Salí de mi ensoñación, di vuelta y regresé a la mansión, le daría este tiempo a ella, de pensar, liberarse, reflexionar, y sobretodo, que se dé el tiempo de pensar en la bebé."" Estoy seguro que de haber estado consiente de todo, ...No!... No!! No! quiero ni pensarlo."Metido en mis pensamientos, no me fijé y ya estaba en casa, --- Señor! El señor Renato lo espera en el despacho.--- Bien, gracias.Desmonté, le entregué el caballo al caballerango, y caminé al interior de la casa, fuí al estudio dónde mi padrino me esperaba..--- Tío! --- Dije a modo de saludo.--- Siéntate, hijo.Lo hice, mientras en se acercaba al minibar y servir dos vasos de whisky, me deja uno, y se sienta al frente mío mirándome fijamente.---- Como se enteró Pierina de que está casada contigo.?--- Tio, fué mi culpa, yo se lo dije, no me controlé y terminé diciéndole que era mi esposa.--- Y por supuesto, no le explicaste?--- No me dió tiempo, salí de aquí echo un lío. La acabo de ver en el río.--- Estuvo en
Salí de ese restaurante, tan rápido como pude, tomé un taxi,y fui a casa. Durante el trayecto, no dejaba de pensar en ese beso que me hacía sentir, miles de sensaciones dentro de mi, llegué, subí a la habitación de Luggina, para ver cómo estaba. Me sentía en las nubes, creí que aquel sentimiento seguía aquí, porque para mi, ayer dormí, y hoy al despertar, seguiría sintiendo el dolor con el cuan me dormí, pero me imagino que tanto tiempo en coma, ese sentimiento se quedó ahí dormido, o quizás este si murió y yo.... yo estoy viva, sintiendo lo que me negué a sentir.Abro la puerta muy despacio y veo a mi bebé jugando. -- Hola! Pequeña, -- Mericci la cuidaba, era la enfermera que me acompañó todo este tiempo, es más mi nueva amiga, que la enfermera.--- ¿Todo bien? -- pregunta, mirándome como si pudiera ver a través de mi.--- Sí Todo bien, cómo se portó?? Pregunto al mismo tiempo que la tomo en mis brazos.-- Si, es bien portada.-- Bien! Esta noche mami, cuidará de tí mi amor, tendre
Llegaron a la cabaña, una hermosa casa, rodeada de una fresca vegetación, el susurro del río correr era como una música arrolladora, Stefano bajó del carro lo rodeó para ayudar a bajar a Pierina, luego tomó a la pequeña Lug, que está en el asiento trasero en su silla para bebé. Caminaron hacia la entrada de la casa, mientras Luiggi, bajaba las maletas, y le entrega las llaves y dice que está todo como lo pidió.-- Todo está como lo pidió, doctor.-- Gracias Luiggi, cualquier cosa te llamo.Dicho esto, Luiggi se marcha, para dejar a la pequeña familia instalarse.-- Todo es muy hermoso, los colores, la decoración, la tranquilidad, viviría aquí para siempre.Dice Pierina, mirando todo al rededor, mientras Stefano, tiene la su hija en brazos dormida.-- Vamos a dejar a nuestra hija en su habitación, y te doy un tours por toda la casa. -- ¿Una habitación? -- ¡Si! Una habitación para ella, en todas las casas y departamentos, ya hay una habitación para ella, y otra para tí.Caminaron haci
-- Aaaah Diooos!! Stefano.Pierina gemía y gritaba, segada del placer que recorría su cuerpo,sus paredes internas se contraía y explotaba en fuerte y placentero orgasmo, bañando la cara de Stefano, con sus dulces jugos. Stefano besó cada centímetro de ese lugar, fue dejando besos húmedos y suaves mordiscos, subió besando su vientre se quedó bebiendo de sus pechos, como un hambriento, uno, luego el otro, subió a sus boca dándole un apasionado beso.-- Eres deliciosa, me encantas.Susurró entre sus labios.Se acomodó entre sus piernas, sin dejar de mirarse a los ojos, se apuntó en su entrada, y poco a poco, se fue adentrando en ella, era jodidamente apretada, de a poco fue entrando sin dejar de besarla, una fina capa de sudor perlaba sus cuerpos, sus besos eran ardientes que quemaban en sus entrañas, empujó una última vez, y estuvo todo dentro, mientras ella clavaba sus uñas en la espalda, y gemía. Se quedó quieto, para que se acostumbrara a su tamaño, y poco a poco fué entrando y s
