Celia hizo el intento de acercarse a Jimena, pero Arturo la detuvo- Atrévete a ponerle una mano en presencia mía- El hombre parecía molesto. 

Señora Douglas no haga eso - El abogado también interrumpió - No haga eso porque puede salir peor - Ninguno aún ni se estaban dando cuenta del impacto emocional que había tenido las palabras de Celia en Jimena. 

Solamente estoy diciendo la verdad, mi marido la recogió nada más, ella no es nada nuestro- Celia Douglas había sacado las garras. 

Basta mamá- Alejandra también la interrumpió en el caso de que aquello sea verdad papá ya tomo tu decisión y solo tenemos que aceptarla.

Firmen los documentos y terminemos con esto - Arturo ya estaba bastante fastidiado, Alejandra había accedido a firmar, mientras que Jimena aún no podía superar las palabras de su madre, Celia no había firmado ningún documento unos minutos después Arturo ya se había ido con Jimena, la mujer al entrar al vehículo no pudo contener las lágrimas, ya que ahora entendía por qué su madre la trataba de menos siempre, la humillaba y porque nunca había recibido el cariño de madre. 

Arturo conducía el vehículo sin prestarle atención a Jimena, pero cuándo se detuvieron Jimena se había sorprendido aún más, ya que se detuvieron en un Sanatorio y el pequeño grito de dolor que emitió al sentir cómo Arturo le había quitado una hebra de cabello. El hombre nada más negó con la cabeza y salió del Vehículo Jimena no tuvo otra opción. 

Buenos Días- La voz del hombre era grave y Jimena se había percatado que la recepcionista se había quedado prácticamente hechizada por Arturo Santos. 

Una muestra de ADN - Fue lo único que Expresó Arturo mientras que Jimena se había quedado plasmada en su lugar tragando saliva. 

En unas horas podrás confirmar si eres o no una Douglas - Las palabras expresadas por Arturo lograron que los latidos de Jimena se acelerarán un miedo indescriptible se apoderó de ella prácticamente se había quedado sin hablar. 

10 minutos después ya estaban de regreso Arturo la había dejado en la Villa Santos posteriormente se dirigió a la Empresa mientras que a Jimena lo único que le quedaba era llamar a Romina. 

¿Estás bien? - Preguntó Romina al escuchar la voz de su amiga bastante baja. 

Ven para la Villa Santos. 

Ni hablar no me voy a ir allí espérame afuera no me arriesgaré a que tu marido me mate estrangulada - Jimena había sonreído por primera vez en el día a causa de lo expresado por Romina. 

Pero Jimena no se esperaba que Ramón estuviera con ellas. A decir verdad los ojos de Jimena brillaron al ver al joven, pero antes de que subiera al vehículo su celular había sonado - Te quiero lista en 5 minutos tendremos un viaje de negocios y, ya que tu padre quiere que te enseñe el mundo empresarial cumpliré con sus deseos 5 minutos Jimena - Arturo terminó con la llamada. 

¿Quién te ha llamado y de dónde sacaste ese celular? - Romina parecía bastante curiosa, pero en ese momento el vehículo de Arturo también estaba llegando. 

Lamento que los haya hecho venir, pero se presentó un inconveniente - Jimena estaba por salir cuándo las manos de Ramón la detuvieron. 

No te vayas - La voz del hombre contenía súplica. 

Lo tengo que hacer - Jimena se soltó del agarre lentamente. 

Lo tiene que hacer, ya que la cara bonito está de regreso y Jimena le tiene miedo - Romina se miraba el esmalte. 

Tú no sabes nada además ha ocurrido algo los veo luego - Jimena había salido del vehículo, pero ni bien entro las manos de alguien agarraron fuertemente su muñeca. 

¿Quién es él?- Arturo parecía bastante molesto. 

¿Él? - Jimena frunció el ceño. 

No me quieras colgar un sombrero en la cabeza Jimena - Arturo ejerció más fuerza en ella. 

Arturo, Jimena - La voz de Alejandra los interrumpió. 

Jimena intentó zafarse más rápido del agarre, pero Arturo la agarró más fuerte pegándole más a su cuerpo. Alejandra tenía un aspecto muy débil y Jimena inmediatamente se había sentido mal por su hermana. 

Alejandra ¿sucede algo? - Pregunto Jimena. 

Escuche que van a participar en el Congreso Empresarial y quería saber si podría acompañarlos - Jimena aquello lo vio como una magnífica oportunidad para que Arturo y su hermana hablaran. 

Por supuesto que puedes- fue la única respuesta dada por Arturo con bastante indiferencia posteriormente se subió a la habitación y Jimena fue con su hermana. 

Alejandra no pudo contener las lágrimas- Jimena me duele tanto su indiferencia lo necesito, lo necesito más que nunca. 

Esta será una de las mejores oportunidades par que arreglen sus diferencias - Jimena le acarició el cabello a su hermana. 

Jimena no importa que no tengas la misma sangre que yo, o que seas una recogida para mí siempre serás mi hermana pequeña, me voy tengo que ir a prepararme. 

Jimena sintió un pinchazo al escuchar las palabras de su hermana secándose las lágrimas traicioneras también se había ido a la habitación. 

En el ventanal estaba Arturo observando el vehículo de Alejandra alejarse se notaba cierta mirada perdida en sus ojos verdes, Jimena rápidamente entendió que Arturo estaba así por su hermana. 

Cuándo el hombre sintió los movimientos de Jimena en la habitación se había dado la vuelta - ¿a dónde vas?. 

A cambiarme. 

No, quítate la ropa delante de mí. 

Estás mal no pienso hacerlo - Jimena dios varios pasos atrás al ver la sonrisa Lobuna en el nombre. 

Me perteneces eres mi esposa ante la ley y mi mujer en todos los sentidos no puedes negármelo así que quítate la ropa además no hay nada que no haya visto o tocado de ti - Las palabras de Arturo hicieron que Jimena se sonrojara. 

Deja de ser un pícaro me has dicho en 5 minutos quiero que estés lista no hagas problemas. 

Puedo ser pícaro las veces que quiera con mi mujer - Arturo tenía una mirada ardiente mientras que Amara tenía una mirada de timidez. 

No quiero nada - La mujer ya conocía aquella mirada. 

Pequeña Ada tú no sabes que cuando más rechaces a un hombre más te deseara. 

Bueno puedes desear a otra mujer - Jimena apretó sus prendas que sostenía en sus manos en ese momento. 

Pero te deseó a ti - Arturo logró que el pensamiento de Jimena se nublara ante lo expresado.