Karim aprovecho un descuido de Aiko y caminó a una pequeña tienda, sin su compañía, compró un vaso de helado que fácilmente podría ser compartido por tres o cuatro personas, el vaso era hecho de galleta y su fondo contenía una gruesa capa de chocolate duro, sobre este había copos de helado de diferentes sabores: mantecado con chispas de chocolate, coco, galleta, chocolate amargo y chocolate blanco. Karim estaba seguro de que a su compañera le gustaría al menos los copos de chocolate, pues hasta los momentos sabía que ella disfrutaba de ese sabor.Sobre los copos de helado había una lluvia de galleta triturada con chispas de chocolate y un generoso sirope de caramelo, con cilindros de galleta rellenas de coco incrustados sobre el helado, realmente se veía delicioso, pidió dos paletas para comer el helado y suficientes servilletas como para limpiar cualquier accidente que pudiesen tener.Cuándo llegó al lugar donde la mujer se encontraba pensó que estaría buscándolo con la mirada, pero
Aiko se quedó mirando al hombre que caminaba directo al elevador, pensó que si ella permitía que las cosas se hicieran a su manera, Karim pensaría que realmente era un noviazgo y que sería algo que perduraría, ese debía ser el momento para enseñarle que se equivocaba y demostrarle que solo sería algo pasajero. Hasta los momentos había estado callada, pensando cómo salir de la situación, pero sentía que estaba comprendiendo, debía dejarse llevar, quitar límites e intentar ser espontánea.- ¡Karim! – dijo en gran voz, el hombre se detuvo, no pensó que la mujer lo llamara, aunque lo deseaba, volteó a verla – no tienes que irte.Aiko salió de su departamento y caminó hacia él, con pasos lentos y determinados, él observaba su elegancia, sus pasos suaves y seductores, ella tomó su mano.- ¡Quédate conmigo!Juntos caminaron al departamento, la mujer parecía serena, entraron y ella soltó su mano, él cerró la puerta y se atrevió a poner el seguro.- ¿Quieres algo de tomar? – ofreció caminando
Por primera vez en mucho tiempo Aiko no quería despertar temprano ni ir a trabajar, se sentía agotada por haber dormido tan tarde, había gastado mucha energía con sus acciones la noche anterior o al menos eso era lo que sentía, se movió dentro de las sábanas queriendo acomodarse mejor, cuando sintió que chocó contra una masa dura, de pronto sintió el aroma del hombre que tanto le gustaba, abrió grandemente sus ojos al darse cuenta que él abrazaba su cintura. > miró su brazo fuerte sobre ella y su mano masculina, inconscientemente acarició la superficie de su piel, >, era increíble ese hombre, tal vez no lo sabía, pero hacía las cosas más difíciles para la mujer. Con sigilo, Aiko se volteó, verle dormir era grato, su rostro reflejaba paz y belleza, recordó la noche anterior, como Karim había acariciado y besado su cuerpo con tanta suavidad y cuidado como si ella fuese de crist
Aiko no quería incomodar a Karim por eso se retiró de la oficina, mucho menos deseaba molestarse ella con lo ocurrido, aunque esto la hizo pensar.Era obvio que Karim debía tener una vida privada y eso era lo mejor para ella, desde el inicio sabía que solo quería experimentar, y así se lo había expresado a él, era el hombre quien decía querer algo serio, y se comportaba como un pretendiente enamorado.Ahora sabía que Karim mentía, Rebeca le dio ese beso junto a la boca y él no la esquivó a sabiendas que ella aun estaba en la oficina, y antes del beso, la secretaria le había dicho a Aiko al oído que el hombre era suyo, con tanta posesividad que debía ser cierto, ‹‹algo debe haber entre ellos para que Rebeca se sienta de esa forma, además él no se negó ››.Aiko se dio cuenta de que Karim no era lo que ella pensaba, era como la mayoría de los hombres, era como Akiro, un mentiroso que solo quería conseguir su beneficio propio.Aunque no lo quería se sentía molesta, porque él le había ment
