Me quedé como estúpida viéndolo llorar. ¿Será que confundí todo esto? Que él me guste y me atraiga como lo hace, no quiere decir que deba aprovecharme, ¿no? Es decir, no puedo obligarlo a algo que no quiere, aunque muy en el fondo también lo desee.Me vi reflejada en sus lágrimas, en el limbo interno que sus ojos reflejan. Esos malos recuerdos volvieron a atacarme, me hacían sentir ruin y poca cosa, como ese ser sin corazón ni alma que me destruyó algún día y que estoy segura no soy. No puedo ser como ese bastardo. No puedo disfrutar el dolor de otros, más cuando se trata de un hombre inocente y bueno que me brindó su ayuda cuando me encontraba al filo de la muerte. Logan no tiene por qué pagar lo que otro me hizo vivir.Retrocedí bastante, cosa que pudiera tener su espacio y volver a respirar tranquilo. Y, aunque quería disculparme y tratar de consolar su tristeza, el mismo nudo que se formó en mi garganta no me permitió hablar. Tenía los recuerdos latentes en mi mente y en mi piel,
LoganNunca pensé que algo como esto me pudiera suceder. En mi vida había equilibrio y paz, no existía la posibilidad de que un amor diferente a Dios llegara a hacerme dudar de mi fe y de mi vocación, pero Samantha llegó para cambiarlo todo a mi alrededor. Ahora pienso si está bien dejarme llevar por lo que sentí en la piel y en el corazón o hacer distancia de las tentaciones como hasta ahora. Sus besos tienen mucho que ver, su boca es un dulce del cual quiero seguir probando, pero tampoco puedo dejar de lado mi labor como sacerdote.Hice una promesa, hice un voto fiel a mi Dios que he venido incumpliendo constantemente con hechos y pensamientos indecentes. No puedo y tampoco quiero seguir con la culpa en mis hombros.Por alguna extraña razón, en mi pecho se instaló una punzada inexplicable cuando vi sus ojos y el mar de tristeza que había en ellos. Samantha no se encuentra bien, pero ahoga su dolor en el fondo de su ser y lo deja escondido para que nadie lo pueda palpar entre sus man
Después de salir de la mansión, llegamos a una especie de pista y abordamos lo que en su momento creí que era un avión, pero mucho más pequeño. Los nervios afloraron en la boca de mi estómago a pocos instantes de que la avioneta se alzara en vuelo.—¿Todo bien? — inquirió ella, dejando su teléfono a un lado.—Sí... estoy bien — mentí.—Bien — sonrió ladeado, volviendo la vista a su teléfono.Hice de tripas corazón para no soltar lo que en realidad estaba pensando y sintiendo. A medida que la avioneta fue avanzando para elevarse, mi corazón se aceleraba sin control. La avioneta no subió tan alto como lo había pensado, pero sí lo suficiente para hacerme sentir mareado y nervioso por la distancia en la que me encontraba de la tierra.Estando en los cielos me di cuenta lo lejos que la casa se encontraba de la ciudad, pues los edificios se veían muy pequeños. Eso quiere decir que el pueblo en el que nací queda bastante cerca.Luego de treinta minutos en la avioneta, esta misma descendió en
Samantha—¿Por qué no puedes quererme como yo te quiero? Sabes bien que no necesitas de nada teniéndome a mí.—Sabes que te he querido como un amigo. No me pidas lo que no puedo darte, Seth — le recordé una vez más.—¿Los amigos tienen sexo casual y después hacen como que nada ha pasado? Qué estupidez — bufó—. Si te enciendes conmigo es porque te gusto.—Que hayamos tenido sexo un par de veces no quiere decir que vayamos a tener una relación. Le estás dando mucha vuelta al asunto, Cavalli.—Srta. Gaskell, yo lo único que quiero es que su corazón me quiero, aunque sea un poquito — dejó un suave beso en el dorso de mi mano—. Pero entiendo que ese hombre que te robe suspiros y se adueñe de tu corazón no soy yo.—Ya no existe ese hombre en mi vida — bajé la mirada.—No te pongas triste, muñeca — me hizo mirarlo a los ojos—. Pensé que habías trabajado en tu caradura.Reí, descansando mi mejilla sobre su pecho. Los latidos de su corazón son muy tranquilos, pero no me brindan la calma que ne
