Abro los ojos, otra vez la pesadilla me despierta, pero con Patricio se mitiga mi dolor, eso hace que pueda dormir un poco más, todavía no es de mañana pero él no está a mi lado, me siento y lo busco, esa soledad me está poniendo nerviosa ¿Dónde está?
- Hey - exclama metiendo la cabeza por la puerta - debo volver - explica entrando, está con su maleta en la mano, se acerca y me besa la frente - desearía quedarme contigo por más tiempo pero no puedo.
- ¡Está bien! - exclamo con un hoyo en el estómago intentando que él no lo noté.
- ¿Estarás bien? - pregunta inquieto.
- Si, por supuesto - respondo disimulando.
- Espero por lo menos haber logrado que te estabilices.
Acaricio su rostro para tranquilizarlo - estaré bien - acerco su rostro a mí rostro y lo beso con una sonrísa fingida.
- Te amo y no olvides que tenemos una conversación pendiente...
-... Pato yo...
- ... Nada, ahora solo hablará tu dolor - vuelve a besarme con más intensidad - vuelve a Búffalo lo más pronto posible.
Se levanta y sale del cuarto dejándome con un vacío enorme en estas cuatro paredes.
****
Ha pasado una semana desde que enterraron a Ricardo y que Patricio se fue de vuelta a Buffalo, mi tristeza, mi culpabilidad y toda esa mezcla de sentimientos a hecho que mi depresión crezca mucho más.Tocan a la puerta ¿Quién será? Con las ganas que tengo de abrir, desde que Patricio se fue, no abro a nadie ni quiero ver a nadie, abro con desgano y veo al capitán parado vestido con uniforme de gala.
- ¿Capitán? - pregunto sorprendida.
- Darla - me saluda de manera Marcial - te vine a traer los honores de Ricardo, te corresponden a ti como su pareja.
- ¡Capitán yo...! - exclamo sin entender.
- Toma - me da la bandera doblada y en una caja negra de terciopelo sus condecoraciones por su servicio en la policía.
Se para firme vuelve a saludarme, da la vuelta y se va sin decir nada más, cierro la puerta me abrazo a la bandera y me desplomo en el piso, vuelvo a llorar, no puedo evitarlo.
- ¡Darla! - escucho tocar, es la voz de Jake.
- !Jake, vete, no quiero ver a nadie! - exclamo con fastidio.
- Tengo algo para ti, tengo que entregártelo, además no pienso dejarte sola.
-¡ Vete! - chillo pero escucho que abre la puerta con la llave de repuesto.
- Bueno, como no quieres, igual voy a entrar - exclama entrando al departamento a pesar de mi negativa - , respeté estos días tu decisión pero es suficiente.
- ¿Qué quieres Jake?
- Vengo a cumplir un pedido que me hizo mi amigo -me entrega dos sobres- Ricardo me dijo que a los días de su muerte te entregue esto, vengo a cumplir con su deseo, - mira en mi mano la bandera- oh el capitán te entregó la bandera y las condecoraciones, dame muñeca- me las quita y las pone en la mesa del living - Llevaré la bandera para que la pongan en un cofre de vidrio, para ti.
- Gracias Jake
Abro uno de los sobres.
"Querida Darla, estos días que pasé contigo han sido los mejores de mi vida, cuando llegué esta carta a tus manos será cuando ya no este, estaré muerto y estarás llorando mi partida, nunca contaré lo mal que estaba mi corazón por qué no lo mereces, no mereces sufrir por mí, pero quiero que prometas que me llorarás tres días y al tercero me guardaras en tus recuerdos y seguirás con tu vida, no vivas en un recuerdo eterno, no lo merezcoGracias por entrar a mi vida te haré feliz hasta que me lo permita este maltrecho corazón. Ricardo PD. Es una promesa no la rompas"Mis ojos se llenan de lágrimas y me desparramo en el piso, Jake me levanta y me abraza.
- Como me puede pedir que me olvide de él, como va a pedir que lo guarde en mis recuerdos, ¿le parece fácil?
- Mi amigo era un cabezón, no quería que sufras, Darla.
- No le puedo prometer que lo olvidaré y que seguiré con mi vida, como si él nunca hubiera existido, es muy difícil.
