En la actualidad…De regreso a Sicilia.Ada.Durante todo el viaje de regreso a casa había estado pensando en cómo sucedieron las cosas y los cambios que tuvo mi vida debido a las decisiones que tomé.Aunque todo fue planeado por Alessandra, sí me enamoré de Fabrizio en el pasar del tiempo. Todo empezó como un juego de venganza de mi parte. Algo demasiado planeado y construido que no valía la pena estropear.De todas maneras yo no tenía la fuerza para dañar nada. Por tres años estuve metida en mis preocupaciones por Kristin, por hacer valer su seguridad y dejar en claro que ella no era una amenaza por ser hija de la ley. Y, en el tiempo libre que me quedaba, trataba de encontrar la manera de que un completo desconocido se enamorara de mí.¿Cómo se supone que haría eso? Sabía muy bien mi lugar y lo imposible que era realizar esa meta.—Bienvenida a casa, señora —me recibe Bastian en el aeropuerto.—Gracias, Bastian —él toma mis maletas y empieza a caminar—. ¿Todo bien por acá?—La señ
Venecia-Italia.Fabrizio.Quería ir a buscar a Ada a casa de Cristal, pero por lo que me contó Alessandro, ellas habían salido del país. Cuando hablé por teléfono con ella, creí que estaba en Italia, pero resulta que me mintió. Supongo que ellas estaban en algún tipo de misión, pero me siento un poco traicionado porque no me dijo a donde iría.Le pedí a Bastian que fuera por ellas y me notificará cualquier cosa, pero resulta que mi buen capitán, es leal a Alessandra. Así que primero le informa a ella y después a mí. No me molesta en lo absoluto porque puedo confiar en mi piccola, pero dejaré que jueguen un poco más al gato y al ratón.Solo espero que ellos no salgan lastimados y que el cazador termine cazado.Vine a Venecia por algunos asuntos pendientes que tenía con una persona, pero terminamos en una emboscada. El padre de Ada está detrás de todo esto y viene de la mano con la mujer de Alessandro. No sé quién manda a quien, pero están tocando mi territorio. Alessandro cree que es e
Venecia-Italia.Fabrizio.Quería ir a buscar a Ada a casa de Cristal, pero por lo que me contó Alessandro, ellas habían salido del país. Cuando hablé por teléfono con ella, creí que estaba en Italia, pero resulta que me mintió. Supongo que ellas estaban en algún tipo de misión, pero me siento un poco traicionado porque no me dijo a donde iría.Le pedí a Bastian que fuera por ellas y me notificará cualquier cosa, pero resulta que mi buen capitán, es leal a Alessandra. Así que primero le informa a ella y después a mí. No me molesta en lo absoluto porque puedo confiar en mi piccola, pero dejaré que jueguen un poco más al gato y al ratón.Solo espero que ellos no salgan lastimados y que el cazador termine cazado.Vine a Venecia por algunos asuntos pendientes que tenía con una persona, pero terminamos en una emboscada. El padre de Ada está detrás de todo esto y viene de la mano con la mujer de Alessandro. No sé quién manda a quien, pero están haciendoCaminé bajo varias personas tendidas e
Sicilia-Italia.Fabrizio.Habían pasado muchas horas cuando regresé a casa nuevamente. Estaba ansioso por volver y agradecía haberlo hecho para estar con ellas. Aunque no fui directo a casa porque debía informar algunas cosas a Bastian, también debía ir a tratarme el hombro. Solo pensaba en ir a dormir con Ada, pero necesitaba darme una ducha antes de verla. No le dije a nadie a donde iría, mi celular nunca paró de vibrar y sentía que me estaban vigilando por todos lados.Fui a la casa de Bastian y mientras me duchaba, caí en cuenta de las cosas que hice hoy.No me sentía digno de verlas con este aspecto tan repugnante.Quería estar limpio y también tenía muchísimas ganas de ver a Kristin, estar con Ada y decirle lo mucho que las extrañé, pero ahora me siento sucio. Mi trabajo es este y me siento bien con hacerlo, pero hoy es diferente. Siento que si Ada me ve con este aspecto me juzgará y no quiero. Me pone nervioso asustarla, pero después de todo, me alegro del final de ese tipo. Sí
