Sylvana:
—¿Todo está bien? — pregunta Claudio y yo asiento
—Sí señor, gracias—me siento muy nerviosa, ¿qué tal si estoy bailando mal?, ¿Qué tal si se siente incómodo?
—Dime Claudio por favor, ¿te está gustando la fiesta? — carraspeo. Ignorando la escena del regalo y que su hijo me acaba de confesar que son mafiosos…
—Es fascinante, todo es hermoso—el hombre asiente y desvía un poco la mirada.
—¿Estás tranquila?, Kaleb me ha dicho que te han molestado— abro los ojos como platos y sonrío tímidamente
—
Kaleb:He enviado ese último mensaje al nuevo móvil de Sylvana. Reviso las notificaciones para ver si no ha enviado alguna respuesta pero no hay nada. Tal vez no lo ha visto, me repito.Me deshago del traje y de la ropa interior, me recuesto en la cama y cierro los ojos tratando de dormir. Son las 2 am suspiro y doy vueltas como loco por toda la cama. Siento desesperación.Enciendo la luz y busco el frasco de pastillas que utilizo para dormir, tomo dos y espero que hagan efecto.▮▮▮▮▮▮2:40 am y sigo sin poder dormir, enciendo la luz y busco ropa interior en mi cajón, un pantalón de pijama y salgo de la habitación.Me detengo varias v
Sylvana:Siento como mi cuerpo reacciona. Tengo que levantarme. Tengo que ir a trabajar. Olvídalo, no tienes que hacerlo te han echado.Suspiro y al abrir un poco los ojos veo la luz y vuelvo a cerrarlos rápido, trato de abrirlos de nuevo y ¿hay alguien en el sillón?, me cuesta acostumbrarme así que vuelvo a cerrarlos y me relajo de nuevo.Pasan 10 o 15 minutos cuando por fin me siento a la orilla de la cama. Esto ha sido genial, hace años no dormía tan plácidamente. Reviso a mí alrededor y todo está igual. El reloj indica las 7 de la mañana. Estiro mi espalda. Es un sentimiento tan satisfactorio.Me pongo de pie y camino hacia el cuarto de baño. Lavo mi rostro y dientes con un nuevo cepil
Kaleb:Me quedo un poco preocupado por Sylvana y mi madre. No me gusta que salgan después de lo sucedido ayer pero… no puedo alarmarlas, así que enciendo el rastreador GPS para seguir su camino.—¿Dónde están?— pregunto a Adrián—En la bodega señor.Subo al auto y conduzco hasta uno de los terrenos más alejados. Ahí se encuentra una de nuestras bodegas, donde generalmente mantenemos a nuestros rehenes.Confirmo que Sylvana y mi madre están en el hospital justo antes de bajarme del auto y entrar al lugar.—Jefe —me reciben algunos de mis agentes de seguridad y me conducen
Capítulo 26Sylvana:Vamos camino al hospital, en el fondo una tranquila melodía anima el silencio entre Magdalena y yo. Ella es la primera en hablar.—¿Tienes mucho tiempo luchando contra esto? —la miro extrañada—. Con la enfermedad de tu padre.—Varios años —contesto y tuerce un poco la boca—Que horrible, no me quiero ni imaginar lo difícil que es para ti verlo en estas condiciones.—He aprendido a vivir con ello —contesto tratando de sonar lo más natural posible.—Eres fuerte, ¿y tu madre? —el tema que tanto tiempo había tratado de pasar d
Kaleb:—Está aquí —dice Adrian. Un hombre de unos 30 años aparece hecho una fiera, tirando patadas y maldiciendo. Mi furia crece al reconocer que fue él quien le dio la caja a Sylvana. Lo sientan y esposan a la silla y es cuando decido comenzar a hablar.—Todos ustedes están jodidos… no saben que… —un disparo lo sobresalta. Sonrío.—Quiero que te calles la puta boca—El hombre me mira con los ojos bien abiertos pero después sonríe, sabe quién soy.—Jefe, que gusto verlo—su voz es mera despreocupación. Tomo un largo suspiro, visualizo uno de los instrumentos con los que mis agentes torturan y lo tomo. Es una gran vara de acero gruesa y pesada.<
Sylvana:—Vamos Jimena, contéstame—Mi amiga se pasea de un lado a otro por la sala de urgencias.He venido a verla y se niega a dirigirme la palabra desde el día en que le dije que me iría con Kaleb. Estoy un poco presionada por que Gianna me espera afuera en su auto.—Deberías ver tu cara, eres como una niña pequeña berrinchuda —suelto una carcajada y lo sé, está aguantando la risa. Aprovecho su momento de debilidad para fundirla en un abrazo. Cuanto la extrañaba, es demasiado terca.—Basta ya, me arrugaras mi bata —dice aguantando la sonrisa— ¿Cómo te está tratando tu novio ese? —Suelto una carcajada, al fin logré que me hablara. No dejo d
Kaleb:Me adentro en la habitación no muy seguro de cómo reaccionará Sylvana ante mi propuesta.—¿Qué pasa? —la coloco en el suelo y beso su frente. Señalo hacia mi vestidor y ella camina en esa dirección mirándome extrañada.Abre la puerta lentamente y al encender la luz del vestidor visualiza su ropa, gira en mi dirección y después en la mesa que utilizo como desayunador y escritorio ve la computadora que le he regalado.—¿Me has mudado? —asiento con una sonrisa rogando por qué no diga que no.—He mandado traer las cosas de tu baño y… bueno la verdad es que espero que quieras quedarte aquí c
Sylvana:La cena esta deliciosa. De vez en cuando Gianna y yo intercambiamos miradas, Samuele está a un lado de su padre hablando durante todo lo que llevamos aquí. Trato de tranquilizarla con la mirada pero apenas y puede respirar.—Tranquilízate—susurro y ella asiente tomando un sorbo de vino.Hay como 30 personas en el salón. En mi cabeza aún da vuelta la noticia del repentino viaje de trabajo a Rusia. No puedo evitar preocuparme, ¿qué tal si se trata de hombres asesinados?, últimamente he escuchado gritar más de lo normal a Kaleb. Doy un sorbo a la copa de vino que hay frente a mí.Como si me hubiera escuchado siento su mano sobre la mía y dirijo la mirada hacia sus hermosos ojos.