Stefano salió pronto a llamar a los médicos, Pierina despertó, sentía su corazón martillar en su pecho, era de felicidad por fin su Pieri despertaba Le hicieron estudios, exámenes y dos horas después, le dijeron que todo estaba bien, entró a la habitación se acercó a ella, tomó su mano ella solo lo miraba, no conocía a ese hombre que tocaba su mano y la llamaba mi pequeña traviesa, quien era ese atrevido, que le decía como le decía su amor de niña, su Téfy.Téfy era su amor platónico su amor de niña, siempre le decía que era suyo, que se casarían cuando ella creciera y ahí estaba casada con él, sin saberlo era suyo, Téfy era suyo.-- Estás aquí, mi pequeña, todo estará bien, tu padre vendrá a verte pronto.-- Me escuchas?Apretó débil mente su mano en respuesta y lo sintió, sintió esa sensación de electricidad, recorrer su cuerpo, dejó un besó en su mano, acarició su mejilla, y ella durmió. Pero está vez era un sueño normal, despertaría a la mañana siguiente.Así fué, Pierina desp
Eres mi esposa.Esas palabras se repetían una y otra vez, en su mente. Pierina no creía lo que escuchaba, ¿ Como era posible?.......¿ Estaba casada con ese hombre?¡No!! Definitivamente esto era una pesadilla, tenía que ser una jodida pesadilla. - Si es una broma, es de muy mal gusto, no me gusta la idea ni de broma.- expreso muy enojada. Stefano sintió decepción al escuchar sus palabras, sin decir nada salió del lugar.Pierina miró a Stefano irse muy furioso, bajó las escaleras y salió.- Señorita, no puede salir sin escoltas.Dijo Luiggi, jefe de seguridad.- Si no puedo salir sola, entonces llévame, necesito aclarar algo con mi padre, y es ya!.Luiggi la llevó al edificio donde estaba Renato D'Alessio, llegaron al estacionamiento, dónde Pierina no esperó a que le abrieran la puerta del carro, salió como un rayo, subió al ascensor privado que la llevó directo a la oficina de su padre. Se abrieron las puertas, y salió como un huracán arrasando todo a su paso.- Padre!! ¿Que signi
Salí de mi ensoñación, di vuelta y regresé a la mansión, le daría este tiempo a ella, de pensar, liberarse, reflexionar, y sobretodo, que se dé el tiempo de pensar en la bebé."" Estoy seguro que de haber estado consiente de todo, ...No!... No!! No! quiero ni pensarlo."Metido en mis pensamientos, no me fijé y ya estaba en casa, --- Señor! El señor Renato lo espera en el despacho.--- Bien, gracias.Desmonté, le entregué el caballo al caballerango, y caminé al interior de la casa, fuí al estudio dónde mi padrino me esperaba..--- Tío! --- Dije a modo de saludo.--- Siéntate, hijo.Lo hice, mientras en se acercaba al minibar y servir dos vasos de whisky, me deja uno, y se sienta al frente mío mirándome fijamente.---- Como se enteró Pierina de que está casada contigo.?--- Tio, fué mi culpa, yo se lo dije, no me controlé y terminé diciéndole que era mi esposa.--- Y por supuesto, no le explicaste?--- No me dió tiempo, salí de aquí echo un lío. La acabo de ver en el río.--- Estuvo en
Salí de ese restaurante, tan rápido como pude, tomé un taxi,y fui a casa. Durante el trayecto, no dejaba de pensar en ese beso que me hacía sentir, miles de sensaciones dentro de mi, llegué, subí a la habitación de Luggina, para ver cómo estaba. Me sentía en las nubes, creí que aquel sentimiento seguía aquí, porque para mi, ayer dormí, y hoy al despertar, seguiría sintiendo el dolor con el cuan me dormí, pero me imagino que tanto tiempo en coma, ese sentimiento se quedó ahí dormido, o quizás este si murió y yo.... yo estoy viva, sintiendo lo que me negué a sentir.Abro la puerta muy despacio y veo a mi bebé jugando. -- Hola! Pequeña, -- Mericci la cuidaba, era la enfermera que me acompañó todo este tiempo, es más mi nueva amiga, que la enfermera.--- ¿Todo bien? -- pregunta, mirándome como si pudiera ver a través de mi.--- Sí Todo bien, cómo se portó?? Pregunto al mismo tiempo que la tomo en mis brazos.-- Si, es bien portada.-- Bien! Esta noche mami, cuidará de tí mi amor, tendre
