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Narra Leah

Amaneció, y todo mi cuerpo se sentía pesado. Cuando volví en sí, sentí a Santiago encima de mí  Un breve destello de la noche pasada llegó a mí y no pude evitar volver a sentirme triste.

Santiago tampoco había elegido su camino, sin embargo aquí estaba, a su lado cumpliendo con su misión. Que justa e injusta, tuvo que aceptar.

Le había dicho que lo amaba, y es que era lo que sentía. Lo amaba y ya no quería ocultarlo más.... Teníamos un mes para estar aquí. Y que tal sin importar que viniera después, que talla si lo disfrutaremos a escondidas de todo este caos.

Si nos diéramos la oportunidad de ser felices unos días...

—Mmn —De a poco se fue despertando.

—Buenos días, dormilón.

Santiago se sobresaltó. Para él también fue un choque.

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