STEVE— ¿Dónde esta Violet? — le pregunté a Clarissa furioso mientras ella y mi padre desayunaban. Ayer yo no pude llegar a dormir a casa porque había tenido que trabajar y cuando salí del trabajo pase por la panadería que le gustaba a Violet para traerle su desayuno de ahí, pero cuando llegue y fui a entregárselo a su habitación ella no estaba ahí, era obvio que no había dormido en casa. Solo podía estar en este momento con una persona, ese maldito imbécil de nuevo. — Ella salió. — contesto ella con simpleza como si no ocurriera nada y yo no podía creer la tranquilidad con la que se lo tomaba, ¿de verdad ella era su madre? ¿No le importaba que todo lo que le paso a Violet fue culpa del bastardo de Ian? ¿Aún así estaba tan dispuesta a dejarla salir con él? Era absurdo.Ella lo había dejado entrar de nuevo a la vida de Violet como si nada, yo no podía creer que ella de verdad quisiera a su hija, estaba totalmente mal, ya yo no podía seguir permitiendo que esto ocurra.— ¿
IANAl despertar con Violet entre mis brazos de nuevo, después de haberle hecho el amor me hacía sentir lleno de vida, sabía que tenía mucho trabajo por hacer para que ella volviera a sentirse segura conmigo, pero estaba totalmente dispuesto a hacerlo, la iba a hacer feliz, eso estaba decidido. Ayer había preparado todo para sorprenderla, volver a hacerla sonreir, incluso por mi mente había pasado pedirle matrimonio, solo que me contuve, era demasiado pronto para esto, apenas ella me estaba dando la oportunidad para volver a ganarme su confianza. Me levante con cuidado de no despertarla y aunque sabía que mi cocina era terrible decidí intentar hacerle el desayuno, debería ser sencillo ya que es algo simple pensé y media hora después, algunos tocinos quemados y unas tostadas también, junto con la baja risa de Violet, descubrí que estaba equivocado, solo conseguí hacer un desastre y comida que nadie comería.— No te rías, lo siento, quise hacer el desayuno, pero no funcionó. — Me
VioletLuego de despertarnos fuimos a desayunar y ahora íbamos de regreso, yo me sentía muy feliz con Ian a mi lado, estos dos días habían sido maravillosos, me encantaba pasar tiempo con él, tenía el poder de hacerme olvidar todo lo malo. — En la tarde tienes cita con el doctor, vendré a buscarte. — dijo Ian cuando me abrió la puerta del auto, ya habíamos llegado a mi casa. Pensé que se le podía olvidar lo de mi pierna y lo del doctor ya que no había dicho nada más, pero no fue así. — Esta bien. — dije caminando hacía la puerta para abrirla, pero antes de que yo siquiera pudiera meter la llave, la puerta se abrió y Steve apareció frente a mí. — Quiero que te alejes de una vez de Violet. — Le gritó Steve a Ian luego de esquivarme para acercarse a él apretando los puños. — Me temo que eso no lo decides tú y espero que te quede claro algo, yo no me voy a alejar de Violet nunca. — Aseguró Ian sin intimidarse ni un poco pero conservando la calma que a Steve le faltaba
IAN — Ian necesito hablar contigo. — dijo Daria interponiéndose en mi camino cuando estaba por tomar el ascensor hacía mi oficina, no tenía idea de cuanto tiempo había estado esperándome en el estacionamiento de la empresa, pero ella hoy no se veía nada bien, tenía grandes surcos bajo sus ojos, como que no había estado durmiendo bien, quizás su consciencia no la dejaba hacerlo. — No tengo tiempo para perder contigo y no deberías estar aquí. — dije pasando a su lado para seguir mi camino y ella me tomo del brazo. — No me toques. — Ian por favor escúchame, mi papá no tiene la culpa de lo sucedido, no hagas que pierda la empresa, ahora yo ni siquiera puedo conseguir trabajo debido a mi reputación, si perdemos la empresa no tendremos nada más, no seas injusto. — Espetó ella aun sin soltarme con sus ojos cristalizándose. — ¿Injusto? Daria injusto es lo que tú le hiciste a Violet, hasta deberías estar en prisión por eso y lo de la empresa, tu papá bien merecido lo tiene,
