Llegaron a la cabaña, una hermosa casa, rodeada de una fresca vegetación, el susurro del río correr era como una música arrolladora, Stefano bajó del carro lo rodeó para ayudar a bajar a Pierina, luego tomó a la pequeña Lug, que está en el asiento trasero en su silla para bebé. Caminaron hacia la entrada de la casa, mientras Luiggi, bajaba las maletas, y le entrega las llaves y dice que está todo como lo pidió.-- Todo está como lo pidió, doctor.-- Gracias Luiggi, cualquier cosa te llamo.Dicho esto, Luiggi se marcha, para dejar a la pequeña familia instalarse.-- Todo es muy hermoso, los colores, la decoración, la tranquilidad, viviría aquí para siempre.Dice Pierina, mirando todo al rededor, mientras Stefano, tiene la su hija en brazos dormida.-- Vamos a dejar a nuestra hija en su habitación, y te doy un tours por toda la casa. -- ¿Una habitación? -- ¡Si! Una habitación para ella, en todas las casas y departamentos, ya hay una habitación para ella, y otra para tí.Caminaron haci
-- Aaaah Diooos!! Stefano.Pierina gemía y gritaba, segada del placer que recorría su cuerpo,sus paredes internas se contraía y explotaba en fuerte y placentero orgasmo, bañando la cara de Stefano, con sus dulces jugos. Stefano besó cada centímetro de ese lugar, fue dejando besos húmedos y suaves mordiscos, subió besando su vientre se quedó bebiendo de sus pechos, como un hambriento, uno, luego el otro, subió a sus boca dándole un apasionado beso.-- Eres deliciosa, me encantas.Susurró entre sus labios.Se acomodó entre sus piernas, sin dejar de mirarse a los ojos, se apuntó en su entrada, y poco a poco, se fue adentrando en ella, era jodidamente apretada, de a poco fue entrando sin dejar de besarla, una fina capa de sudor perlaba sus cuerpos, sus besos eran ardientes que quemaban en sus entrañas, empujó una última vez, y estuvo todo dentro, mientras ella clavaba sus uñas en la espalda, y gemía. Se quedó quieto, para que se acostumbrara a su tamaño, y poco a poco fué entrando y s
Una semana tenían el la cabaña, salían a caminar por las orillas del río, hacían fogatas a la luz de la luna, se bañaban en la cascada, se demostraban amor a cada instante, y por las noches, terminaban entregando se al amor que sentían, amando se como locos, o como si su vida dependiera de ello.Pero como todo en la vida, las cosas tienen un lado oscuro, que todos deseamos olvidar, muy lejos de ellos, al otro lado del mundo, ese lado oscuro de Stefano, se negaba a olvidar. Adele, por fin había dado con el paradero del que según ella seguía siendo su novio, terminaría con los desfiles de las pasarelas de la semana de la moda en Nueva York, tomó su móvil para llamar, y tener las últimas noticias de Stefano, - Ártur, por favor enviame toda la última información que tengas.- Señora, Ya por fin tengo todo completo, le envío por correo, toda la información, fotografías y dirección del señor Stefano. No le gustará nada lo que va a ver.- Te pago para investigar, Ártur, no para que opines
Stefano luego de ayudar a bañar, y cambiar a la pequeña Lug, se recostó en la cama, con ella en su pecho, y con ellos Pierina. Le leyó un cuento de princesas, mientras la pequeña cerraba sus ojitos y se dormía, y es que tenían una conección ya fuerte, que el tiempo no la destruiría jamás.Pierina, acostada a su lado, tomó su móvil y como siempre, capturaba eso momentos memorables de padre e hija y por qué no, En familia.La acomodaron en su cuna, besaron sus cachetes rosados y regordetes, ellos se giraron y se quedaron de frente, perdidos en sus miradas, ella con sus brazos rodeó la cintura de su hombres, y el acunó su rostro en sus manos, unieron sus labios en un beso, y en un susurro entre sus labios le dijo.- Te amo... Te amo mi Pieri... eres el amor de mi vida, son el amor de mi vida, tú y nuestra hija.Volvió a besar eses labios embriagadores, ella se habría para él, se dejaba explorar con esa lengua caliente, que le hacía sentir descargas de emociones que mojaba sus braga