- Tu sabías que esto no iba a durar Darla, te arriesgaste, pero eso no era bastante, cuantas veces te lo dije- sigue abrazándome - vamos, siéntate y lee la otra carta
Me lleva al sofá y abro la otra carta
"Mi amor, Jake en estos momentos debe estar a tu lado consolándote de mí inminente muerte, sabes que sucedería, déjalo así, sigue con tu vida
Esta carta te la mando porque pensé mucho en nombres para nuestro bodoquito, quiero que le pongas si es niño Dekran y si es niña Kadija, críalo bajo nuestras religiones, que conozca mis raíces y las tuyasEl departamento y todo lo demás es tuyo, ya me encargué del tema con anticipación Haz tu vida, conoce a alguien, sal, se feliz, como me hiciste a mi, no pienses que me engañas o me traicionas, tienes que vivir Te amo mujer y te prometo que te amaré hasta en el más allá, cuida a nuestro bebé y se feliz... Ricardo"Miro a Jake, apreto las cartas en mis manos y vuelvo a llorar
- ¡Gilipollas! -Grito, Jake sonríe y me abraza.
- Sí era un gilipollas, pero te amaba y te ama, ¿qué dicen las cartas?
- No las leíste.
- No, esas cartas eran para ti, respeto la correspondencia ajena.
- Ricardo quiere manejar mi vida desde la tumba, quiere que haga mi vida, que deje las cosas así y por eso, tu amigo es un gilipollas - chillo llorando, Jake me atrae a él y me acuna en sus brazos.
- ¿Comiste algo?
- No, no tuve animo de cocinar - comento con frustración.
- Ok, muñeca, pido algo que a mí ahijado no lo dejas sin comer - sonríe y se para, saca el celular de su bolsillo y marca primero al delivery y después a Judy - Judy, me quedare con Darla un rato más -silencio- Sí, es que se siente mal- silencio- ok, beso - cuelga- Bueno muñeca, ayúdame a poner platos y cubiertos para la comida- me jala del asiento- tienes que animarte, por favor.
- No me siento con ánimo, Jake.
- Deja eso, muñeca, es hora de animarse. - Tocan el timbre mientras me quedo sentada en una silla pensando en mí tristeza y frustración, culpabilidad, extraño a Ricardo, no puedo evitarlo.
- ¿Darla? - chasquea los dedos- muñeca, despierta.
- ¿Qué?
- Vuelve a la tierra, ya llegó la comida - sin ánimo me pongo de pie y camino hasta la mesa, me siento mientras Jake sirve la pizza, todo lo hago por mi bebé, tengo muy poco ánimo hasta para levantar la comida del plato, ese vacío cada vez es más grande y me evita actuar con claridad.- Hoy tenía el día libre en la jefatura, por eso decidí venir a verte, ¿Qué decidiste hacer con el trabajo Darla? - pregunta levantando los platos.
- Ya hable con el capitán, Jake, en una semana me voy a Buffalo, pediré mi cambio.
- ¿Te iras?- pregunta con tristeza.
- Si, el capitán me dijo que hará mi cambio a la jefatura en Buffalo Volveré después de que nazca mi bebé.
- ¿Allá, te iras a tu casa?
- No creo que mi padre me acepte y con un bebé, no me casé y mi padre le valdrá que Ricardo haya muerto.
- ¿Entonces que harás?
- Al llegar allá ya veré, al final tengo el alquiler de la casa y de este departamento, mientras tanto iré a casa de mi hermana Susana, ella me ofreció un lugar hasta que encuentre algo.
- Bueno Muñeca, preferiría que te quedes acá pero...tu decides.
- Si, es mejor, este lugar me asfixia.
- Acá me tienes a mí, bueno a nosotros.
- Yo se Jake, gracias pero prefiero estar alejada de todos y de todo.
- Lo sé, muñeca -se acerca a mí y me toma de la mano - bueno a la cama, me quedaré contigo hasta que duermas.
- Ok, pero...
- ¿Qué? Prometo no hacer nada, ¿no confías en mí?
- Si confió en ti.
- ¿Entonces?
- No, nada Jake - no es cuestión de no confiar en él, pero tengo miedo que la vulnerabilidad en la que estoy, me haga equivocarme.
Jake me espera mientras me cambio de ropa salgo con mi camisón de seda, Jake se acerca y me ayuda a meterme a cama, arropandome entre las sábanas, otro que piensa que soy un bebé al que hay que cuidar.
- Tengo una promesa que cumplir, Darla, Ricardo me dijo que te cuide y lo hago con mucho gusto - Me echo y él se pone a mi lado - duerme, ni bien estés dormida me iré - me da un beso en la frente mientras me quedo dormida.
