Al pasar 10 minutos la limosina paro en frente de una mansión, la cual era de color amarillo con tejado color café, la cual tenía la entrada con algunos arcos de rosas rojas y blancas, tenía unos grandes jardines con fuentes y un pequeño lago artificial en donde se podía ver algunos cisnes nadando. En el jardín se podía ver unos cuantos toldos blancos, con algunas plantas enredadas en sus postes, debajo de estos podían ver varias mesas circulares con un mantel blanco.

Al irse acercando notaron que las mesas tenían un arreglo floral alto con pedrerías y como detalle curioso tenía un pajarito amarillo hecho de una rosa amarilla.

- Este lugar es hermoso – comento Isabela, mientras miraba el escenario, el pastel y todas las decoraciones que le preparo su mamá.

- Me alegra que te gustara Isa – comento Jazmín detrás de ella, con Enrique a su lado.

- Es hermoso, mamá – dijo la chica abrazándola – gracias.

- No hay de que, a mí me encanto organizar la boda de mi única hija, con una pequeña ay