MARCO
Una enorme sombra oscura tomó forma desde la tierra negra, la nieve a nuestro alrededor dejó de estar suspendida para comenzar a arremolinarse sobre la sombra, sentí que iba a desmayarme, estaba debil, mi corazón ya no podía con tantas impresiones, me preguntaba qué habia pasado con ese hombre del crucero que yo era, rebajado a esta mierda llena de miedo e inseguridad.
-No te muevas –susurró Charlotte agachándose un poco a la defensiva como si se preparara para atacar.Tampoco es como si pretendiera moverme, si apareciera el puto Barnie gritando: “Buuh” a mis espMARCOSCharlotte me agarró del brazo, pero yo solo observaba como las yedras tenían a Sirley completamente enredada, ¿acaso habia estado ahí desde que el suelo se la tragó?, ¿desde que pensé que Charlotte había muerto?-Hay que sacarla –dije-, se está asfixiando. ¿No tienes un cuchillo en las bolsas o en la cocina de tu casa o algo así?La mirada que Charlotte me dirigió me dejó muy en claro que ya estaba harta de mis comentarios sarcásticos acerca de su comodidad.-No –se limitó a decir, mordió su labio inferior por uno
MARCO<<No quiero que sepas qué me pasó>>, puede que mi rostro haya cambiado a muchos colores de la cólera que sentí en ese momento, me puse de pie y golpee la pared con mi puño cerrado creándome un real dolor, pero era lo que menos me importaba, el dolor era parecido a mi molestia, hice un berrinche: golpee todo lo que estaba a mi alcance; a la televisión le rompí la pantalla en miles de pedazos creo que esa fue mi mayor estupidez.-¿Tan malo fue? –susurré sintiendo que mi molestia había aminorado y por fin pude mirarla sin sentir ganas de pegarla contra la pared y asfixiarla hasta que me dijera
CHARLOTTETomé la pulsera de otro cadáver casi con la necesidad de ser delicada y que no le doliera. Observando como el veneno lo consumia por completo, fruncí el ceño y coloqué la pulsera sobre el cadaver carcomido observando como se estremecia; casi como si quisiera volver a la vida, comenzó a secarse hasta volverse polvo.-Es el cobre –comprendí-, el cobre es lo unico que puede destruir el veneno.-¿Ahora sí explicarás algo que tenga sentido? –preguntó Marco, sus ojos verdes expectantes, mirándome casi con desesperación.-Creo que puedo e
MARCO Me levanté del asiento sintiendo mi corazón desenfrenado contra mi pecho, este era el avance, esto podría sacarnos de aquí. Nos acercamos a Julia, pero ella se dio media vuelta caminando de un lado a otro como una niña con la mejor muñeca barbie del colegio, sabia que tenia algo que nos interesaba a todos pero era incapaz de compartirlo.-Agente Miller –continuó Julia-, reportando desde el proyecto R, isla de Zen.-Dile lo que nos interesa Julia –dijo Charlotte-, deja el protocolo.“Agente Miller, reporte general” dijo la voz desde la pulsera parec&
CHARLOTTEMis manos comenzaron a temblar, creo que caí en una especie de estado de Shock porque no podía despegar mis ojos del cadaver de Marco, era dificil de creer. Escuché que Julia murmuró algo, pero no le presté atención, ella me echó a un lado y comenzó a golpear con fuerza el pecho de Marco, iba a decirle que dejara de golpearlo; que le hacía daño, pero no me salían las palabras.-¡Haz lo tuyo Charlotte! –Gritó Julia–, ¡Haz la luz magica!Julia no paraba de golpear su pecho, limpié mis mejilla y lo volví a intentar, esta vez sentí más recepción, habia
CHARLOTTEEscuché un fuerte gruñido y los gritos de los muchachos erizaron mi piel acelerando mi corazón, debía de ser el animal de la isla; la ultima criatura que habia quedado viva de su especie, tenía casi los mismos siglos de la isla, comía todo lo que tuviera carne. Maldición, odiaba poder saber todo acerca de toda la maldita isla.Los muchachos estaban en peligro, pero no podía ir con ellos, estaba reteniendo el amplia agua de mar para que no fluyera todavía y eso requería de todo mi esfuerzo porque era como sostener un auto que se encuentra en una montaña empinada con los meñiques; una misión casi impo
EPILOGO.MARCORespiré el aire fresco de mi casa, las lagrimas se desbordaron de mis ojos y lloré como no habia hecho en meses. Mi padre y mi madre estaban conmigo, los policias se ocupaban de que la prensa y los curiosos no se acercaran a mí. La nueva muchacha de servicio se llevó las maletas que mis padres me habian dado cuando estuve en el C.S.N, me habian internado ahí durante tres meses; haciendome examenes de todo tipo (desde neurologicos hasta de mis uñas de los pies), las pesadillas eran frecuentes, veía diariamente a un psicologo pero no sentía que me ayudara lo suficiente, solo podía ver las bestias, los protervos y a Charlotte en mis sue&ntild
Extra¿Qué pasó con Charlotte?Aparecí en el C.S.N, mi rostro con cables que conectaban a una maquina, el frio me entumecia los pies y tenia puesta una bata transparente que estaba segura dejaba ver mi trasero. La luz intensa aturdía mis ojos, supe desde ese instante que habia logrado salir de la isla, claro que luego me enteré que habia estado inconciente por más de cuatro meses –más que el tiempo que estuvo Marco- me dieron en estado de coma. Durante los meses que habia estado encerrada ahí supe que nadie sabía de mi existencia, las noticias me dieron por