Kaleb:
El aire de la madruga en Rusia es frío, San Petersburgo es muy bonito pero jamás viviría aquí.
Nico me ha dicho que Dimitri ha corrido como cobarde que es y aún vaga por las hectáreas donde se encontraba su casa. He manipulado a la policía local y no han acudido al lugar aún. Mi móvil suena de nuevo
—Lo tenemos hermano y… me ha dado —me alarmo al instante
—Ve al hospital ahora mismo, atiéndete y mandaré Adrián a recogerte —se niega pero al final lo hace, nadie le estaba preguntando.
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Al cabo de unos 20 minutos una camioneta negra se estaciona frente a la
Sylvana:Camino por las calles de Indianápolis. No sé a dónde rayos me dirijo. Llevo conmigo la maleta pequeña que han traído para mí.Tomo asiento en la banca de un parque cercano. He caminado por lo que parece una eternidad.Abro la maleta y no hay nada de comida y mis tripas suenan como locas. Pero si hay una botella de agua, y… 20 dólares.Decido que es hora de descansar un poco. Coloco la bolsa de ropa como almohada y extiendo mi cuerpo por la banca sin percatarme me quedo dormida.Es nuestra antigua casa, mi padre baja las escaleras y me recibe con un abrazo.—¿Por qué estás aqu
Kaleb:Falta aproximadamente una hora para llegar a Indianápolis. Mis manos y piernas no dejan de moverse. Me ha informado Camilo que han encontrado a mi Sylvana. Tomo un sorbo más a mi sexto café. Quiero verla ya.▮▮▮▮▮▮El camino a casa es en silencio, Adrián se dedica a vigilar retrovisores y yo en pensar en Sylvana.He hablado con el encargado de la funeraria y el velorio y sepulcro será mañana por la mañana.Al fin aparcan el auto frente a la puerta principal y salto de él. Camino hacia mi despacho y no hay nadie, al girarme me encuentro con Camilo.—Ella ha subido… —dice nervioso y yo asiento. Subo sin mirar
Sylvana:Me tumbo de nuevo en la cama y dejo salir las pocas lágrimas que quedan en mí. Odio estar aquí, ¿Pero qué otra cosa puedo hacer?, No tengo dinero para irme. Más precisamente no llegaría ni al centro caminando y no llevo ni un dólar para comer que no sea propiedad de Kaleb Rocca.Prácticamente estoy en la calle, como en los últimos 3 años. Lo que antes veía como mi salvación ahora es mi cárcel.Golpes en la puerta me sobresaltan. Entra con cuidado Norma y deja una charola sobre la mesa.—Mi niña, come algo, no te me vayas a enfermar —susurra—No tengo hambre Norma, pero gracias.
Kaleb:—Llego tu turno jefe —dice el hombre que arregla las peleas y yo asiento. Hace bastante tiempo que no volvía a esto, lo necesito.—No vayas a cometer una estupidez —dice Nico. Subo al octágono y comienzo a pasearme alrededor.El hombre con el que me ha tocado pelar es bastante grande, casi 2 metros de estatura y más de 100 kilos de peso.Escucho a la gente gritar y después la campana suena. Me muevo de un lado a otro y el primer golpe llega directo a mi boca. Escucho las maldiciones de Nico y Adrián.—No debimos dejar que peleara así —suspiro y vuelvo a entrar a él y otro golpes más. Solo pienso en lo estúpido que soy, en el da&
Kaleb:Me he puesto un traje negro y una camisola blanca, he decido usar corbata. Iremos a la iglesia primero y debo confesar que hace 10 años que no me paró ahí.Miro salir del vestidor a Sylvana y se ve hermosa con su vestido negro hasta la rodilla. Lleva unos discretos zapatos de tacón y el cabello recogido, dejando ver su hermosa y pálida clavícula. Tengo que hacer un esfuerzo por ignorar esos raspones en sus codos y rodillas cicatrizándose.No me ha dirigido la palabra desde que despertó, ha tomado un café con leche y se ha sentado en el balcón de la habitación. No sé cuánto podré resistir a su silencio.—Te ves hermosa —digo suspirando y ella asiente sin mir
Sylvana:Gianna y yo vamos a paso lento. Miro el pasto verde cubriendo un poco mis zapatillas.—No dudes en llamarme si quieres hablar… si quieres reír, yo estaré para ti Sylvana —le dedico una sonrisa muy a la fuerza—Gracias, espero todo vaya bien —asiente varias veces y noto cuando Kaleb se empareja a nosotras.—Bueno, los dejo, mañana en la tarde me paso por allá —besa mis dos mejillas y le dedica una sonrisa torcida a su hermano. Los padres de Kaleb se acercan a despedirse y le agradezco de nuevo su compañía.▮▮▮▮▮▮El camino a casa es silencioso, me dedico a ver por la ventana y escuchar la m&uacut
Kaleb:—Mierda Kaleb, no me gusta nada que estés haciendo esto, sabes perfecto que no solucionas nada así… —dice Nico secando el sudor y sangre del rostro.—No estoy pidiendo tu aprobación —digo con dificultad. Me han reventado el labio inferior una vez más, la ceja izquierda y las costillas me están matando.—¡Te han desviado el tabique, eres un estúpido! —grita furioso y yo asiento. La campana suena de nuevo. Es el segundo round y creo que es hora de acabarlo.Me abalanzo contra él y doy el primer puñetazo justo en su sien dejándolo inconsciente.El réferi da por terminada la pelea y levanta mi brazo una vez más.
Sylvana:Me despierto y Kaleb no está en la cama. Me hago un ovillo y escucho como la puerta de la habitación se abre.Un silencio se apodera del lugar y después sus pesados pasos recorren el espacio hasta el baño, escucho la regadera abrirse.Tomo asiento en la cama y doy un sorbo al vaso de agua que está en la mesita de noche. Miro el reloj que indica las 10 de la mañana trato de que mi mente deje de pensar.Kaleb sale del vestidor usando jeans oscuros y una camisa color azul marino, se ve muy bien. Sus gruesos brazos hacen ver mucho mejor esa simple camisa. Trago saliva y vuelvo mi mirada hacia el balcón.—Buenos días —susurra y es cuando miro sus ojos, tie