Kaleb:
Se lo he pedido un millón de veces y no me responde. Comienzo a desesperarme, jamás aceptaré un “no” por respuesta y menos de ella, Sylvana tiene que ser mía.
—Mira Kaleb, ahora seré yo quien te proponga algo —dice con voz tímida, asiento rápidamente.
—Lo que quieras —escupo. Sigo sin dejar su mano y tarda lo que parecen horas para articular sus siguientes palabras.
—No quiero apresurarnos, me refiero a que… —sus mejillas se acaloran—. Tú me pareces muy atractivo…
Habla sin mirarme a los ojos y una sonrisa maliciosa se me escapa, alza una ceja, parece que se ha dado cuenta.
<Sylvana:—¿Mi novio?, ¿en serio? — empuja la silla de ruedas con demasiada delicadeza.—Tenía que hacer algo oficial, los padres exigen y les agrada bastante que todo sea oficial —bufo y ruedo los ojos. No puedo creer lo que está diciendo, habla de algo oficial cuando ni siquiera tengo idea de que va todo esto.—Esto no es oficial, ni siquiera me lo has pedido, ni siquiera sé cuál es tu color favorito Kaleb —la silla de ruedas se detiene y por un instante me arrepiento de haber dicho eso. Kaleb rodea la silla y se coloca en cuclillas frente a mí para después dedicarme una media sonrisa.—Eso es sencillo, cualquiera que lleves puesto —no puedo evitar sonrojarme, pero tra
Kaleb:Sylvana me ha convencido de dejarla quedarse esta noche en el hospital con su padre.—Por favor, ve a descansar Kaleb —dice y yo asiento—Dejaré a varias personas encargadas de ti y de tu padre, dos afuera y el resto andará rondando por el hospital —digo besando su frente—Aun no entiendo porque tanta seguridad, pero está bien —dice encogiéndose de hombros. Oh nena, me duele tenerle que ocultar algunos aspectos de mi vida, sobre todo el más importante, mi trabajo. Espero que lo tome bien y tranquila al momento de enterarse y que para entonces ya no pueda alejarse de mí.—A primera hora volveré por ustedes —asiente<
Sylvana:—¡¿Qué va a hacer qué?! —dice mi amiga Jimena gritando en mi oído.—No grites que me dejaras sorda —bufa y niega con mala cara.—Sylvana estamos de acuerdo que apenas le conoces y él está declarando un amor casi imposible hacia ti —asiento y me toma por sorpresa su comentario. Algo dentro de mi dolió.—Lo sé, pero también siento cosas al estar con él —vuelve a bufar—Pues obvio, te está ofreciendo la luna, el sol y las estrellas, ¿Cómo mierda no vas a sentir cosas al estar con él? —entorno los ojos Kaleb:Tomo una bocanada grande de aire y me siento bastante nerviosa. Trato de detener mi mente que vaga como loca.—Necesito que me acompañes a una cena, esta noche— escupo y ella frunce el ceño.—¿Una cena?, claro— acepta apresuradamente, sonrío gustoso—Es en Hollymou—sus ojos se abren como platos, parece que le cuesta trabajo respirar.—No… puedo— habla sin aliento, ¿Cómo que no puede?, ¿Por qué?, frunzo el ceño y no puedo evitar que su respuesta comience a molestarme.—¿Qué?, ¿cómo que no puedes?, no te estoy preguCapítulo 17
Sylvana:La mujer lleva 5 vestidos en un trasportador lujoso color dorado. No quiero mirar las etiquetas, porque sé que no querré usar ninguna de estas prendas costosas. Pero mierda Sylvana, vas a acompañarlo a una cena de etiqueta debes por lo menos intentar lucir bien, no puedes llevar tus jeans y converse. Entro al probador y siento frío.—¿Qué le parece probarse este? —asiento y tomo uno que de los hombros hasta las caderas está cubierto de pedrería fina y cae una larga falda color vino—Si gusta puedo darle mi opinión, ¿o quisiera que el señor venga a verla? —contesto que no, casi de inmediato. Lo coloco rápidamente y me giro al espejo, no se ve nada mal, pero no creo que sea mi estilo.
Kaleb:Estoy en mi despacho arreglando una serie de entregas que no se han realizado de la manera correcta, mi móvil suena, es Nico.—¿Ya vienes en camino? —pregunto y me contesta que si con su frustrante forma relajada.—En 2 minutos llego —dice antes de terminar la llamada. Reviso de nuevo el registro de las cantidades y parecen correctas. Veo los balances, no hay ningún problema. Reviso mi reloj y faltan 30 minutos para las 8. Me frustra no saber nada de Sylvana, pero sé que estaría aún más inquieto si ella no estuviera bajo mi techo.Escucho el auto de Nico y me pongo de pie. Tomo mi arma y la enfundo, reviso el arma de mi pierna, todo correcto. Abrocho los botones de mi saco y me dispongo a salir al r
Sylvana:—¿Por qué usas un arma? —pregunto mientras él está concentrado en la carretera. Noto como se tensa y sus manos se aferran al volante.—Por seguridad hermosa, ya te lo he dicho —acaricia con su mano libre mi rodilla y eso hace que mi piel se erice.—¿Siempre la llevas contigo? —asiente—. ¿Has matado a alguien?Me mira de reojo y siento que no debí de haber preguntado eso, no estoy segura de querer la respuesta.—Es mi cumpleaños, ¿Por qué no dejas que yo haga las preguntas? —entrecierra los ojos.—Bien —me giro hacia la ventana,
Kaleb:Caminamos hasta salir del salón, se ven un tanto alterados y eso no me gusta nada. Trato de tranquilizarme un poco y sobre todo aguantar el hambre que siento.—¿Qué es lo que pasa? —pregunto a mi jefe de seguridad—Nos encontramos con algunos hombres queriendo entrar al evento señor —frunzo el ceño, ¿para eso tanto escándalo?—¿Y bien? —Adrián sabe a lo que me refiero, Nico llega por detrás—¿Qué mierda ha pasado? — y pronto se nos une Camilo, Adrián vuelve a repetir y después añade.—Los retuvimos po