CALEB
Observo a Rachel en la cama y agradezco a Dios que por fin se compadeció de mí lo suficiente como para quedarse dormida después de tanto jaleo.
Sé que debo dejar de quejarme de lo que estoy viviendo, el doctor dijo que los bebés (aunque parezca algo místico) sienten las vibras o actitudes de ambos padres, y juro que no quiero afectar a este bebé y menos si termina siendo mi hijo, pero… esto no es fácil.
Sigo creyendo que es casi imposible que el bebé sea mío. No siento que yo sea parte de esto.
Ni siquiera entiendo como algunas personas se casan y tienen hijos sin amarse… ¿Cómo sobreviven? Si yo ya me siento morir de tener que soportar a Rachel.
No soporto tener que cuidar a Rachel mientras hace sus berrinches.
Lo único en lo que puedo pensar (aun estando aquí) es en Cadence. Me pregunto si
Aceleré y en unos cuantos minutos estaba llegando a mi destino.Vi el bar de la ciudad vecina aparecer frente a mí y estacioné. Era el bar que frecuentaban algunos de mis amigos y decidí entrar de una vez por todas, para tomar un poco de whiskey.Al día siguiente tendríamos reunión, así que no debía excederme.De verdad lo intenté pero estaba tan dolido con Caddie… Con el pasar de los minutos, ese “poco de whiskey”, se convirtió en “mucho whiskey” y todo me comenzó a parecer un borrón. Las personas, la música y la mismísima bebida.De pronto, la vi.Caddie.Está aquí.—Mierda, la veo en todaz parrrtess.— recuerdo que dije con la lengua convertida en trapo y le frunzo el ceño a mi vaso de whiskey.La mujer se acercó y rápidamente e
Suelto un quejido que definitivamente suena como el llanto de un cachorro. —Pero, ¡¿Qué están haciendo?!—pregunta Jhyn alarmada, entrando en la habitación a socorrerme. —Ouch…—gimoteo intentando ponerme de pie. —Jo-der, Caddie. Es-sa caída sonó… f-f-fea. —dice Jared asustado, asomándose desde el colchón. Jhyn me ayuda a ponerme en pie y yo grito al sentir un tirón doloroso en un músculo del cuello. —Deberíamos hacer que alguien te revise. —murmura ella en modo mamá osa, observándome preocupada. Niego, restándole importancia a mi reciente casi desnucada. Me olvido de mi dolor de cuello y la abrazo con fuerza, escondiendo mi rostro en su largo cabello. —¿Dónde has estado? Extrañaba tu voz, Jhyn. —susurro. —Yo también te extrañé… Estaba ajustando unos cabos sueltos, amor. — responde y me da un beso en la sien. Ella me deja ir y se acuesta en la cama, abrazando fuertemente a Jared y dándole besos por todo el
Siento cómo los nervios hacen mella en mí. ¿Por qué está tan empeñado en conocerme? ¿Qué verdad debe salir a la luz? De pronto, siento que al final sí debo ir a conocerlo. Alguna razón de peso debe existir para que insista tanto. Sólo espero que esa razón no sea secuestrarme o matarme. Asustada con ese pensamiento, decido enviarle una captura del correo al detective. No recibo respuesta de él. Y pienso que quizás está ocupado. Decido ocuparme de mis tareas en el trabajo y le envío un texto a Caleb preguntándole cómo está y diciéndole que lo extraño. De pronto, siento que estamos en continentes diferentes. Nos estamos alejando. CALEB Ya no soporto la presión que me están aplicando mamá y papá. Pienso mientras los veo de pie al lado de la cama, en la que Rachel está recibiendo el tratamiento. El doc
—Jhyn ha pasado su juventud y edad adulta cuidando de todos nosotros, ¿no es así? Debo decir que estoy agradecido porque nos ha dado su amor y su tiempo. —dice el abuelo y todos (Caddie, Jared, Zareck y yo) asentimos de acuerdo con él. —Pues, se ha dado cuenta de que ha hecho un espléndido trabajo. Ya todos ustedes son maravillosos hombres, mujeres y jovencitos que están escribiendo su propia historia, viviendo felices lo que quieren hacer… ¿Pero, y Jhyn? ¿Es justo que pase también su edad adulta sólo con nosotros? ¿No creen que merece alcanzar nuevas metas, conseguir el amor, quizá?—pregunta el abuelo y todos guardamos silencio.Sabemos que tiene la razón, pero entendemos que asentir ahora mismo es reconocer que Jhyn tiene derecho de irse.—Papá…—gruñe papá como diciéndole al abuelo que no hable más.
