16. Talia

Es un beso dulce, sin malicia, casi como una caricia, tiene una mano como apoyo en su cabeza y la otra acaricia mi vientre, indecisa sobre qué dirección tomar.

Mi corazón es como un tambor en mi pecho, resonando con tanta fuerza que creo que podría escucharlo a la distancia, dejo mi mano vagar hasta su rostro de nuevo, no me aparta, al contrario, toma su mano libre y me agarra las caderas, levantando mi cuerpo y recostándome sobre su pecho desnudo.

— ¿estás bien? — pregunta rozando delicadamente mi barbilla lastimada, yo asiento, con cuidado me besa de nuevo, deslizando sus manos poco a poco hasta mi trasero. Puedo sentir su erección contra mi abdomen, y su pecho desnudo rozando mis pechos, solo separados por un fino trozo de tela.

Pero sorprendentemente, no insiste en llevar las cosas más lejos, y luego de los besos, me acomoda sobre él, hasta que mi cabeza descansa en el hueco de su cuello y él acaricia con suavidad mi piel. Su erección palpita bajo mi peso

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP