Karim observó a Sasha, no tenía dudas de que esa era la famosa gurú asiática de la seducción, a la que grandes empresarios en la industria del placer pagaban para que adiestrara al personal, también había oigo que en Asia era conocida como una gran casamentera de la alta sociedad, enseñaba a las mujeres a escoger maridos adinerados y proveerles de máximo placer para que jamás fueran abandonadas.Karim estaba seguro de que Sasha no lo reconocía, pues los pagos él le había realizado, fue a través de su empresa y su nombre no figuraba en ningún documento, además las clases que la mujer había impartido las había realizado dentro de un hotel en Texas, que había sido reservado para la semana de adiestramiento, todos y cada uno de los aprendices habían utilizado nombres falsos y antifaces que cubrían el rostro casi en su totalidad, por lo que la identidad de todos era un secreto.Solo Karim junto a otras cuatro personas habían recibido una inducción aún más especial e íntima y solo ese peque
La semana transcurrió en calma, Aiko trabajaba desde casa con su nuevo equipo de trabajo, ajustándose a la rutina impuesta por su abuela en la que debía despertar a las cinco de la mañana y practicar la meditación, de seis a siete realizar ejercicios de pilates en su pequeño gimnasio privado, descansar por un lapso de quince minutos y nadar, realizando al menos cinco piscinas, aunque ese requisito Aiko no lo cumple aun a cabalidad, porque apenas comienza a aprender a nadar. Con su padre nunca tuvo la oportunidad de ir a una piscina o al mar.A las siete y media debe desayunar solo batido de verduras y plantas verdes, enriquecido con chía y moringa, aunque no le gusta esa bebida aún, reconoce que la sacia y la hace sentir enérgica y saludable todo el día.Después de bañarse y ducharse Aiko debe vestirse y maquillarse con imagen elegante y profesional, aunque no salga de su departamento, eso lo hace mientras espera a su secretaria y asistente, ambos llegan a las nueve.Aiko trabaja como
Karim con sumo cuidado tomó una foto de la joven pareja, necesitaba investigar quién era el hombre que acompañaba a Aiko, él no podía permitir que sus planes fueran arruinados. Por más que lo había pensado y analizado la mejor venganza que podía conseguir era quitarle a Akiro su fortuna y no perdería la oportunidad por un recién aparecido. Cuando vio a Aiko con el hombre sintió ira, parecía que la sangre le hervía, un latido fuerte en su corazón le avisaba de su molestia, al igual que la punzada que sintió en su cabeza, tenía que investigar quién era ese hombre. Salió de la clínica con rapidez y se subió a su auto, le envió a Sergio la foto del hombre y le pidió la mayor información posible acerca de él para esa misma noche. Karim sabía que no había tiempo que perder, había estado siendo muy pasivo y no podía seguir siendo así, tenía que conquistarla a como dé lugar, necesitaba enamorarla y hacer que ella perdiera la cabeza por él, también necesitaba cuidar cada movimiento, porque e
Karim creyó necesario una reunión con su hermana en privado, sin la presencia de Rebeca. La citó en su mansión, el mejor lugar para que juntos planificaran su venganza. Nazly llegó retrasada por más de una hora, Karim se encontraba molesto y frustrado por la irresponsabilidad de la mujer. Ella llegó como siempre, imponente y hermosa, con vestuario lujoso, muy femenina, maquillaje profesional, cien por ciento llamativa y a Karim le parecía que era demasiado, extrañaba a la joven hermosa y sencilla que solía ser, le parecía que hasta hace poco era una mujer honesta y trabajadora que necesitaba el afecto de su madre, no sabía en qué momento había cambiado tanto. - ¡Hasta que te dignaste en venir! - fueron las palabras de Karim para su hermana. - ¡Qué gran recibimiento! - respondió con ironía. Karim volteo los ojos y le hizo una seña para que lo siguiera hasta su despacho. Una vez adentro, Karim se sentó detrás de su escritorio de cristal y Nazly de frente. - ¿Qué quieres her