Luego de dejar a Pierina en la empresa, Stefano se dirigió al hospital,para empezar con su labor, aquel día el turno era en la mañana, tenía cirugías, programadas. La mañana transcurrió de acuerdo a su agenda, salió de quirófano, y se dirigió al consultorio, era la hora del almuerzo, llamó a su esposa para invitarlos a almorzar juntos.---- Hola amor! paso por tí para almorzar?--- Por supuesto que sí, te espero mi amor.Contestó con una sonrisa.Lo amaba? Claro que sí!Era el amor de su vida, y más feliz no podía ser, Terminó de firmar los últimos contratos que tenía, para los próximos proyectos.Tomó su teléfono y su cartera de Gucci, caminó al ascensor que la llevaría al estacionamiento donde ya la esperaba Stefano, quien al mirarse se dedicaron una gran sonrisa.---- Hola!! Mi amor, ya te dije lo hermosa que estás? ---- Dijo tomándola de la cintura y besando su cuello, subiendo hasta su oido donde le Susurró.---- Muero por quitarte esa ropa.Ella sintió su cuerpo estremecer,
Pierna al recibir el mensaje de aquel número desconocido, bajó corriendose las escaleras, era la segunda vez que sentía ese vacío, esa angustia de ser abandonada por el hombre que ama.Subió a su auto y salió a toda velocidad segunda por los guardaespaldas, rumbo al aeropuerto.No podía creer lo que estaba sucediendo, ¡no! Llegó al aeropuerto, estacionó el auto y corrió a la sala de abordaje y ahí estaban, no la vió él, estaba de espalda a ella, Adele tomó su mano y caminaron, Pierina, al verde esa acción, se llevó las manos a su boca, como queriendo ahogar un grito desesperado.Sus lágrimas caían bañando su rostro, ese dolor en el pecho era insuperable, sentía morir por segunda vez.- ¡S
Pasó dos meses de la desaparición de Stefano, Pierina no podía más con tanto sufrimiento, su hija repetía a cada instante papá, lo extrañaba?? Claro que lo extrañaba, era su padre, su consentidor, y no estaba, de repente se fue de su vida, solo con su foto, y escuchando su audio podía dejar de llorar ."No llores mi bebé, mi pequeña princesa de papá, duerme que yo estoy contigo, aunque no me veas, me escuchas, mi pedacito de cielo duerme, duerme"La pequeña Lugg, estas palabras las escuchaba y dormía, era la esperanza de que el estaría a su lado aunque no lo viera, y la tomara en los brazos .Pierina todo ese tiempo se dedicó a su hija y a trabajar, y tratar de investigar el paradero de Stefano, era como buscar una aguja en un pajar, ni rastro y sombras de él, llegó a casa luego de un largo y ajetreado día de trabajo, y fue directo donde estaba el jefe de seguridad, y su tío de corazón.-- ¡ Luiggi! ¿Tienes noticias hoy? Por favor, dime que sí.-- Pregunto abriendo la puesta y entrando
Lucciano Lombardi, era un joven investigador, muy maduro y centrado para su edad, logró obtener toda la información que le pidió su jefe, todo lo facilitó por ser el hijo de Luiggi Lombardi, jefe de seguridad de la familia D' Alessio.El celular de Alessandro sonó, y en la pantalla reflejaba Lucciano.- ¿Me tienes noticias? - Contestó de inmediato.- Tenemos que vernos, te sorprenderás.-- Respondió Lucciano - En media hora nos vemos en el Pane e Salame. - Dió la dirección - Perfecto ahí estaré.Colgó la llamado, termino de firmar los contratos se levantó caminó hacia la puerta colocándose la gabardina.- Gina cancela todo lo que tenga para la tarde. - Dijo caminando y sin darle una mirada.- Si señor.Respondió viéndolo desaparecer tras las puertas del ascensor, mordió su labio inferior y achicó sus ojos. Un gesto con deseos .. Pensó Gina.Alessandro.Bajo al estacionamiento tomo su Bugatti y salió.Lucciano, ya estaba esperando con toda la información lista, llegó se saludaron c