Punto de vista de Brie

"¿Salón Carlo Bianchi?". Me sorprendí cuando puse mis pies cubiertos con zapatos planos afuera del edificio de dos pisos que serviría como lugar de encuentro para la cita que Charles me había concertado.

Al principio pensé que me había equivocado.

Miré la galería de mi teléfono, donde tomé una imagen de un trozo de papel que Charles me entregó anoche para ver si tenía la dirección correcta, pensando que tenía que haber una confusión.

Cuando la doble verificación demostró que tenía la dirección correcta, un ceño fruncido se formó lentamente en mi frente.

¿Por qué mi hermano me enviaría a un salón?

Luego, cuando estaba a punto de darme la vuelta y abandonar la cita, las puertas de vidrio se abrieron para revelar el rostro de un hombre de unos treinta años con un rostro impecable y un corte de pelo que realzaba su vello facial.

"Señorita Ford, soy Carlo Bianchi.  Es un placer conocerla", me dijo antes de levantar su mano en mi dirección.

Mientras lo hacía,