No sé cuánto tiempo pasa pero otra vez veo la habitación obscura, veo a mi ojos miel poniendo su cabeza en mi pecho, empiezo a acariciar su cabello y veo un ser horrible de gran estatura cubierto de una capa color negra aparecer, empieza a hacer frio, no veo su cara puesto que esta tapada por una capucha después veo horrorizada como su alma está siendo absorbida y empiezo a gritar ¿Ricardo? ¿Ricardo por favor despierta? - lo intento despertar pero no lo hace - Ricardo no me dejes, por favor - grito Y salto de la cama sudando frio y con lágrimas en los ojos, Jake me rodea con sus brazos y me atrae a su cuerpo intentando confortarme.
- Muñeca ¿Estás bien, qué soñaste? - pregunta preocupado.
- Desde que Ricardo murió, tengo la misma pesadilla todos los días, casi no duermo - comento todavía entre lágrimas.
- No llores, por favor.
- ¿No te fuiste? - pregunto extrañada limpiando mis lágrimas.
- Pero ni pasaron quince minutos que te dormiste y saltaste de la cama gritando, estaba por irme.
- Estoy así desde que murió...
- ...Le va a hacer daño al bebé, tienes que relajarte.
- ¿Cómo voy a hacer eso ?- pregunto levantando la mirada para verlo a los ojos.
Jake me mira pero la atmosfera cambia, no sé si es por el hecho de que no estoy bien y me siento vulnerable y sola.
Jake suspira posa sus labios en los míos para besarme suavemente, no sé si rechazarlo o dejar que siga, separa sus labios de los míos sigo sin responder, esto me tiene un poco confundida y desorientada, ¿Qué fue eso? vuelve a acercar sus labios a los míos pero esta vez el beso es más intenso, mete su lengua a mi boca y busca la mía, lo aceptó hasta que me siento culpable y hago mi cara a un lado, es una completa locura.
- Disculpa - me suelta - es mejor que me vaya - exclama parándose rápidamente y sale de mi cuarto.
La situación me dejó confundida, no puedo creer que fue lo que pasó, Jake solo es mi amigo, ¿Porque no me alejé de él? ¿Porque me siento tan débil y vulnerable?
Al día siguiente, me paro de cama, en la noche pude dar algunas pestañadas pero esa pesadilla no permite que duerma bien, cuando Patricio se quedó conmigo dormía mejor, debo reconocerlo.
Me paro y busco cajas, debo irme lo más pronto posible de está ciudad, empiezo a colocar ordenadamente las cosas, encuentro recuerdos de momentos más felices y no puedo evitar llorar.
A eso de las doce suena el timbre, abro sin pensar, Jake está parado en la puerta.
- Hola, muñeca.
- Hola Jake -bajo la mirada, ¡Dios que incómodo!
- ¿Puedo entrar?
- Claro - suelto la puerta para que entre y miro a mis cajas intentando no mirar a Jake.
- ¿Podemos hablar?
- ¿De qué? - pregunto sin darle mucha importancia al asunto.
- Te debo una explicación de lo sucedido anoche.
- No, está bien, no pasó nada.
- Si, pasó, y tengo que hablar contigo - se acerca a mí, me pone de frente a él y con la mano en mi mentón levanta mi rostro para que lo mire - Disculpa, anoche solo quise mitigar tu dolor, me arrepiento, sé que piensas que traicionamos la memoria de Ricardo y a Judy pero...
- Hasta el pero... está bien Jake, no digas mas.
- ¿Por qué? Te debo una explicación. - después se queda en un largo silencio sin soltar mi rostro - ¿Sabes? No me arrepiento de haberte besado - escucho eso y me incómodo más. - no me arrepiento porque... - antes de decirlo me jala hacia él y vuelve a besarme, se aferra a mí con fuerza para que no pueda escapar, después se separa - no estamos haciendo nada malo, tu no traicionas a Ricardo, él está muerto y yo con Judy no estamos bien, ni siquiera estoy seguro si quiero seguir con ella, no te digo que lo he intentado pero no resulta.
- No, Jake esto está mal - respondo empujándolo - es mi vulnerabilidad, mi dolor por la perdida u mi culpabilidad.
- Nadie lo niega, además no estoy poniendo en duda eso.
- Me puedes soltar, por favor...- chillo mientras lucho para que me suelte.
- Oh si disculpa - por fin me suelta
- Judy tiene un hijo contigo y yo estoy esperando un hijo de Ricardo.
- ¿Y? Darla solo quiero consolarte, mimarte hasta que te vayas, tu misma lo dijiste no te quieres quedar, te soy sincero quisiera que lo hagas, que te quedes, ahí si haría lo que fuera para que estemos juntos, pero sé que no lo harás, por eso me quiero conformar con estos días, te vine a ayudar, ya hablé con el capitán pedí días libres.
