron esto, Damián? ¿Qué hicieron ellas? Yo tengo la culpa de todo ¡Qué me maté a mí!—No tienes la culpa de nada, Eduard es el que debe sentirse como una porquería, no tú, tú no hiciste nada, hey Nina mírame, no hiciste nada malo. ¿Entendido? Ya te lo he dicho, no es tu culpa— me decía Damián mientras tenía sus manos tomando mi rost
—¿¡Y a estos hombres que les pasó!? —preguntó papá poniéndose las manos en el rostro, parecía que iba colapsar —no me digas que...—Sí, yo los maté —contesté de manera cruda sin voltearlo a ver.—¿¡Qué!? ¿¡De qué estás hablando!? ¿¡Por qué!?—No querrás saber por qué...—¿¡Por qué, Nina!? ¿¡Por qué!?Suspiré —Camina —dije mientras me dirigía hacia las viejas escaleras.—¿Todavía hay más? Nina, ¿por qué le hiciste eso a esos tipos?Seguí caminando ignorandolo —Se lo merecían. Ahora, quiero que entres ahí y permanezcas calmado.Entró de golpe a la habitación mientras me veía confundido—¡Oh, por Dios! ¡Pero qué...!? — dijo mi padre al llegar a la habitación y ver a Caroline y a mamá en el suelo —¿Qué les pasó?¿Quién les hizo esto?¿¡Quién les hizo esto, Nina!?—Los dos tipos de abajo.Papá no dijo nada por varios minutos, estaba en el suelo recostado en la pared con la
Suspiré y bajé a la sala para poder desayunar.—Buenos días papá —le dije mientras lo veía sentado en la mesa del comedor.—Buen día.—No hay mucho que comer hoy ¿Verdad? —le dije con una sonrisa triste.—No hay nada —respondió serio.Subí a mi habitación nuevamente y tomé mi celular para marcar el número de Damián.—Hola Nina ¿Todo bien? —escuché que contestó con la respiración acelerada.—Sí... Todo bien ¿Y tú? Te escuchas agitado.—Mmh... Solo vengo de correr.—Pero sí tú no corres...—Pero hoy sí.Fruncí el ceño, sabía que me estaba mintiendo —Tengo que... Pedirte algo.—Dime.—Ya no tengo dinero, papá no quiere volver a trabajar y Randy ya no me necesita en la tienda. ¿Podrías... Prestarme un poco? Te lo pagaré cuando pueda.—Nina... ¿Hasta cuándo
Toqué el timbre de la gran casa amarilla y esperé a que abrieran.Mañana se cumple un año de la muerte de mamá y Caroline, el tiempo ha pasado rápido y lento al mismo tiempo.—Pasa —me dijo la chica quitándose de la puerta para que entrara.—¿Aún nada verdad? —le pregunté viéndola con preocupación.Había venido cada mes para buscar alguna información.—Lo siento... Ni siquiera su rastro aparece, mi tío lo ha buscado por todos lados.—Es que Eduard no pudo haber desaparecido así, él siempre me acosó, nunca me dejaba en paz y ya hace un año que no se sabe nada de él.—Seguramente huyó lejos después de que... Ya sabes... Mandará a matar a tu mamá y a Caroline, o tal vez... Él no planeó matarlas.—¿De qué hablas? —fruncí el ceño.—Solo digo que tal vez... Y solo tal vez, él no pretendía matarlas, solo darles un susto.