A la mañana siguiente amanecen abrazados, el sueño que durante muchos años había tenido Dalila, por fin se hace realidad, el de poder despertar a su lado, está muy contenta de tenerlo ahí, delante de ella, por segundos duda si es real o si solo se lo imagino, pero lo tiene ahí, al lado de ella, puede tocarlo y le da un pequeño beso en los labios, trata de salir de la cama, quiere vestirse antes de su pequeño entré y los vea, Mustafá tenía rato despierto pero disfrutaba el tenerla entre sus brazos.

— ¿A dónde vas? o ¿es que tratas de escapar de mis brazos? — le pregunta y la sujeta para que no se levante de la cama y la acerca a él, quiere seguir junto a ella todo el tiempo que sea posible.

— No sabía que estabas despierto, no trato de huir de ti, lo único que quiero es ir a hacerte el desayuno — le contesta y se sonroja al sentir el cuerpo desnudo de Mustafá cerca del suyo.

— ¿Estabas mirando mientras dormía? — se acerca cada vez más a ella y le da un tierno beso en los labios.

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