- ¿Por mí?
- Por ti, pero no dije eso.
- Vez, si no es malo no lo ocultarías.
- Vuelvo a repetir, para mí esto no es nada malo pero no quiero que nadie arme drama y a eso me refiero a Judy, Ricardo en su tiempo nos armó dramas pero esa época ni tú, ni yo osábamos engañar, ni con el pensamiento.
- ¿Me ayudas a guardar los libros, por favor? - pregunto intentando cambiar este tema incómodo.
- Si claro, - empieza a pasarme los libros, llega a mis manos "El Mercader de Venecia" lo miro y me desparramo en el piso Jake corre a levantarme, estoy aferrada a mi libro como si fuera él.
- Ricardo me regalo este libro, el día que falleció - exclamó intentando incorporarme.
- Guarda el libro, Darla, no te aferres - me quita el libro y lo pone en la caja con los demás, vuelve a mí lado y me arrebata un beso estoy muy vulnerable y no sé si se está aprovechando o no de la situación, mi cabeza da vueltas, solo tengo mente para mí tristeza y para ese vacío que dejó Ricardo al partir, pero dejo que Jake me bese con intensidad sin reaccionar - voy a comprar algo, sigue guardando, muñeca.
Cuando sale, me quedo petrificada en mi lugar, todavía estoy desconcertada por lo que está pasando, ¿Que me pasa? ¿Porque no reaccionó, porque el vacío hace que actúe sin ánimo? Tomo la foto de Ricardo de una de las cajas la miró con tristeza.
- Gilipollas, por qué te fuiste, debiste quedarte conmigo, yo me quedé a tu lado - exclamo con tristeza, no me doy cuenta que Jake ya estaba en el departamento.
- ¿Muñeca?- pregunta abrazándome, obligando a que suelte el portarretrato- ¿otra vez? Para de llorar, vas a hacer un nuevo mar, tienes que parar, el bebé no lo merece - me acurruca entre sus brazos y su pecho.
Me quedo abrazada a él, sollozando, este vacío no se va, no sé si lograré salir de este sufrimiento.
- ¡Esto no puede ser! - grito mientras lo empujo y me quedo petrificada en frente de Jake.- ¿Qué pasó?- Es que no está bien, estoy muy incómoda con todo esto, creo que sería mejor que te vayas- Primero comes y después me voy...- ...Pero...- Nada, come, tienes que comer y si yo me voy , tu no pruebas bocado- Está bien - exclamó entornando los ojos, me sirve un poco y se sienta a comer en frente mío.- Te seré sincero, Ricardo me pidió esto - exclama mientras come.- ¿Qué? - pregunto sin comprender el comentario.- Después de que volviste con él, me dijo que te cuide cuando faltase, le respondí que lo haría, pero me pidió que no solo te cuidará sino que intente hacerte olvidar tu sufrimiento, que veas que existen otros hombres además de él, e
Jake se va ni bien terminamos de comer, se lo pedí casi se lo supliqué, Judy vendrá mañana y no quiero que este acá además mi culpabilidad está haciendo que está situación se haga insostenible.Me quedo toda la noche despierta, no quiero tener esa maldita pesadilla, prefiero guardar lo que me falta y escapar de esta ciudad como cuando escape de Búffalo unos años atrás, tal vez nunca debería haber salido pero mi miedo me hizo escapar y ahora volveré porque aquí perdí lo que había logrado recuperar.****Por fin logré levantar todo lo que tenía que guardar, me faltan los muebles, escucho el timbre sonar, ni me di cuenta que eran más de las 10 de la mañana, abro la puerta, Judy está parada con cara de tristeza.- Hola, Darla - saluda y lo primero que hace es abrazarme.- Hola Jud, ¿c&oacut
Me levanto de la cama no dormí nada, como ya se me hizo costumbre, mi mente está llena de confusiones, con todas esas revelaciones, este departamento me tiene mal, los recuerdos me atormentan a cada pasó, necesito irme, escapar de todo esto.Entro a la ducha intento ducharme lo más pronto posible puesto que mi tormento me sigue a cada pasó, salgo de la ducha, me cambio de ropa, salgo del cuarto, Jake me espera en la sala.- Hola, muñeca, buenos días - saluda colocando agua hervida en unas tazas.- Hola Jake, Buenos días...- Otra noche sin dormir...¿No?- Es que...no puedo - suspiro - me está costando escapar de la tristeza.- Lo sé, pronto lo harás - jala la silla para que me siente - toma tu desayuno, después al cementerio y al doctor, quizás pueda ayudarte a descansar, lo necesitas.- Lo sé...- empiezo a tomar
