IAN Estaba sumergido en un mar de papeles con respecto a la empresa, cuando recibí una llamada de Clarissa, le había dado mi número por si acaso ocurría cualquier cosa con Violet, así que rápidamente atendí a su llamada nervioso. — Señora Clarissa, ¿sucede algo? — pregunté de inmediato.— Mi hija, vino una mujer unos años mayor que ella a verla, me extraño que fueran amigas pero como por fin aceptaba ver a alguien más no lo pensé demasiado y salí, pero al volver ella estaba maltratando a Violet y ahora ella se encerró en su habitación y no deja de llorar, no me quiere cerca, pensé que tal vez usted…— explicó ella rápidamente, en su tono podía sentir la preocupación. — Ya voy para allá. — dije antes de colgar y tome mis cosas para salir, con mi corazón queriendo salirse de mi pecho. ¿Una mujer mayor que Violet? Las amigas de ella eran todas de su edad, ninguna mayor, ¿Podría ser Daria? Ojala que esto no sea así. — Cancela todas mis citas de hoy. — le ordené a mi se
VIOLET Ian se había quedado conmigo hasta que me quede dormida y en ocasiones antes de que lograra dormirme, lo escuchaba susurrarme que era hermosa, que me amaba y que nunca me dejaría, me costaba entender mucho asimilar estas palabras, porque él siempre parecía ser muy sincero en cuanto a todo esto, pero yo seguía sin soportar mirarme al espejo, no podía creer que a él no le importara mi aspecto. Además las palabras de Daria no dejaban de rondar por mi cabeza, seguían doliendo mucho y verla a ella y verme a mí era una gran diferencia, no podía confiar en Ian cuando sabía que ella estaba totalmente loca por él y era hermosa, ya él me había traicionado con ella, cuando yo me veía bien, ahora que no lo hacía era mucho más fácil que esto ocurriera.Aunque tampoco podía dejar de pensar en todo el miedo que vi en la mirada de Ian cuando pensó que yo me quería suicidar, estaba desesperado y le costó un poco creerme que no era lo que pretendía, porque aunque la idea en un momento rondó po
IANVolver a besar a Violet así era todo lo que necesitaba, me encantaba poder probar sus deliciosos labios y maldije mentalmente cuando nos interrumpieron, pero luego verla con sus mejillas sonrojadas, huyendo de mí, después de lo que le dije, me encantaba, ella me volvía completamente loco.Siempre vi como patético a un hombre que le insistía tanto a una mujer y ahora me había convertido en eso, pero claro, yo sabía que ella aun me amaba y en este momento también me necesitaba, solo tenía que volver a ganarme su confianza y eso era algo que solo podía hacer con constancia, demostrándole cada día que no voy a volver a defraudarla, que nunca le volveré a hacer daño por nada del mundo. — Violet, ¿Te puedo llevar a tu terapia hoy? — le pregunté, su mamá me había dicho que ella hoy tenía terapia para su pierna, también me gustaría que pudiera verse con un psicólogo por todo lo que estaba viviendo, pero esta decisión solo podía tomarla ella. — Yo la llevaré. — Intervino Steve, e
IAN— ¿Ella sabe que la amas? — ¿De que hablas? — preguntó descolocado. — Daria, ¿sabe que la amas? Porque si es así, no le importas y solo te esta usando a su antojo para que hagas lo que ella quiere. — declaré y él me miro furioso antes abalanzarse sobre mí y esta vez si logro asestar un golpe en mi cara, pero cuando intento dar otro lo esquive y tome su brazo poniéndolo detrás de él para inmovilizarlo, dejando parte de su cuerpo sobre mi escritorio. — Suéltame Ian. — Rugió forcejeado para que lo soltase. — Dylan, no importa si no quieres verlo o darte cuenta de que ella no es buena, pero espero que no sigas molestándome con respecto a Daria y que no vuelvas a hacer ni una sola cosa más en contra de Violet, porque en ese caso verás que tan cruel puedo ser. — Amenacé antes de descolgar el teléfono de mi escritorio, para pedir que trajeran a varias personas de seguridad. — Ian, ¿Qué rayos pretendes? — preguntó Dylan claramente alarmado, forcejeando de man
