Capitulo 3

  - Tengo que pensarlo, no es una decisión que se tome de la noche a la mañana, tengo una madre y un prometido - le entregue la carpeta con la misma gentileza que el me la entregó.

  - Solo trabajaría de Lunes a Sábado, los domingos podría visitar a sus seres queridos, ademas se que la señora la ayudara con permisos, es una gran oferta - me entrego su tarjeta y me dió indicaciones de llamarlo antes del dia siguiente para seguir buscando alguien para ese cargo.

Le conté a Clara que decidió apoyarme de inmediato - No puedes dejar pasar esta oportunidad - dijo entusiasmada como siempre pero yo sabia que esto era mucho mas complejo, mamá no me apoyaría y haria mil cosas para que no aceptara este trabajo, desde que nací nunca nos habia despegado mas que un par de horas, asi que tenia que pensar muy bien si en verdad queria esto.

Llegue a casa y como siempre empece a organizar todo el lugar, era una rutina en mi vida dejar todo impecable pues mamá no era una mujer de hacer limpieza, su familia tenía mucho dinero pero ella dejo todo eso atras por papá, mucho tiempo después se arrepintió de su decisión pues el era un humilde trabajador que no le pudo dar el estilo de vida que ella quería

  - ¿quieres un te?- le pregunté mientras repetía en mi cabeza una y otra vez las palabras con las que le explicaría de esta oportunidad nueva para mi. 

Mientras le servía su bebida favorita a la temperatura que queria decidi contarle esta nueva oportunidad, mientras hablaba dejo el te a un lado -¡Estas loca!- exclamo - ¿Quien cuidara de mi?¿Quien hara las cosas de la casa?- fueron sus interrogantes pensando en su bienestar y dejando atras el mio.

  - Solo seran unos meses para poner al dia las deudas, te prometo que despues regresare a la escuela - suspiré intentando explicar cómo nos ayudaría este dinero, ella solo insistía una y otra vez en que no se quería quedar sola .

  - No iras es mi última palabra - le dio un golpe a la mesa y se levantó enojada de alli, me quede estupefacta por su reacción.

Su prepotencia solo me convencía que debia alejarme un poco de ella, era una mujer de 24 años que nunca habia tomado una decisión por mi misma y está quizas era la señal para comenzar a dejar atras mi pasado yo y hacer un cambio real.

  - aceptaré asi ni quieras, ya soy una mujer hecha y derecha, no voy a perder esta oportunidad - suspire apretando mis manos e intentando que mi voz no temblará.

  - ¿Me estas retando?- regreso hacia mi con los ojos abiertos y su mirada llena de rabia, la conocía mas que nadie estaba que me mataba por esta situación.

  - Solo te estoy informando que aceptaré el trabajo, hablare con Camilo se que el me apoyara - no podía permitir que siguiera manejando mi via a su antojo, era momento de poner las bases de lo que seria mi futuro.

Sin poder decir una palabra mas me dio una fuerte cachetada y me jalo del cabello, hace mucho no me golpeaba de esta manera -¡Me tienes que obedecer!- fueron sus palabras.

Camilo llego en ese momento para calmar un poco la discusión, las dos estabamos bastante alteradas -¡¿Que pasa?!- exclamo mientras yo subía a mi habitación desconsolada, queria encerrarme y quedarme alli para siempre como mi madre planeaba.

Llore como nunca mientras acariciaba mi mejilla adolorida por el golpe, estaba cansada y arta de esta situación, Camilo golpeo minutos despues - No quiero verte - suspire mientras me acurrucaba sobre la cama.

  - Tenemos que hablar, nuestro futuro esta en construcción y cada decisión que tomemos es parte de ese futuro - dio otro golpecito en la puerta mientras yo me levantaba furiosa para abrirle.

  - Si es asi ¿Porque no me consultaste lo que pensabas hacer? Que viviriamos con tu mamá y la mía - lo mire fríamente esa decisión era tan importante para nuestro futuro como mi nuevo trabajo.

  - era una sorpresa, jamas pense que algo así te molestará - tomo mi mano mientras intentaba acariciar mi mejilla pero lo esquive.

  - Se que no lo haces por maldad, pero no me gusta que tomes decisiones sin consultarme, es nuestro futuro - dije mientras regresaba a la cama y me sentaba en una esquina.

El se arrodillo - Te pido perdón, tienes razón en todo, es algo que debemos hablar los dos - me sonrió mientras me daba un beso.

  - Voy aceptar el trabajo, necesitamos el dinero y no pienso depender económicamente de ti cuando nos casemos - le deje claro que por ser su esposa no me convirtiria en una mantenida o algo similar, toda mi vida habia trabajado y lejos de lo que pensara mamá no era una de mis aspiraciones.

  - Esta bien, estoy de acuerdo con que aceptes ese trabajo, yo también me estoy desarrollando profesionalmente no quiero ser injusto contigo - sonrio dandome su apoyo, cuando hacia cosas asi por mi me arrepentía de ese pequeño desliz que debia ser mi secreto mas íntimo.

