¡Estoy en casa!, pienso al sentir los brazos de Jhyn apretarme contra su pecho.
Gran susto por culpa de esos idiotas, debí partirle la nariz al menos a tres más de ellos, para que aprendan.
— ¿Estás bien?—pregunta mi mamá tocándome los brazos y revisándome el rostro.
Yo asiento, sabiendo que ninguna palabra podrá tranquilizar a mi madre. No por ahora, después del susto que le hice pasar.
Los policías se aclaran la garganta y veo cómo uno de ellos saca una libreta de su bolsillo y el otro le entrega un lápiz.
—Señorita, entendemos que quiere descansar, pero necesitamos hacerle unas preguntas de rutina. —índica el más alto.
Jhyn no me deja salir de un abrazo apretado, mientras los policías me hablan.
Bien, aquí vamos.
Hora de mentir, Caddie.
— ¿Por qué? ¿Está muy guapo?—pregunta rápidamente como si le estuviera contando el nuevo capítulo de su novela de las diez.— ¡Pues claro que era guapísimo!—exclamo y ella jadea.— ¿Cómo puedes decir eso?... ¿Y Caleb?—pregunta preocupada.—No, mami. Lo que quiero decir es que obviamente era guapísimo porque resulta que es idéntico a mí. Mismos ojos, misma nariz, boca… Es idéntico. Rachel quedó en el olvido, ni se parece en comparación a cómo somos de idénticos él y yo. —le digo emocionada.— ¿E-entonces…? ¡Termina de hablar que mi mente maquina muchísimas cosas!—exclama impaciente.— ¡Pues que me dijo que él cree que somos hermanos!—le suelto y ella palidece.— ¿Co-co-c&oacut
CADENCE—Muchas gracias, ahorita está descansando… Pero estará muy feliz cuando despierte. —dice la voz de mi madre.La voz de Jhyn me saca de mi letargo. Se escuchan otras voces junto con la suya, pero unos tonos más graves.Me muevo un poco sobre el colchón, intentando volver a dormir pero me es imposible, me saco la manta de encima y salgo de la cama.Me aseo y salgo de la habitación en pijama.— ¿Jhyn?—pregunto intentando conseguirla.— ¡En la cocina!—exclama y yo sigo su voz.— ¿Con quién hablabas?—pregunto, tomando una pera del jarrón de la mesa y dándole un mordisco.—Los policías, trajeron tus cosas bien temprano, ya se fueron. —dice y pasa a mi lado acariciándome el cabello.—Dejé tu teléfono y agendas en el sofá.—in
Al entrar al hotel comienzo a asustarme un poco.El lugar luce demasiado lujoso ante mis ojos, como para ser cualquier hotel calificado como de tres estrellas… Pero decido ignorar eso y no darle muchas vueltas al estilo de vida que parece llevar el Sr. Lucien Gates y hasta el mismo Daniel que parece estar bien adaptado ya.El interior del hotel tiene un estilo bastante vintague que, sorprendentemente, me parece que se ajusta perfectamente al estilo de vestir que tiene Lucien Gates.—Por acá. —indica el abuelo Lucien y subimos al ascensor los cuatro.Jhyn se mantiene silenciosa, como evaluando todo a nuestro alrededor.Daniel se mantiene sonriendo nerviosamente y me pregunto si es que está emocionado de que puede que seamos hermanos.El Sr. Lucien se mantiene apacible, como si estuviera muy seguro del resultado de una prueba que ni siquiera se ha realizado.Salimos del ascensor y mis nervios se disparan
—Entra, Jhyn…—susurro y la veo con la intensión de refutar mi petición. — Hablaré con Caleb… A solas. —le digo con determinación y ella nos da una mirada preocupada, pero luego asiente lentamente y entra.La veo entrar y en cuanto la puerta se cierra, me giro hacia Caleb.Aquí voy.—Amor, sé qué te parece que todo es incomprensible e ilógico pero la verdad es que… Que yo…—comienzo a decir sintiéndome muy nerviosa.— ¿Por qué te trajo un hombre ayer y hoy también? ¿Una Hummer trabajando de taxi dos días seguidos?—pregunta sarcásticamente.Por su expresión sé que está muy molesto.Y por experiencia, sé que cuando está molesto no entiende de razones.De ninguna forma en la tierra.—Caleb, para q
El frío de la noche me azota el rostro y las piernas descubiertas.Escucho grillos en patio delantero.Samuel mantiene su expresión de serenidad fingida y yo jadeo.— ¿De verdad, Samuel?—pregunto impresionada. Desde luego que me lo llegué a imaginar, pero escucharlo de la boca de Samuel me hace sentir más confianza y seguridad de que no he enloquecido, de que no es una loca idea que se me ocurrió a mí.—Sí, eso es lo que creo… ¿El bendito problema? Pues que su ex parece ser imposible de rastrear. Lo único que pude conocer sobre él es lo de la banda de motociclistas, sobre que es miembro de la banda… De resto no hay evidencia de quién pueda ser. —informa, moviéndose el cabello rizado con los dedos, y yo suspiro.—Ahora, yo tengo información para ti. —le digo con valentía y él me mira con as
—No creas que estoy justificando sus malas decisiones, porque no las justifico… y él mismo reconoce que nada de lo que hizo tiene justificación. — dice con determinación y de pronto siento alguna clase de orgullo por sus palabras.—Me siento identificada contigo. Tu forma de pensar se parece a la mía. —murmuro con sentimiento y él me sonríe dulcemente.—Gracias, pequeña. — dice y se aclara la garganta. —La enfermedad de papá se denomina EPOC, por sus siglas significa “Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica”, básicamente es un montón de enfermedades pulmonares que llegan y jamás se van. —dice y yo respiro profundo, procesando el significado de lo que está diciendo.Gabriel Gates no se salvará de ésa enfermedad. Qué horrible realidad.Qué feo q
Distintos momentos de mi vida pasan por mi mente ahora.Todas esas veces que de pequeña me quedé dormida llorando, sintiendo que mis padres no me habían amado.Que mis padres prefirieron abandonarme como a la basura.Todas las veces que vi cómo el Sr. John le daba palabras de aliento y confianza a los chicos.O cuando Jhyn sentía que debía actuar como si yo ya no supiera la verdad.¿Cuánto tiempo podría sostenerse esa mentira si la única pelinegra de baja estatura en la casa era yo?Cuando Jhyn me dijo la verdad, no sabía qué pensar de mis orígenes. Ella solo lloraba y me aseguraba que ella me amó desde la primera vez que me vio sin importar la sangre.Pero no importaba qué dijera Jhyn, me sentía tan… sin valor.Como un juguete al que nadie quiso.Ahora estoy aquí, a pun
— ¡¿TE HAS VUELTO LOCO, CALEB?!—Pregunto, comenzando a ponerme histérica.—Sólo digo lo que siento y veo. —responde en un tono de voz calmado.— ¿Cómo puedes creer que te estoy engañando con otro?—repito sus palabras sintiéndome insultada y veo cómo Caleb me mira inexpresivo.— ¿Entonces qué es lo que está sucediendo, Cadence?—pregunta con voz cansada y yo suspiro.—Estoy resolviendo algo de mi vida privada, algo que aún no sé por qué está ligado con Rachel y su embarazo, intenté decírtelo pero…—comienzo a decir.—Otra vez con lo mismo de Rachel y mamá…Ésta es la razón por la que a mi parecer, estás viéndote con otro hombre. Sólo saltas de un tema a otro sin explicar nada. — me interrumpe.