Una semana tenían el la cabaña, salían a caminar por las orillas del río, hacían fogatas a la luz de la luna, se bañaban en la cascada, se demostraban amor a cada instante, y por las noches, terminaban entregando se al amor que sentían, amando se como locos, o como si su vida dependiera de ello.Pero como todo en la vida, las cosas tienen un lado oscuro, que todos deseamos olvidar, muy lejos de ellos, al otro lado del mundo, ese lado oscuro de Stefano, se negaba a olvidar. Adele, por fin había dado con el paradero del que según ella seguía siendo su novio, terminaría con los desfiles de las pasarelas de la semana de la moda en Nueva York, tomó su móvil para llamar, y tener las últimas noticias de Stefano, - Ártur, por favor enviame toda la última información que tengas.- Señora, Ya por fin tengo todo completo, le envío por correo, toda la información, fotografías y dirección del señor Stefano. No le gustará nada lo que va a ver.- Te pago para investigar, Ártur, no para que opines
Stefano luego de ayudar a bañar, y cambiar a la pequeña Lug, se recostó en la cama, con ella en su pecho, y con ellos Pierina. Le leyó un cuento de princesas, mientras la pequeña cerraba sus ojitos y se dormía, y es que tenían una conección ya fuerte, que el tiempo no la destruiría jamás.Pierina, acostada a su lado, tomó su móvil y como siempre, capturaba eso momentos memorables de padre e hija y por qué no, En familia.La acomodaron en su cuna, besaron sus cachetes rosados y regordetes, ellos se giraron y se quedaron de frente, perdidos en sus miradas, ella con sus brazos rodeó la cintura de su hombres, y el acunó su rostro en sus manos, unieron sus labios en un beso, y en un susurro entre sus labios le dijo.- Te amo... Te amo mi Pieri... eres el amor de mi vida, son el amor de mi vida, tú y nuestra hija.Volvió a besar eses labios embriagadores, ella se habría para él, se dejaba explorar con esa lengua caliente, que le hacía sentir descargas de emociones que mojaba sus braga
Luego de dejar a Pierina en la empresa, Stefano se dirigió al hospital,para empezar con su labor, aquel día el turno era en la mañana, tenía cirugías, programadas. La mañana transcurrió de acuerdo a su agenda, salió de quirófano, y se dirigió al consultorio, era la hora del almuerzo, llamó a su esposa para invitarlos a almorzar juntos.---- Hola amor! paso por tí para almorzar?--- Por supuesto que sí, te espero mi amor.Contestó con una sonrisa.Lo amaba? Claro que sí!Era el amor de su vida, y más feliz no podía ser, Terminó de firmar los últimos contratos que tenía, para los próximos proyectos.Tomó su teléfono y su cartera de Gucci, caminó al ascensor que la llevaría al estacionamiento donde ya la esperaba Stefano, quien al mirarse se dedicaron una gran sonrisa.---- Hola!! Mi amor, ya te dije lo hermosa que estás? ---- Dijo tomándola de la cintura y besando su cuello, subiendo hasta su oido donde le Susurró.---- Muero por quitarte esa ropa.Ella sintió su cuerpo estremecer,
Pierna al recibir el mensaje de aquel número desconocido, bajó corriendose las escaleras, era la segunda vez que sentía ese vacío, esa angustia de ser abandonada por el hombre que ama.Subió a su auto y salió a toda velocidad segunda por los guardaespaldas, rumbo al aeropuerto.No podía creer lo que estaba sucediendo, ¡no! Llegó al aeropuerto, estacionó el auto y corrió a la sala de abordaje y ahí estaban, no la vió él, estaba de espalda a ella, Adele tomó su mano y caminaron, Pierina, al verde esa acción, se llevó las manos a su boca, como queriendo ahogar un grito desesperado.Sus lágrimas caían bañando su rostro, ese dolor en el pecho era insuperable, sentía morir por segunda vez.- ¡S