—Te entiendo, amor. Pero tenemos que encontrar una solución. De alguna forma tenemos que vencer todo lo que está sucediendo…—gimotea pensativo Caleb. —Cásate conmigo, Amor. —pide de nuevo y yo siento que seguiré llorando a mares, cuando lo veo arrodillarse.—No, Caleb. No de nuevo…—lloro triste. —Quiero que cuando nos casemos sea por dicha, Cal. No porque te parece que será, de alguna forma, la solución a nuestros problemas. — digo y veo cómo el ánimo de Caleb decae.—¿Qué más da que sea ahorita o luego?—pregunta comenzando a molestarse y yo gimo, porque sé lo que se viene.—¡Igual sé que eres la única mujer con la que quiero compartir mi vida, Dulce! ¿Por qué te niegas cada vez que te lo pido?—pregunta dando un paso atrás que se me antoja abismal.—
—Oh. —suelto sorprendida ante las palabras de Jared.¿Cómo “La Avery Wilson archienemiga declarada de Jared”?J0der, ¿ahora qué está sucediendo aquí?Me llega una notificación y ansiosa, reviso si es del detective, pero no lo es y mis ánimos decaen.¿Qué rayos sucedió con el detective? Van dos días que no responde y temo que el tiempo sea crucial en ésta situación, pienso al ver cómo nos alejamos de la escena que Louise Dryden está montando ante nosotros. Ésa mujer parece estar ganando terreno en esta batalla y me preocupa que esté empeñada en alejarnos a Caleb y a mí.Como si conociera lo que pienso, Caleb me acerca más a su pecho y suspira cuando meto mi cabeza en el hueco de su cuello.No podemos dejar que el mal gane la ba
El bar no es para nada como me lo imaginé, pienso nada más entramos al lugar.Lo primero que se me ocurre es: ¿Cómo rayos pretende charlar Duncan en éste lugar?Las luces se pasean de aquí para allá al ritmo de la música. Música que por cierto retumba haciéndome vibrar los órganos y temblar en los zapatos.Está demasiado alta.Las personas bailan sensualmente al ritmo de una canción que no conozco y de pronto comienzo a sentir que ha sido una muy mala idea venir aquí.Duncan solicita una mesa V.I.P. y un hombre con uniforme nos guía hasta unas escaleras oscuras.Totalmente oscuras, la verdad.Subimos las escaleras detrás de él y nos indica una mesa vacía.Sorprendentemente, el lugar arriba es un poco más silencioso, lo que me hace creer que las paredes tienen algo que ma
Ha sido una muy mala idea aceptar un par de tragos a Duncan, lo juro, pienso molesta al sentir que las bebidas (que antes estaban en la mesa) me empapan la parte delantera del vestido. El frío me congela los huesos. Intento alejar la mesa de mí y gimoteo. La mesa de seguro me dejó un moretón en la pierna cuando me cayó encima. — ¿Cómo te atreves a ponerle un dedo encima, imbécil?—grita la voz de Caleb y salgo bruscamente de mis pensamientos. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo supo si ni siquiera me respondió los mensajes? — ¿Y tú de dónde mierdas saliste?—grita Duncan en respuesta, parece no entender nada de lo que sucede mientras Caleb lo tiene contra el suelo. —De tus peores pesadillas, pedazo de imbécil. — gruñe Caleb al tiempo que le asesta un tremendo puñetazo. Veo cómo Duncan echa la cabeza hacia atrás, como en cámara lenta y me asusto demasiado al verlo sin reaccionar. Caleb parece dispuest