VioletLuego de ver el hermoso mensaje que Ian me había mandado mi corazón se acelero emocionado, me encantaba que él me dijera que me amaba, eso me emocionaba muchísimo, hablar con él alegraba mi día completamente, así que empecé a ordenar la cocina ya que Steve y yo acabábamos de terminar de comer y mi mamá y mi padrastro estaban trabajando, quería dejar todo bien organizado para que ella no tuviera mucho que hacer más tarde cuando llegara de su trabajo, ya que no la iba a poder ayudar porque ya había quedado en ir con Ian a su apartamento. Seguía en esto cuando sentí un trapo en mi cara y un brazo fuerte sosteniéndome, intente luchar contra esto, pero era más fuerte y entre en pánico haciendo que inevitablemente respirara lo que había en el trapo. — Solo duerme muñequita. — fue lo último que conseguí escuchar mientras mi conciencia se adormecía, pero creo que pude reconocer esa voz. Cuando me desperté de nuevo estaba encerrada en una habitación, esposada a la cama, no había
IAN Después de almorzar con Silvana volví a mi oficina a continuar con mi trabajo y a esperar que pasaran algunas horas para ir a buscar a mi pelirroja, hasta que recibí un mensaje de ella que me sorprendió por completo e intente llamarla pero no me contesto. Esto me tenía realmente pensativo, que me cancelara luego de haber aceptado verme no lo entendía, ella no era así y mi corazón empezó a sentir que algo iba mal de inmediato, tenía un mal presentimiento, así que tome la decisión de ir a su casa para asegurarme que todo estuviera bien con ella. — ¿Qué haces aquí solo? — preguntó la señora Clarissa al abrirme la puerta, mirándome desconcertada. — Vine a ver a Violet. — ¿Ella no esta contigo? — preguntó confundida y de inmediato mi corazón se apretó. — No Señora Clarissa, íbamos a salir, pero ella me canceló luego. — Expliqué rápidamente, me sentía muy nervioso y cuando ella se llevo las manos a la boca preocupada, mi preocupación también se incrementó.— El
Violet No podía dormirme, tenía mucho miedo, aun me costaba asimilar que la persona con la que viví tantos años y quise como a un hermano me estaba haciendo esto, él esta loco y ninguno de nosotros fue capaz de darse cuenta a tiempo, esto era realmente aterrador y cuando volví a escuchar pequeños ruidos como de pasos todo mi cuerpo se estremeció y se puso en alerta, aunque no me podía defender, pero cada vello de mi cuerpo se erizó y me tense, no sabía que otra cosa Steve querría hacerme. Y cuando escuche el sonido de la puerta intentando abrirse pero no pudo, me extrañe, se suponía que él tenía las llaves, pensé que quizás las había olvidado, pero luego escuche la voz baja de Ian.— Violet, ¿estas aquí? — preguntó en un susurró. — Si, Ian ten cuidado Steve debe estar aquí, vete y llama a la policía.— susurré de vuelta con mi corazón descontrolado, Ian estaba aquí, estaba tan agradecida con él por encontrarme tan rápido, pero estaba aterrada de que Steve le pudiera hacer a
Violet Mientras esperaba que por fin me dieran noticias de Ian mi desespero crecía, estaba tardando demasiado ahí y esto me preocupaba mucho, pero cuando vi a la familia de Ian acercarse mis nervios crecieron, no sabía como ellos tomarían que su hijo terminara así por mi culpa, antes no parecía agradarles a raíz de lo que paso y aunque ya se había demostrado que yo no era la culpable, no sabía si su opinión sobre mí habría cambiado o ellos seguirían estando de parte de Daria. No importaba si les agradaba o no, solo esperaba que me dejaran permanecer aquí esperando noticias sobre Ian, que no me echaran como lo hicieron de su casa, aunque esta vez yo si tenía la culpa de lo que paso porque si no fuera porque Ian fue a rescatarme no habría terminado de esta manera, esperaba que ellos pudieran entender cuanto lo amaba y no me pidieran que me alejará. — Hola Violet, ¿han dicho algo de mi hijo? — preguntó Vannia apresurada, parecía estar desconsolada y haber llorado.— Señora Sal
Violet Todos nos quedamos durante la noche sin movernos del hospital, nerviosos y rogando porque Ian siguiera luchando y en la mañana habían llegado Matthew, Cloe y su pequeño hijo para ver el estado de Ian, me di cuenta de que ella estaba embarazada por su vientre abultado a pesar de no ser muy prominente y esta noticia alegro un poco a la familia, tendrían un nuevo miembro. — Felicidades por tu embarazo Cloe. — le dije y ella me dio una tímida sonrisa. — ¿Cómo estas? Dios, se que te debes sentir terrible, yo pase por algo similar con Matthew y afortunadamente tuve a Ian apoyándome, no se que hubiese hecho sin él y si tú necesitas cualquier cosa aquí estoy. — Dijo ella, me hacía sentir mejor que ella me quisiera apoyar, era muy buena. — Muchas gracias Cloe. — De nada, cualquier cosa que necesites solo dímelo. — espetó al mismo tiempo que me daba un pequeño abrazo y solo asentí, luego ella se fue a sentar con su esposo e hijo, a esperar alguna noticia de Ian como
Violet — Hijo. — Llamó Vannia y de inmediato se aproximó a abrazarlo, muy emocionada. — Estoy muy feliz, no sabes lo asustada que estaba.— Que bueno que ya despertaste y estas bien. — Dijo Thomas con una sonrisa. — Mamá cálmate por favor. — lo escuche decir y respire aliviada al darme cuenta de que él no había perdido la memoria. Era un gran alivió que ya estuviera despierto y recordará todo, me sentía realmente feliz y me moría por ir a abrazarlo, solo que Vannia no lo quería soltar, así que permanecí a un lado, esperando mi turno.— ¿Quién es ella?— Cuestionó Ian frunciendo el ceño al verme, lo que me hizo muy difícil respirar, no lo entendía, él los recordaba a ellos, no había perdido la memoria, ¿Por qué no sabía quien era yo? De nuevo me sentía aterrada, con esos preciosos ojos negros que tanto anhele mirar mirándome confundidos, efectivamente él no me recordaba, porque en ellos ya no estaba el amor que solía haber. — Hijo es Violet, ella es tu novia, ¿Qué sucede? — preguntó
Ian Me quedé absorto pensando en esa chica, cuando vi sus ojos tristes sentí algo muy extraño en mi corazón, mis padres dicen que era mi novia, pero yo era incapaz de recordarla y gracias a eso dedujeron que al parecer había olvidado los últimos siete meses de mi vida, esto era un poco extraño y me dijeron que no debería forzarme a recordar, que esto debería ir llegando a mi memoria poco a poco. Y la verdad es que no sabía que hacer, si no la recordaba no podía saber que tipo de relación tenía con ella y tampoco si esta iba en serio, lo cual dudaba bastante, nunca me he caracterizado por tener relaciones duraderas, además aunque ella efectivamente era muy linda tenía una cicatriz en su rostro, esto no me disgustaba, pero me parecía bastante extraño que yo estuviera con ella, siempre me he fijado en mujeres casi perfectas, claro que ella sería perfecta si no estuviera vestida de manera tan sencilla y si no tuviera esa cicatriz.— Mamá ¿y Daria? — pregunté, me parecía muy extraño
VioletSteve después de la caída había quedado paralítico y muy mal, hace unos días había despertado, luego de estar al borde de la muerte al igual que Ian, de hecho Steve había estado más grave, pero desde que despertó no había hecho más que suplicar verme, bueno eso me había dicho su padre que me había pedido que lo fuera a visitar, pero yo me sentía incapaz de hacer eso. Él me habría matado si Ian no hubiese intervenido y luego Ian casi muere junto con él y ahora no podía recordarme, esto hacía que mi pecho doliera inmensamente. Yo había intentado olvidar o al menos tratar de que doliera menos, repitiéndome una y otra vez, que él estaba bien sin mí y yo tenía que estar bien sin él, que esto era lo mejor, pero por más que quisiera grabar esto en mi cabeza no funcionaba. — Hija voy a ir al hospital, ¿quieres ir conmigo? — preguntó mi mamá. — No, iré a buscar trabajo, hay demasiados gastos, no se como los cubriremos todos. — Me negué, aunque todavía me costaba enfrentarme a