- Darla, despierta... - escucho la voz de Patricio pero no puedo abrir los ojos para verlo, siento que acarician mi frente - despierta, mi amor...- escucho como súplica pero no logro abrir los ojos, ¿tal vez es mi imaginación?Es extraño sentirme como me siento, no sé porque me siento tan débil quisiera abrir los ojos pero me cuesta tanto hacerlo, mi cuerpo está pesado, parece una pesadilla de esas que no permiten despertar, escucho por momentos la voz de Patricio pero estoy segura que es sólo una ilusión del golpe que me di en la cabeza.- ¿Doctor, cómo está mi mujer? - pregunta.- Está en coma inducido por unos días más, el golpe en la cabeza que se dio fue muy fuerte...- ¿Y el bebé? - pregunta preocupado y aunque no pueda todavía despertar de este extraño letargo deseo saber cómo está mi hijo, por lo menos
Ya son las diez de la mañana ya fui al hospital a alimentar a mí pequeño pronto me dejaran llevármelo a casa y después nos iremos a Búffalo, sigo firme en mi decisión de volver aunque no en la decisión de tener una relación con Patricio, es mejor para todos alejarme de él.He pedido hora con mi amigo Cris, uno de mis mejores amigos que tuve en la preparatoria, ahora radica acá y tiene un estudio de tatuajes muy famoso en pleno centro de la ciudad.Mientras manejo pienso en mi depresión, los médicos me quitaron los medicamentos y ahora volví a la pesadilla, para mí es mi culpabilidad y el dolor de la pérdida la que no me permite seguir adelante, quizás con este tatuaje logré mitigar ese dolor.Entro once en punto al estudio de tatuajes, Cris al verme da un salto de su asiento, con una gran sonrisa en su rostro y corre a abrazar
Las semanas pasaron velozmente, por fin hoy en la mañana tendré a Dekran a mí lado, me levanté temprano y con más ánimos, estoy entusiasmada y muy ansiosa, no veo las horas de irme al hospital, pero debo esperar a Jake para que me recoja, todavía no quiere que maneje.Unos diez minutos después de las nueve de la mañana, Jake abre la puerta y mete su cabeza por la puerta.- Buenos días, muñeca, ¿Lista?- Sí - tomo el bolso del sofa y camino hasta la puerta - todo está listo.- ¿Te llevas la casa en ese bolso? - pregunta mirando mi enorme bolso de bebé que llevo en el hombro- Muy gracioso - sonrió y se la paso para cerrar la puerta.- Dame esa tienda de campaña – responde mientras sonríe – yo la llevo y las llaves del auto...- ...Está bien - respondo a regañadientes y le entreg&
Hoy dejaré a Dekran con mi vecina, se queda con ella cuando salgo a hacer ejercicios, por fin me quitaron el yeso y ahora para ponerlo fuerte, debo hacerlos sin extralimitarme o lastimarme, dar unos buenos golpes en el gimnasio de la jefatura después de la fisioterapia me ayudarán a recuperarme muy pronto.Alzó a Dekran antes de salir, lo bajo hasta el departamento de mi vecina, tomo mi chamarra negra, le doy un beso a mi pequeño para despedirme y salgo en dirección al cementerio, todos los días, semana tras semana pongo rosas y jazmines en la tumba de Ricardo, todavía me duele, mi depresión, frustración y culpabilidad me siguen acompañando a cada paso que doy, no sé cómo mitigarlo.Me dirijo a la jefatura pero no entro, todavía es muy difícil entrar, iré a recoger mi cambio de jefatura un día antes de viajar, mientras tanto me mantendr&eac
- ¡Ricardo! - despierto, otra vez de la maldita pesadilla, estoy bañada en sudor, me siento en la cama, me paro, tengo que hacer algo, son las 6 de la mañana, es la tercera vez que me sucede esta noche, me acerco a la cuna de Dekran, duerme plácidamente, con su chupón, es tan lindo, mi pequeño.Saco un deportivo, me hago una cola y llamo a mi vecina pero ella no puede así que llamó a la señora Tons para que haga la limpieza y se quede con mi pequeño, debo salir, este departamento me asfixia.- Buenos días señora Tons, ¿puedo dejarle a Dekran por unas horas? Por favor, voy a salir, tengo que hacer cosas.- Claro, Darla, me quedo con el pequeño, mientras duerme estaré limpiando la casa.- Ok, gracias Señora Tons - cuelgo.Hace un tiempo cuando Ricardo murió, la señora Tons, que fue su ama de llaves volvió a c