Erick

Dentro del Auditorio todos estaban atentos a las indicaciones que nos daban sobre todo con el protocolo de no hablar más de la cuenta, si no era necesario de que muchos hombres de allí mantenían su privacidad y era lo más importante, no nos permitían teléfonos celulares ni siquiera algo tecnológico que se pareciera o pudiera grabar aunque fuera un sonido, como les dije antes muchos de los hombres eran personajes y figuras públicas que tenían una imagen intachable políticos e incluso religiosos que estaban es en estos negocios de manera clandestina, pero que le garantizaban mucho dinero a su vida diaria es por eso que todo era tan privado...

Cómo para todos era la Dama Silvana y había vuelto me rendí al respeto de muchos; me saludaban inclinándose ante mí y otros simplemente me guiñaban o sonreían tanto mujeres como hombres, yo me sente al final del camino y entonces mi amigo detrás de mí me indicó que muchos estaban mirándonos.

Intenté no ponerme nervioso para no delatar a nadie