Es sábado en la tarde y Aiko apenas despierta sintiéndose más descansada que el día anterior, se asea y ordena comida a su habitación poniendo en práctica lo que el joven mesero le había dicho.

Estudió algunos documentos desde su celular, luego revisó su computadora, allí estaba escrito todo el itinerario que su abuela le había planificado para las dos primeras semanas que ella tendría en Boston, Aiko sonrió por la inteligencia de su abuela y por lo controladora que es.

Ha- naul sabía que su nieta era una mujer brillante pero también sabía que había crecido entre la sobreprotección de su madre y la represión de su padre por lo que no había tenido el tiempo de formar y desarrollar su propia personalidad, pero la vieja intuía que el temperamento de la joven tendría algún parecido con el de ella y bajo su tutela podría conocerlo mejor y desarrollarlo.

Aiko rodó los ojos al mirar la cantidad de actividades que su abuela le tenía establecidas, ella sabía que alguien la estaría observando