POV: RIGAN
Seguimos por los corredores oscuros y estrechos. Davion lideraba el camino, con su postura tensa y alerta. A cada paso, sentía la adrenalina recorriendo mis venas.
— Rigan, tenemos que darnos prisa. — susurró Maeve, con la voz temblorosa.
— Lo sé, pimiento. Quédate cerca de mí. — La acerqué más, protegiéndola con mi cuerpo.
Davion se detuvo abruptamente, levantando la mano para señalar silencio. Miró a su alrededor, evaluando la situación antes de guiarnos hacia un pasaje lateral.
— Por aquí, rápido. — susurró, señalando una puerta medio escondida.
Pasamos por la puerta y entramos en una sala tenuemente iluminada. Las sombras en las paredes parecían moverse, creando un ambiente aún más opresivo. En el c