Desde que Karim había conversado con su hermana Nazly, habían transcurrido dos días, parecía que Nazly había comprendido bien el punto de vista de Karim y su método de venganza, y eso lo ayudaba a estar tranquilo por un lado, pero por otra parte, estaba el tema de su necesidad de estar cerca de la mujer. Karim comenzaba a sentirse ansioso, sabía que el éxito de su venganza dependía de su acercamiento a Aiko y esto estaba resultando difícil desde que ella se había mudado de habitación y también se había retirado de la oficina, él no tenía forma de retenerla a su lado, comenzaba a pensar que ella sospechaba de él porque se había vuelto escurridiza y eso no le servía para lograr su cometido. El hombre llegó temprano a la oficina, caminó por el piso observando todo el espacio de trabajo, se veía pulcro y muy simple, realizó una llamada para ordenar la compra de un ramo de flores que adornara el recibidor, caminó hacia su oficina, encendió la computadora y se sentó a revisar sus correos
Aiko se preparó para salir, estaba siguiendo los planes de Sasha al pie de la letra, aunque no estaba totalmente de acuerdo con ella, tenía que obedecerle, era mucho lo que estaba en juego y estaba segura de que su abuela estaba al tanto de todos y cada uno de sus movimientos. El consejo principal que Sasha le había dado era no huir de Karim, porque eso solo hacía que ella le diera más importancia y poder en su mente, y tal vez en su corazón, Aiko debía saber y pensar que Karim es un hombre común y corriente, solo un compañero de trabajo, por supuesto que él tiene cualidades, pero todos las tienen y no por reconocer esas cualidades quiere decir que una persona pueda estar enamorada de otra. Aiko llego al edificio, traía una caja y un bolso con sus pertenencias, se mudaba nuevamente al despacho para trabajar junto a su socio, entró en el área alquilada para su empresa, el lugar desde siempre le había parecido hermoso, con esos pisos de madera pulida, la amplia y hermosa recepción que
Karim miraba a Aiko desde su oficina, ella arreglaba sus pertenencias en el escritorio y algunos libros en la biblioteca, el hombre que la acompañaba no paraba de hablarle y observarla, parecía un tonto a su lado, en cualquier momento su baba chorrearía su boca, se notaba y mucho lo que sentía por la mujer, solo ella parecía no darse cuenta e ignorarlo, luego llegó la otra mujer que solía acompañar a Aiko, ya Karim la conocía como su secretaria, lo que no entendía era porque Aiko no lo ponía al tanto de lo que estaba pasando. No pudo seguir aguantando su curiosidad, se colocó de pie y fue a la oficina de su socia, golpeó la puerta y todos voltearon a verlo. -Hola - saludó torpemente con una sonrisa, Stephany sonrió con picardía y miró a Aiko. -Acompáñame a sacar unas copias – le dijo la secretaria al asistente y se marcharon en contra de la voluntad de Casey. Karim se hizo a un lado, permitiendo que salieran de la oficina el hombre y la mujer, entró al pequeño espacio y se acercó
Karim trató a Aiko con mucho tacto, cuidando sus palabras y gestos para parecer un hombre atento, cariñoso e interesado en ella, él pensaba que la mejor manera de demostrarle afecto era con hechos, ya que es una mujer sumamente inteligente, debe ser difícil de engañar. Terminada la comida Karim se disponía a cancelar el monto, llamó al empleado para pagar la cuenta, Aiko lo miró divertida y mordió su labio inferior, él no entendía su actitud, aunque le gustaba verla actuar con picardía. -La comida ya ha sido candelada señor - respondió el empleado. Karim miró a Aiko con incredulidad - ¿fuiste tú? - preguntó con sorpresa y una amplia sonrisa, ella no pudo más y soltó una carcajada. -Lo siento, no me pude contener. - Pero ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por qué?, si yo te invite. -Cuando dije que iría al sanitario. El hombre la observó detenidamente, se veía hermosa cuando sonreía, sus ojos se veían más pequeños y rasgados, el sonido de su risa era agradable y contagioso, se dio cuenta