Sicilia-Italia.Fabrizio.Habían pasado muchas horas cuando regresé a casa nuevamente. Estaba ansioso por volver y agradecía haberlo hecho para estar con ellas. Aunque no fui directo a casa porque debía informar algunas cosas a Bastian, también debía ir a tratarme el hombro. Solo pensaba en ir a dormir con Ada, pero necesitaba darme una ducha antes de verla. No le dije a nadie a donde iría, mi celular nunca paró de vibrar y sentía que me estaban vigilando por todos lados.Fui a la casa de Bastian y mientras me duchaba, caí en cuenta de las cosas que hice hoy.No me sentía digno de verlas con este aspecto tan repugnante.Quería estar limpio y también tenía muchísimas ganas de ver a Kristin, estar con Ada y decirle lo mucho que las extrañé, pero ahora me siento sucio. Mi trabajo es este y me siento bien con hacerlo, pero hoy es diferente. Siento que si Ada me ve con este aspecto me juzgará y no quiero. Me pone nervioso asustarla, pero después de todo, me alegro del final de ese tipo. Sí
Abro los ojos un poco confundido y suspiro al voltear mi cabeza para encontrarla a ella. Dormida tan cómodamente, tan tranquila, tan inocente y tan mía. Sonrío de lado al ver su cabello regado por todo su lado de la cama. Los mechones del largo cabello cubrían parte de su rostro tranquilo. Quise ser el típico protagonista cliché de las novelas románticas que se ven hoy en día. Quité unos mechones de cabello de su rostro y con una hermosa confusión, mi bella, empieza a abrir los ojos.—Esto podría considerarse algo ilegal para meterte preso —murmura con ese jodido acento alemán, intentando tapar su cara con su mano—. Necesito poner una orden de alejamiento por mi propia seguridad.—¿Te dije que me encanta tu acento alemán? —respondo, ella sonríe volviendo a cerrar los ojos—. Buon giorno, mia bella.—Ciao, amore —su respiración vuelve a ser serena—. Déjame dormir 10 minutos más. Estoy casi despierta, lo que pasa es que mi alma quiere volver a abandonar mi cuerpo para dormir un poco más
Desayunar, almorzar y merendar con mi pequeña famiglia es simplemente perfecto. No tengo nada más que decir que eso. No hacemos nada especial, hablamos trivialidades, jugamos con Kristin y comimos como si nos alimentáramos para ser la cena de fin de año.Este es mi hogar y no los quiero perder nunca. Solo espero que mi hermana, donde quiera que esté, vea que he intentado ser feliz nuevamente y me ayude a mantener esa sonrisa en los rostros de mis pequeñas.—Y el señor del taxi nos llevó a la tienda de ropas —comenta Kristin viéndonos con seriedad, estábamos en su habitación jugando—, pero de pronto se fue y no dijo a donde —suspira cansada, jugando con una casa cámper que le regalé al mudarse aquí.Alzo una ceja.—El señor del taxi ya había cumplido con llevarnos a la tienda, así que Bastian lo despachó —interviene Ada—. No es como que se desapareció de la nada, así que tal vez Kristin está exagerando un poco sobre el pobre hombre que sé que irías a buscar si no te decía sobre esto.—
A la mañana siguiente…Policía de Sicilia.El hecho de que finja que soy idiota no quiere decir que lo sea. Como el excelente italiano que soy, voy un paso más allá de cualquier persona común. Nadie me toma por sorpresa cuando se trata de una investigación. Para una persona poderosa, nadie tiene vida privada si intenta acercarse a los suyos.Yo no soy la excepción. Por eso necesitaba saber, con exactitud, el paradero de mis enemigos, era mi deber. Por eso tuve que ir a la policía. Al parecer allá no soy bienvenido y quieren joderme la paciencia. Déjenme decirles que tengo una capacidad muy corta de aguantarme las cosas.Fui llamado por los jefes de Ada por dos razones, la primera, Ada, y la segunda, Alessandra.—¿Acaso no tienen algo más importante que hacer para estar estorbando? —me quejo.—Si tienen, Fabrizio. Solo que ese inútil quiere intentar intimidarnos porque según él, tiene a los mejores asesinos y con el mejor historial sangriento en guerra —comenta Alessandro, mientras es