  - Mamá no lo va aceptar, pero es algo muy importante para las dos - limpie mis lagrimas con un pañuelo que el me entrego.

  - Yo hablare con ella, la llevaré con mamá para que la cuide nuestra enfermera asi no se sentira sola, solo quiero que me prometas que este nuevo trabajo no afectará nuestra relación y en especial los preparativos de la boda - ese tema era muy importante para todos en especial para mi que con su actitud solo me atrapo mas para confirmar que queria ser su esposa.

  - Te lo prometo - le di un beso y un abrazo tan largo como si se tratase de una despedida.

Camilo me tomo de la mano y nos dirigimos al salón donde mamá lloraba

 - Espero que recapacitaras - dijo mientras se hacia la víctima.

  - Carolina tomo la decisión de aceptar ese trabajo y yo la apoyaré, no se preocupe usted puede venir a vivir conmigo y mamá, la enfermera que tenemos cuidara de usted - Camilo tomo mi mano con fuerza mientras miraba fijamente a mamá con sus ojos verdes y su ceja derecha alzada.

  - ¿Me dejaras sola Carolina?- me miro mi mamá furisosa mientras ignoraba a su adorado yerno.

  - Yo se que en este momento no lo ves pero es muy importante para nosotras esta oportunidad, nunca nadie me pagara lo que aqui, puedo pagar las deudas y terminar de pagar la casa antes de casarme - intente de nuevo explicarle las ventajas de esta decisión.

  - ¡Haz lo que quieras!- me empujo mientras subía a su habitación, podia escuchar sus lloriqueos y en verdad me sentí muy mal por ella.

Camilo tomo mis manos y me beso antes de despedirse - Yo creo en ti, se que si deseas esto es porque es lo mejor para todos - .

  - Te voy amar por siempre - esa promesa se la dije en viva voz a el pero me la prometí a mi misma en mi interior, el estaba confiando en mi y a pesar de no sacar de mi cabeza a Marcus , tenia claro que Camilo seria el padre de mis hijos.

Regrese a mi habitación y llame al hombre de la tarjeta - Acepto el trabajo ¿Que tengo que hacer?- sentía el corazón en la mano, me iria a vivir con gente desconocida lejos de la seguridad extrema de mamá pero en el fondo sabia que era por un bien mayor.

  - Perfecto, no sabe lo mucho que me alegro, mi nombre es Jaime y mañana pasaré por usted al medio día, lleve suficiente ropa para la primera semana de trabajo - dijo el hombre que me dio algunas indicaciones sobre todo resaltando la confidencialidad del trabajo.

Empece a empacar mi maleta, algo de ropa interior, ropa adecuada para la situación que se presentará, maquillaje y productos de aseo, llame a Clara para contarle todo lo que sucedió y la decisión que habia tomado.

  - ¡Felicidades amiga! Te liberas del yugo de Gottel - bromeo comparando a mamá con la bruja de la película infantil, quizas tenía razón pero no dejaba de darme miedo soltar por completo su mano.

Tome una ducha y me prepare, era una persona responsable así que tenia que ir temprano a la escuela para presentar mi renuncia - Te recomendé con la señora Gabriela porque se eres una de las mejores maestras y contigo su hija va a poder avanzar - la mujer tomo mis manos.

Estaba muy agradecida con la directora de la pequeña escuela por darme la oportunidad de mi primer trabajo y toda la experiencia que adquiri, pero en especial por recomendarme por encima de las demas maestras muchas con mejor experiencia.

La parte mas difícil fue despedirme de los niños, estaba en proceso con ellos desde pequeños, a muchos yo les enseñe a leer y escribir, sabia la vida de todos e inclusive me consideraba parte de su vida.

Clara me dio un fuerte abrazo - Nos vemos el fin de semana para que me cuentes los lujos de la gente de dinero - sonrío mientras guiñaba el ojo.

  - estoy muy nerviosa, no se si es una buena decisión, además mamá no quiso hablarme en la mañana, solo le deje una carta en la mesa de comer con un poco de dinero ahorrado - explique mientras las lagrimas caian por mis mejillas.

  - ella va a entender tarde o temprano que esto es lo mejor para ti, nadie te va a dar una oportunidad como esta , asi que debes tomarla con uñas y dientes de ser necesario - las palabras de Clara siempre me hacian entrar en razón, ella sabia como quitar la culpa de mi cabeza, tenia razón en algo esto a pesar de causarle disgustos a mi mamá lo hacia por las dos, quería una mejor vida para las dos y este tipo de sacrificios eran necesarios.

