Después de un día largo y agotador, llegué a casa y me encerré en el despecho a seguir trabajando. No es que quiera volver a una rutina muerta, sucede que mantener mi cabeza ocupada en otra cosa que no sea Melanie, me ayuda demasiado para calmar los nervios que afloran en mí cada que la pienso y miles de cosas cruzan por mi mente.Leyendo pausadamente el contrato de licitación para la construcción de la Srta. Wilson, mi teléfono empezó a sonar. Al ver un número desconocido y, además, extranjero, el corazón estalló dentro de mi pecho de nervios y felicidad. Sintiéndome un completo adolescente tomé la llamada, pero para mi sorpresa, la hermosa sonrisa de Melanie me dejó sin palabras por unos segundos. La luz que da en su perfil, más lo descubierto de su pecho mostrando ante la cámara más de lo que debería. La pluma negra descansando s
Han pasado dos semanas desde la última vez que hablé con Melanie. No porque no quisiera hablar con ella, sino porque no tengo palabras que decirle. No quiero saber la decisión que ha tomado, por lo que me llevaré en unas cuantas horas la sorpresa o la desilusión de una pasión que tal vez nunca debió nacer, pero que floreció en tierra muerta. Mi teléfono celular sonó estrepitosamente, sacándome de una vez más de mis pensamientos.Es la enésima llamada que me hace Melanie, y la misma cantidad que no le respondo. Tuve las inmensas ganas de responder y escuchar su voz nuevamente, pero si lo hago, esta vez no podré contenerme y terminaré diciéndole todo aquello que he retenido desde hace un año. No puedo detener su vida, no cuando yo ya viví parte de la mía. Guardé el teléfono en el cajón del
MELANIEMe detuve a pensar en el tiempo que había pasado y lo mucho que nos habíamos conocido con Keith, aun teniendo la distancia como una filosa daga a cuestas de nuestras espaldas. Cada día nos estábamos acercando más, a pesar de lo lejanos que nos encontrábamos en cuerpos. Aun trato de entender qué fue lo que hice de mal, como para ser tirada hacia un lado, así como así; sin explicaciones sólidas y sin siquiera permitirme pelear por lo que se ha vuelto mi sueño. Realmente pensé que nuestro amor era verdadero y fuerte, que no habría nada que nos separara, pero me equivoqué.Me equivoqué en todo lo que una vez aseguré a ojos cerrados.¿Por qué? Es lo que me sigue martillando la cabeza y el corazón cada que l
KEITHEstar con aquella desconocida y beber tequila me estaba haciendo olvidar de todos mis problemas. Margot es una mujer demasiado agradable, alegre y bastante habladora, pero no se ve mala persona. Ha hecho que este día sea un poco mejor con su buen humor. Sé que debería estar festejando el triunfo de la mujer que amo, pero una parte de mí no lo acepta por el simple hecho de arrebatármela de mi lado.Las copas una detrás de la otra, cumplieron con su mágica labor de embriagarme. Nunca me había reído tanto con una mujer en la vida. Margot me recuerda tanto a Gabriel; su humor, las ganas de querer hacer feliz a los demás, las palabras sin sentido y las groserías que fluyen como si no fuesen pecado decirlas. Podría jurar que es la versión femenina de mi mejor y único amigo.
Todo volvió a ser como antes e incluso mucho mejor desde que Melanie regresó; ahora sí podemos vivir nuestra relación frente al mundo, como tanto ella lo quería en un principio y por mis miedos permanecimos queriéndonos en secreto. Salimos como una pareja común y corriente, ganándonos miradas llenas de sorpresa y de odio. Para algunas personas, nuestro amor es un sinónimo de lo “tabú”, solo por el simple hecho de que ella más joven que yo y que es la mejor amiga de mi hija. Mientras Katie y la madre de Melanie acepte lo nuestro, lo que digan los demás me importa muy poco. Hacemos todo juntos, porque ella tiende a quedarse en casa algunas semanas, pero sigue negándose a dormir a mi lado. Por lo que prefiere pasar las noches con Katie, teniendo sus clásicas conversaciones de chicas hasta altas horas de la noche.Podría decirse que después del paso de
La vida es una ruleta; unas veces puede caer en el día de tu suerte y sacarte la lotería; otras, perderlo absolutamente todo lo que has apostado en ella, incluso si ese significa la mismísima muerte. Elena era a lo único que había apostado con los ojos cerrados, porque con su dulzura y su amor me demostró que no había ningún límite que nos separara, que no había frontera que pudiera poner distancia a nuestro amor. Ella no conocía de maldad ni rencores, y cada día durante 15 años no hizo más nada que estar para mí; amándome y acompañándome incondicionalmente.Desde que vi sus ojos de color verde, quedé embrujado y cautivado en el brillo y en el hechizo de ellos. No había persona más solidaria, amable y carismática que Elena. Aun creo estar viviendo un sueño, no puedo creer que una mujer con la vida por delante se
Los años fueron pasando rápido, pero muy lentamente para mí. Cada día me pierdo en el pasado, en los recuerdos de la vida que tenía con mi Elena; en lo felices que éramos y en lo poco que duramos uno en brazos del otro. Son cinco años los cuales aún creo estar en un sueño; pienso que en cualquier momento despertaré y ella estará de nuevo con nosotros; dándonos el amor y la felicidad con tan solo una sonrisa y una mirada. Ella tenía ese don de arreglar los días grises con su mera presencia, en cambio, ahora todo se ha vuelto negro. Mi amor por ella sigue intacto, tan intacto como desde el primer día que mi corazón empezó a amarla.Mi hija ya es una mujer, hecha y derecha, pero con el dolor aún vivo en su corazón y en su mente. Hemos aprendido a sobrevivir con la ausencia de ella, pero no soportamos y tampoco aceptamos la decisión que
Me encontraba en la oficina, clavado en una montaña de papeles y trabajo retrasado. No tenía ni la menor idea de donde había salido tanto trabajo estos últimos meses, pero agradecía que así lo fuera, pues las horas que dedico a mi trabajo me olvido hasta del mismo dolor que siente mi corazón.Escuché la puerta abrirse, sabiendo del intruso que no respetaba mi tiempo laboral ni personal, seguí estudiando el plan de negocios para la próxima reunión. Si consigo cerrar el trato, la empresa tendrá un doble crecimiento. Gabriel tosió y acto seguido oí el chirrido de la silla del frente, lo que me llevó a mirarlo por encima de los espejuelos. Una sonrisa inocente apareció en su rostro.—Es casi medio día, ¿sabías que es hora del almuerzo?—Qué bueno saberlo — regresé la atención al