VioletLuego de ver el hermoso mensaje que Ian me había mandado mi corazón se acelero emocionado, me encantaba que él me dijera que me amaba, eso me emocionaba muchísimo, hablar con él alegraba mi día completamente, así que empecé a ordenar la cocina ya que Steve y yo acabábamos de terminar de comer y mi mamá y mi padrastro estaban trabajando, quería dejar todo bien organizado para que ella no tuviera mucho que hacer más tarde cuando llegara de su trabajo, ya que no la iba a poder ayudar porque ya había quedado en ir con Ian a su apartamento. Seguía en esto cuando sentí un trapo en mi cara y un brazo fuerte sosteniéndome, intente luchar contra esto, pero era más fuerte y entre en pánico haciendo que inevitablemente respirara lo que había en el trapo. — Solo duerme muñequita. — fue lo último que conseguí escuchar mientras mi conciencia se adormecía, pero creo que pude reconocer esa voz. Cuando me desperté de nuevo estaba encerrada en una habitación, esposada a la cama, no había
IAN Después de almorzar con Silvana volví a mi oficina a continuar con mi trabajo y a esperar que pasaran algunas horas para ir a buscar a mi pelirroja, hasta que recibí un mensaje de ella que me sorprendió por completo e intente llamarla pero no me contesto. Esto me tenía realmente pensativo, que me cancelara luego de haber aceptado verme no lo entendía, ella no era así y mi corazón empezó a sentir que algo iba mal de inmediato, tenía un mal presentimiento, así que tome la decisión de ir a su casa para asegurarme que todo estuviera bien con ella. — ¿Qué haces aquí solo? — preguntó la señora Clarissa al abrirme la puerta, mirándome desconcertada. — Vine a ver a Violet. — ¿Ella no esta contigo? — preguntó confundida y de inmediato mi corazón se apretó. — No Señora Clarissa, íbamos a salir, pero ella me canceló luego. — Expliqué rápidamente, me sentía muy nervioso y cuando ella se llevo las manos a la boca preocupada, mi preocupación también se incrementó.— El
Violet No podía dormirme, tenía mucho miedo, aun me costaba asimilar que la persona con la que viví tantos años y quise como a un hermano me estaba haciendo esto, él esta loco y ninguno de nosotros fue capaz de darse cuenta a tiempo, esto era realmente aterrador y cuando volví a escuchar pequeños ruidos como de pasos todo mi cuerpo se estremeció y se puso en alerta, aunque no me podía defender, pero cada vello de mi cuerpo se erizó y me tense, no sabía que otra cosa Steve querría hacerme. Y cuando escuche el sonido de la puerta intentando abrirse pero no pudo, me extrañe, se suponía que él tenía las llaves, pensé que quizás las había olvidado, pero luego escuche la voz baja de Ian.— Violet, ¿estas aquí? — preguntó en un susurró. — Si, Ian ten cuidado Steve debe estar aquí, vete y llama a la policía.— susurré de vuelta con mi corazón descontrolado, Ian estaba aquí, estaba tan agradecida con él por encontrarme tan rápido, pero estaba aterrada de que Steve le pudiera hacer a
Violet Mientras esperaba que por fin me dieran noticias de Ian mi desespero crecía, estaba tardando demasiado ahí y esto me preocupaba mucho, pero cuando vi a la familia de Ian acercarse mis nervios crecieron, no sabía como ellos tomarían que su hijo terminara así por mi culpa, antes no parecía agradarles a raíz de lo que paso y aunque ya se había demostrado que yo no era la culpable, no sabía si su opinión sobre mí habría cambiado o ellos seguirían estando de parte de Daria. No importaba si les agradaba o no, solo esperaba que me dejaran permanecer aquí esperando noticias sobre Ian, que no me echaran como lo hicieron de su casa, aunque esta vez yo si tenía la culpa de lo que paso porque si no fuera porque Ian fue a rescatarme no habría terminado de esta manera, esperaba que ellos pudieran entender cuanto lo amaba y no me pidieran que me alejará. — Hola Violet, ¿han dicho algo de mi hijo? — preguntó Vannia apresurada, parecía estar desconsolada y haber llorado.— Señora Sal