  - Gracias por ser mi confidente - menti porque a pesar de ser mi amiga incondicional no pude contarle de mi desliz de aquella noche, efa un secreto que guarde para mi, le mentí diciendo que fuimos a tomar unas copas y me quede dormida en el lugar hasta muy altas horas de la noche, me creyó sin titubear o interrogar - Sabia que no eras capaz - dijo dandole un golpe a la pared con una sonrisa de resignación cuando le conté aquella mentira, me avergonzaba aceptar que me habia acostado con un hombre desconocido y en especial que era un jefe de la mafia eso hizo que mi secreto se volviera mas turbio y mas secreto.

Jaime, el hombre que me contacto llego a la hora muy puntual, abrace a mi amiga antes de subirme al automóvil, a lo lejos escuche los gritos de mi madre, se acerco entre lagrimas y me dio un abrazo - Espero que te vaya bien no quiero discutir contigo ahora que nos alejamos -.

Sus palabras me dieron mas fuerza de lo que ella podia imaginar, a pesar de nuestras diferencias ella seguía siendo mi mamá y era muy importante para mi, me entrego en la mano un collar con un dije, el dije tenia forma de león y una rosa, nunca habia visto algo brillante, supuse que era algo de la poca joyería que le quedo de su vida pasada.

Me subi al automóvil, Jaime manejo bastantes minutos para llegar al lugar que sería mi hogar y nuevo sitio de trabajo, una mansión tan hermosa como las de las películas, estaba anodadada al ver aquel palacio.

El me hizo seguir al estudio donde reitero la confidencialidad que debia tener, no podía hablar en el exterior sobre la familia, me parecía extraño pero sabia que las personas de mucho dinero por seguridad decidían mantener su vida privada tras las puertas.

  - No se preocupe, no le dire a nadie sobre la información confidencial de la familia - queria dejar por sentado que era una persona de confianza.

El hombre sonrio, una mujer de cabello corto tinturado de rubio entro con toda su elegancia, me saludo de beso en la mejilla -¿Eres la Nueva profesora de Sara?- me preguntó.

  - Asi es señora - respondió de inmediato Jaime que se levantó del asiento - Ella es ma señora de la casa Gabriela Di Santos -.

Cuando escuche el apellido de la mujer temblé un poco, era imposible no recordar a Marcus, pero quise sacar esa idea de mi cabeza, habia muchas familias que tenían que compartir el mismo apellido, era imposible que esta fuera su casa o que el estuviera casado con ella.

Fuimos a conocer a la pequeña Sara, la niña jugaba con una joven mas grande que ella, su hermana mayor - Soy Luciana - sonrío mientras agachaba la mirada y se iba de alli.

Me quede jugando un poco con la pequeña, creo que todos esperaban ver como me comportaba con ella para eso me habían llevado, la pequeña Sara fue timida por un momento pero despues con una gran sonrisa empezo a abrirse mas conmigo al punto que después todo eran carcajadas.

Jaime me recogió para mostrarme la que seria mi habitación, evidentemente era tres veces mas grande que la mia, estaba asombrada - Muchas gracias, esto es demasiado para mi -.

  - Usted va a ser la institutriz de la niña Sara por lo que merece el mejor trato - sonrío, nos sentamos en una pequeña mesa para firmar el contrato.

Una mujer bastante mayor de vestimenta negra y cabello blanco con un moño entro con su mirada enojada entro a mi habitación - Ella es Mercedes la ama de llaves de la casa, es quien dirige a toda la servidumbre pero por ordenes de la señora Gabriela usted no sera su subordinada - me explico mientras la mujer me miraba de arriba abajo y me daba la mano bastante fuerte creo que mostrando el poder que tenia sobre la familia en ese simple gesto.

Me permitieron descansar, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a mamá y Camilo para decirles que hasta el momento todo iba de maravilla, no queria preocuparlos.

Sentia una sensación especial en mi pecho al estar en aquel lugar, no me causaba extrañeza como pense que seria pues era la primera vez que me quedaba en una casa desconocida, Mercedes golpeo arrogante - La familia la espera en el comedor, quiere que conozca al patriarca y su jefe - dijo mientras me miraba de arriba abajo - Procure vestirse de manera adecuada, el señor es muy exigente y una mujer como usted no deberia compartir la mesa con ellos -.

  - ¿una mujer como yo?- me senti ofendida con su comentario queria que me aclarara de inmediato a que se refería con eso.

  - Usted no es digna de trabajar en esta casa, a pesar que la señora no me dio autoridad sobre usted le dejare en claro algo, yo estare atenta a usted - se fue mientras me dejo con todo lo que tenia que decirle en la garganta.

Baje al comedor, estaba nerviosa porque Mercedes me hizo sentir incomoda - Creo que mo debería estar aqui - suspire.

La señora Gabriela me tomo de la mano y me sento a su lado - Vas a pasar tiempo con las niñas, asi que quiero que tu nuevo jefe te conozca -.

Varios hombres entraron al salón escoltando a un hombre, al verlo mis piernas temblaron y mi mano soltó la copa de agua que tenia, era el Marcus se sento en la mesa y alzo la mirada desde su celular lanzando una sonrisa pícara.