Llegaron a la cabaña, una hermosa casa, rodeada de una fresca vegetación, el susurro del río correr era como una música arrolladora, Stefano bajó del carro lo rodeó para ayudar a bajar a Pierina, luego tomó a la pequeña Lug, que está en el asiento trasero en su silla para bebé. Caminaron hacia la entrada de la casa, mientras Luiggi, bajaba las maletas, y le entrega las llaves y dice que está todo como lo pidió.-- Todo está como lo pidió, doctor.-- Gracias Luiggi, cualquier cosa te llamo.Dicho esto, Luiggi se marcha, para dejar a la pequeña familia instalarse.-- Todo es muy hermoso, los colores, la decoración, la tranquilidad, viviría aquí para siempre.Dice Pierina, mirando todo al rededor, mientras Stefano, tiene la su hija en brazos dormida.-- Vamos a dejar a nuestra hija en su habitación, y te doy un tours por toda la casa. -- ¿Una habitación? -- ¡Si! Una habitación para ella, en todas las casas y departamentos, ya hay una habitación para ella, y otra para tí.Caminaron haci
-- Aaaah Diooos!! Stefano.Pierina gemía y gritaba, segada del placer que recorría su cuerpo,sus paredes internas se contraía y explotaba en fuerte y placentero orgasmo, bañando la cara de Stefano, con sus dulces jugos. Stefano besó cada centímetro de ese lugar, fue dejando besos húmedos y suaves mordiscos, subió besando su vientre se quedó bebiendo de sus pechos, como un hambriento, uno, luego el otro, subió a sus boca dándole un apasionado beso.-- Eres deliciosa, me encantas.Susurró entre sus labios.Se acomodó entre sus piernas, sin dejar de mirarse a los ojos, se apuntó en su entrada, y poco a poco, se fue adentrando en ella, era jodidamente apretada, de a poco fue entrando sin dejar de besarla, una fina capa de sudor perlaba sus cuerpos, sus besos eran ardientes que quemaban en sus entrañas, empujó una última vez, y estuvo todo dentro, mientras ella clavaba sus uñas en la espalda, y gemía. Se quedó quieto, para que se acostumbrara a su tamaño, y poco a poco fué entrando y s
Una semana tenían el la cabaña, salían a caminar por las orillas del río, hacían fogatas a la luz de la luna, se bañaban en la cascada, se demostraban amor a cada instante, y por las noches, terminaban entregando se al amor que sentían, amando se como locos, o como si su vida dependiera de ello.Pero como todo en la vida, las cosas tienen un lado oscuro, que todos deseamos olvidar, muy lejos de ellos, al otro lado del mundo, ese lado oscuro de Stefano, se negaba a olvidar. Adele, por fin había dado con el paradero del que según ella seguía siendo su novio, terminaría con los desfiles de las pasarelas de la semana de la moda en Nueva York, tomó su móvil para llamar, y tener las últimas noticias de Stefano, - Ártur, por favor enviame toda la última información que tengas.- Señora, Ya por fin tengo todo completo, le envío por correo, toda la información, fotografías y dirección del señor Stefano. No le gustará nada lo que va a ver.- Te pago para investigar, Ártur, no para que opines
Stefano luego de ayudar a bañar, y cambiar a la pequeña Lug, se recostó en la cama, con ella en su pecho, y con ellos Pierina. Le leyó un cuento de princesas, mientras la pequeña cerraba sus ojitos y se dormía, y es que tenían una conección ya fuerte, que el tiempo no la destruiría jamás.Pierina, acostada a su lado, tomó su móvil y como siempre, capturaba eso momentos memorables de padre e hija y por qué no, En familia.La acomodaron en su cuna, besaron sus cachetes rosados y regordetes, ellos se giraron y se quedaron de frente, perdidos en sus miradas, ella con sus brazos rodeó la cintura de su hombres, y el acunó su rostro en sus manos, unieron sus labios en un beso, y en un susurro entre sus labios le dijo.- Te amo... Te amo mi Pieri... eres el amor de mi vida, son el amor de mi vida, tú y nuestra hija.Volvió a besar eses labios embriagadores, ella se habría para él, se dejaba explorar con esa lengua caliente, que le hacía sentir descargas de emociones que mojaba sus braga