—Yo no he contratado a ninguna empleada nueva… —recalcó Jackson interrumpiendo a su esposa, al mismo tiempo que clavaba su mirada fría en ella.

—¿Eh? —Victoria no podía creer las palabras de él—. ¡Es imposible!, ella usaba el uniforme como las demás, ella se veía muy amable y… ¡Oh no!, no puede ser… —negaba Victoria con su cabeza asustada— Yo misma tomé algo que pudo matar a mi hijo…

En ese momento, ella cubrió su rostro con sus manos sintiéndose abrumada y molesta consigo misma.

Jackson salió de la habitación sin decir más nada.

CLAC~

Sonó la puerta al ser cerrada de golpe.

Victoria volvió a ver en esa dirección con una expresión decaída.

"Él… ¿Se ha enojado conmigo?"

—No se preocupe señora Mitchell, aún no es seguro que esa empleada le haya dado alguna medicina que reaccionara en usted horas más tarde. Es mejor esperar los resultados de todos los alimentos que se enviaron a examinar —informaba el doctor Watson.

Sin embargo, esas palabras no animaban a la bella mujer de ojo