Abro los ojos un poco confundido y suspiro al voltear mi cabeza para encontrarla a ella. Dormida tan cómodamente, tan tranquila, tan inocente y tan mía. Sonrío de lado al ver su cabello regado por todo su lado de la cama. Los mechones del largo cabello cubrían parte de su rostro tranquilo. Quise ser el típico protagonista cliché de las novelas románticas que se ven hoy en día. Quité unos mechones de cabello de su rostro y con una hermosa confusión, mi bella, empieza a abrir los ojos.—Esto podría considerarse algo ilegal para meterte preso —murmura con ese jodido acento alemán, intentando tapar su cara con su mano—. Necesito poner una orden de alejamiento por mi propia seguridad.—¿Te dije que me encanta tu acento alemán? —respondo, ella sonríe volviendo a cerrar los ojos—. Buon giorno, mia bella.—Ciao, amore —su respiración vuelve a ser serena—. Déjame dormir 10 minutos más. Estoy casi despierta, lo que pasa es que mi alma quiere volver a abandonar mi cuerpo para dormir un poco más
Desayunar, almorzar y merendar con mi pequeña famiglia es simplemente perfecto. No tengo nada más que decir que eso. No hacemos nada especial, hablamos trivialidades, jugamos con Kristin y comimos como si nos alimentáramos para ser la cena de fin de año.Este es mi hogar y no los quiero perder nunca. Solo espero que mi hermana, donde quiera que esté, vea que he intentado ser feliz nuevamente y me ayude a mantener esa sonrisa en los rostros de mis pequeñas.—Y el señor del taxi nos llevó a la tienda de ropas —comenta Kristin viéndonos con seriedad, estábamos en su habitación jugando—, pero de pronto se fue y no dijo a donde —suspira cansada, jugando con una casa cámper que le regalé al mudarse aquí.Alzo una ceja.—El señor del taxi ya había cumplido con llevarnos a la tienda, así que Bastian lo despachó —interviene Ada—. No es como que se desapareció de la nada, así que tal vez Kristin está exagerando un poco sobre el pobre hombre que sé que irías a buscar si no te decía sobre esto.—
A la mañana siguiente…Policía de Sicilia.El hecho de que finja que soy idiota no quiere decir que lo sea. Como el excelente italiano que soy, voy un paso más allá de cualquier persona común. Nadie me toma por sorpresa cuando se trata de una investigación. Para una persona poderosa, nadie tiene vida privada si intenta acercarse a los suyos.Yo no soy la excepción. Por eso necesitaba saber, con exactitud, el paradero de mis enemigos, era mi deber. Por eso tuve que ir a la policía. Al parecer allá no soy bienvenido y quieren joderme la paciencia. Déjenme decirles que tengo una capacidad muy corta de aguantarme las cosas.Fui llamado por los jefes de Ada por dos razones, la primera, Ada, y la segunda, Alessandra.—¿Acaso no tienen algo más importante que hacer para estar estorbando? —me quejo.—Si tienen, Fabrizio. Solo que ese inútil quiere intentar intimidarnos porque según él, tiene a los mejores asesinos y con el mejor historial sangriento en guerra —comenta Alessandro, mientras es
Mientras íbamos de camino a la terraza, en el pasillo se encontraba un hombre gritando a varias personas. Al principio quise reírme, pero al ver a una mujer similar a Ada, quise dispararle al hombre en la frente. Debo dejar mis instintos asesinos. Dios, pero están colmando mi pequeña paciencia el día de hoy.—¡¿Qué mi3rda se supone que están haciendo dejándonos descubiertos?! —gritaba el tipo como si fuera sus dueños—. ¡Debemos mantenernos encubierto, no pueden andar vistiendo ropas que nos descubran!Alessandro me ve con confusión, me encojo de hombros y sigo viendo al viejo que no logro leerle el apellido.¿Ahora resulta que la ropa que llevemos nos dice cuál es nuestra profesión? Es extraño porque me vista como me vista, no parezco mafioso.—El mayor nos prestó las instalaciones por lo seguro que era este lugar. No anden vistiendo así. Hablen con sus subordinados, que de sus superiores me encargo yo —vuelve a hablar, pero más calmado—. Fin de las misiones para ustedes, chicos —frun