Mientras íbamos de camino a la terraza, en el pasillo se encontraba un hombre gritando a varias personas. Al principio quise reírme, pero al ver a una mujer similar a Ada, quise dispararle al hombre en la frente. Debo dejar mis instintos asesinos. Dios, pero están colmando mi pequeña paciencia el día de hoy.—¡¿Qué mi3rda se supone que están haciendo dejándonos descubiertos?! —gritaba el tipo como si fuera sus dueños—. ¡Debemos mantenernos encubierto, no pueden andar vistiendo ropas que nos descubran!Alessandro me ve con confusión, me encojo de hombros y sigo viendo al viejo que no logro leerle el apellido.¿Ahora resulta que la ropa que llevemos nos dice cuál es nuestra profesión? Es extraño porque me vista como me vista, no parezco mafioso.—El mayor nos prestó las instalaciones por lo seguro que era este lugar. No anden vistiendo así. Hablen con sus subordinados, que de sus superiores me encargo yo —vuelve a hablar, pero más calmado—. Fin de las misiones para ustedes, chicos —frun
La veo sentarse a mi lado con cara de preocupación. Se muerde el labio inferior y mueve su pierna derecha rápidamente. Está claramente nerviosa. No sé si será por lo que le diré, o, por algo que ella me intenta ocultar.Suspiro y me acomodo para quedar viéndonos frente a frente. Me regala una dulce sonrisa y sé que después de esto, algo entre nosotros cambiara.—Ada, disculpa mi falta de tacto por lo que te voy a decir —frunce el ceño—, pero al tener la dirección de tu padre, ya no tengo motivos para dejarlo vivo —abre y cierra la boca varias veces mientras mira seria—. Después de la muerte de Fiorella he vivido una amarga vida. Quise vengarme de ese hombre. Le dije a Alessandro que la mejor manera de iniciarse en la organización era haciéndonos nuestro propio camino, y, una mañana dijimos que era un buen día para hacer valer nuestra ley.—Tú... —pasa sus pequeñas manos por su cabello—. No... Después de eso —no logra formar alguna palabra.Sonrío avergonzado. Entiendo que es lo que in
Me despierto unas horas más tarde al sentir el lado de mi cama vacío. Normalmente ella duerme hasta después de las 9, si Kristin está con su padre. Me siento en la cama para analizar lo que sucede. Miro alrededor de la habitación y no veo a mi mujer por ningún lado. Me termino de levantar para ponerme mis bóxer y salgo en busca de ella.Camino por el pasillo y veo que la habitación de la niña está cerrada, me acerco un poco para abrirla y veo que está besando su frente mientras sigue dormida.Ella lleva puesta mi camisa que la hace ver tan hermosa.—¿Todo bien con la bambina? —pregunto, ella se sobresalta y me mira mal.Sus ojos bajan por mi cuerpo y sonrío porque sé lo que estaba pensando.No iba a presentarme desnudo frente a la niña.—Solo viene a ver como estaba porque desperté temprano —susurra cuando llega a mi lado.—Pensé que... —niego con la cabeza y me acerco a ella—. ¿Todo bien ahora qué la viste? —pregunto, apoyándome en la pared del pasillo.—Ahora sí —sonríe, caminando h
Salón privado.Venecia-Italia.Fiesta de compromiso de Chiara Messina y Luigi Rizzo.Cuando las cosas son para uno, aunque te escondas, siempre llegara a ti. Soy el ejemplo palpable de ello. Hace muchos años, hoy la que se llama Chiara y yo, nos separamos porque ella así lo quiso. Nuestros caminos tomaron un rumbo diferente. Si nos reunimos muchas veces después de nuestra ruptura, pero jamás nos encontramos sentimentalmente. Ella tenía otro camino, uno que realmente la hizo feliz y olvidar el mal rato que pasó conmigo.Finalmente puedo decir que no me arrepiento en lo más mínimo de habernos separado. Sin esa ruptura que me marcó para el resto de mi vida, hoy, ninguno de los dos hubiese conocido lo que es el amor y la felicidad verdadera. Debo decir que la amé. Ella fue ese primer amor y la persona que más me lastimó. También debo ser realista. Sofía y yo nunca pudimos ser felices. Ambos tenemos cicatrices de la vida, dolores que no debían ser nuestros y promesas que jamás pudieron ser