VIOLET Ian había pasado tres largos días sin venir y aunque había tenido un hermoso detalle al enviarme unas flores preciosas y chocolates, yo lo había extrañado y no sabía si estaba molesto conmigo porque no acepté que me acompañara a la terapia y estuve varias veces a punto de llamarlo para preguntarle, pero siempre me detenía, porque se supone que yo lo que quería era que él estuviera lejos de mí, así que no tenía ningún derecho a reclamar o preguntar sobre esto. Tenia que seguir fingiendo que no pasaba nada, que no me estaba afectando el no verlo y que sobre todo no lo extrañaba. — Violet que vengas a comer dice tu mamá. — dijo Steve, luego de que me acompañó a terapia ese día, él volvió a estar más presente en casa. — Ya salgo.Fui al baño y me lave el rostro y lo seque evitando mirarme en todo momento, afortunadamente ya podía afincar mi pierna y dar unos pasos sin las muletas, esto era lo único bueno que me había ocurrido estos días. — Hola mi niña, aquí esta t
IANAyer en la mañana había salido la noticia de lo que hizo Daria, ella en este momento debería estar volviéndose loca, ya me había intentado llamar muchas veces, Dylan también lo había hecho, quizás para pedirme que explicara la situación o algo así, pero si lo explicaba seria para emporar las cosas para ella, ya que todo era verdad, así que solo estaban perdiendo el tiempo llamándome.Claro que todo empeoraría cuando le llegara la demanda de mis abogados, como estaban representando a Violet en ese caso, aproveché la ocasión y les pedí que demandaran a Daria por injuria, esto aun mi pelirroja no lo sabía, pero es que luego de que me pidió algo de tiempo no me quedó otra cosa que respetar su decisión a pesar de extrañarla como un loco. La extrañaba demasiado y cada día esperaba que ella me llamara para decirme que podía ir a verla, que me daría otra oportunidad, pero esto aun no ocurría y me estaba sintiendo cada vez más desesperado, pero hoy era la fiesta de cumpleaños de mi sobrin
VioletCuando vi la noticia en internet no lo podía creer, todo había salido a la luz y muchas personas de internet no dejaban de atacar a Daria, pero simplemente yo no podía sentirme mal por ella luego de lo que me hizo, incluso me sentía bien de que ella estuviera pagando de alguna manera las cosas malas que hizo, no sabía si Ian estaba detrás de que esto saliera en los titulares, pero algo me decía que si.Y sin poder aguantarme más decidí llamarlo. — Mi amor. — dijo él de inmediato al atender mi llamada y yo no pude evitar formar una sonrisa un poco tonta. — ¿Cómo estas? Que bueno que me llamas, te he extrañado mucho. — Estoy bien ¿y tú? — pregunté, intentando parecer un poco distante pero tenia mi corazón a millón. — Bien ahora que hablo contigo, ¿puedo ir a verte? — Si. — Esta bien, entonces no tardo, nos vemos en un rato. — dijo Ian antes de terminar con la llamada y yo comencé a arreglarme, me puse un lindo suéter ceñido al cuerpo, pero que cubría las
VIOLET — Tienes razón, pero es que me cuesta aceptarme a mí misma y pienso que debe pasar igual. — Confesé, abriéndole mi corazón completamente, mostrándole mi vulnerabilidad y mis miedos. Era aterrador hacer esto con cualquier persona, pero sentía que podía hacerlo con Ian, cada palabra que me ha dicho, como me mira, como me trata, me hace querer confiar en él, quitar las barreras que yo había puesto entre nosotros luego de lo sucedido.— Pero no es así, yo si te acepto y te amo así, si tú no lo haces podríamos recurrir a terapia o la cirugía mi amor, pero de algo no puedes dudar y es que te amo y me pareces preciosa. — Aseguró Ian antes de besarme. Su beso era delicado, con ternura, pero pronto se levanto e hizo que yo lo hiciera junto con él, para apretarme contra su cuerpo fuerte y empezo a pasar sus manos por mi cuerpo, apretar mi trasero al mismo tiempo que me besaba con mucho más deseo, muy posesivo, derritiendo mi cuerpo por sus caricias. Ya podía sentir como la hu