LoganDesperté de golpe y sudoroso tras esos sueños indecentes y prohibidos que me tuvieron en la gloria durante el tiempo que estuve durmiendo. Se me está haciendo difícil controlar mis pensamientos y lo que quiere mi subconsciente, pero necesito alejarme de ellos; principalmente de ella y todo lo que me hace sentir cada que la tengo frente a mí.No estaba para nada preparado para ver a Samantha acostada a mi lado, por eso me levanté de la cama de un brusco movimiento, casi cayendo de bruces al suelo. Froté mis ojos e incluso me atreví a pellizcar mi brazo para saber si se trataba de un sueño o estaba en la realidad. El dolor en mi piel me dejó muy en claro lo real que ella es.Me acosté nuevamente en la cama, acercándome lo más que pude a su cuerpo y tratando de ser cuidadoso para no despertarla. Se ve muy hermosa durmiendo, quisiera detener el tiempo y congelar su linda imagen por siempre. Sé que no está bien sentirme atraído por ella, pero es algo que ya se escapa de mis manos y n
Un calor sofocante se apoderó de todo mi ser, pues la h*medad de su intimidad y el roce constante de mis dedos sobre ella me tenía al borde de la locura. No supe ni cómo mirarla a la cara. Una parte de mí se sintió muy mal por lo que estaba haciendo, pero la otra flotaba en las nubes, deleitándose con sus finos gemidos y suaves vibraciones. Debe sentirse extremadamente bien y excitante lo que estoy haciendole sentir, ¿verdad? Porque su respiración se volvió más errática con el pasar de los segundos, y sus gemidos se hicieron más audibles.Dejó ir mi mano para que explorara a mis anchas, más lo que quiero es sentir piel con piel y palpar esa h*medad que se siente a través de su ropa. Deslicé mi mano por su muslo, adentrándola bajo su vestido y disfrutando la suavidad de su piel. No encontraba qué hacer, si ir directo a tocarla o esperar su consentimiento.Se dio la vuelta, dándome la espalda y haciendo que la abrazara y me acercara aún más a su cuerpo. Se acomodó de manera que quedara
Si creía que tocar su piel y besar su boca era suficiente para convertirme en adicto a ella, sus labios succionando y apresándome como si nunca quisiera soltarme me dejó con la mente en blanco. Su boca se siente muy bien, para ser honesto, en demasía. Ver como mi masculinidad se pierde centímetro a centímetro en su boca es una obra de arte, algo que no tiene nombre ni descripción correcta, más cuando con su mirada angelical y perversa me termina de noquear.Aceleró sus movimientos, ayudándose a sí misma con sus manos y devorándome hasta saciarse. Esos temblores en mi cuerpo y esas cosquillas en la punta de mi p*ne se agudizaron. Si sigue atacando de esa manera tan voraz me hará terminar en su boca. Cuando creí que estallaría, dejó de acariciarme con sus labios.Maldije, por primera vez una maldición escapó de mis labios y se perdió en el aire mientras intentaba recuperar un poco de aliento. Esto es mucho más doloroso que cuando me masturbé, incluso la urgencia de probar su carne es mu
SamanthaLas últimas cuatro semanas he vivido enfrascada en una dulce e inocente condena. Logan resultó ser mucho más pasional de lo que había creído en un principio. No voy a negarlo, me encantó haberlo instruido con el pasar de los días, mostrándole el punto exacto en dónde debe tocarme para hacerme explotar en sus manos. Es un hombre muy dedicado y devoto, de eso no me caben dudas. Cada día me demuestra lo que es entregarse con ganas y pasión, olvidando por completo que aún se encuentra atado a su religión y sus creencias. Aún así, me desnuda de una forma indescriptible, ni Novikov ni Cavalli me habían acariciado de esa manera en la que Logan lo hace.Sus manos a pesar de que son grandes y pueden tener una fuerza dominante, son extremadamente suaves y delicadas. Me enloquece con su tierno tacto, llevándome a lugares que no había ido en manos de dos hombres que, a pesar de ser tan diferentes el uno del otro, tienen un algo que los hace similares; y ese algo es la dominación y la pre