MALENTENDIDO.Aiko se llevó su equipo de trabajo directo a su departamento, pues allí tenía suficiente espacio para trabajar con ellos y todos los implementos que necesitaba, allí se podía concentrar y sentir más tranquila.Al llegar al departamento de la mujer Casey no pudo evitar expresar su agrado.- ¡Qué bueno estar aquí de nuevo! - dijo con una sonrisa en sus labios y Aiko comprendió que no se sentía cómodo trabajando en la empresa con sus otros compañeros, ella lo miro y asintió, no quiso preguntar nada, de seguro el hombre tenía sus motivos para pensar de esa forma.Se fueron al estudio, allí había un gran escritorio en forma de L con tres sillas, donde solían trabajar anteriormente. Cada quién tomó su portátil e iniciaron sus tareas, Aiko revisó junto a Casey una vez más la larga lista de insumos de materia prima requerida por la empresa de fabricación para iniciar la construcción, lo primero sería maquinaria pesada para excavar el terreno y comenzar a asentar las bases del ed
Compartieron el refrigerio en la sala entre miradas serias, de las que Stephany parecía no darse cuenta.- ¿Jefa mañana trabajaremos aquí de nuevo? – preguntó la mujer con deseos de obtener una respuesta afirmativa.- No se puede - respondió Karim abruptamente sin darle a Aiko la oportunidad de responder, los presentes miraron al hombre con atención y éste solo pudo sonreír.- Hay decisiones que necesito tomar junto con mi socia, mañana es un día importante, tendremos muchas cosas que resolver.Y no era mentira, les esperaba una videoconferencia importante con quién sería un futuro aliado en la construcción o socio, pero Karim no quería, ni debía revelar esto delante de los empleados, debe hablarlo con su socia directamente. Y por supuesto, que no quería dejarla trabajar en su departamento donde no podía verla y sabía que Casey estaría allí acechándola.- Tienes razón - respondió Aiko para evitar generar polémica, pues había visto la cara de sorpresa de Casey y también de su secretari
Karim había llegado al hotel, con un plan claro en mente, debía marcar territorio delante de Casey, demostrarle al hombre que él es el macho alfa del lugar, Aiko estaba con él y todo intento de Casey por conquistarla debía ser en vano, sólo él estaría con la heredera de la familia Hung, el sería su amante, su esposo y su verdugo, no daría oportunidad a nadie más, había invertido mucho tiempo y dinero en su venganza y debía llevarla a cabo.…Cuando Karim supo que Ha-naúl se llevaba a su nieta a Corea, hizo todo por investigar cuánto tiempo estaría en aquel país o sí sería permanente, viajó sin importarle el gasto económico o la perdida de tiempo, miró desde cerca parte del imperio de los Hung en Corea, aprovechó de investigar el pasado escolar y laboral de Akiro, sin conseguir nada importante.Estaba derrotado, sin oportunidad de acercarse a la propiedad de la anciana y mucho menos de hacer contacto con la mujer que buscaba, pero no perdería el tiempo, contactó a Sasha, de quien ya te
Aiko nunca hubiese imaginado que la sensación que producía besar a alguien sería tan placentera, ni siquiera pensaba que un beso fuese importante, creía que estaba sobrevalorado.No recordaba en toda su vida haber visto un beso entre su padre y su madre, mucho menos entre sus abuelos, desde muy temprana edad visitaba las empresas donde su padre trabajaba, en esos ambientes tampoco se observaba el romance, mucho menos cuando estaba encerrada en la casa con su madre encargándose de la cocina y el mantenimiento del hogar.En sus temporadas escolares Aiko había estudiado en colegios solo de niñas, y llegando a la adolescencia había estudiado desde casa, en programas de estudios especiales en los que solo acudían a los institutos a presentar evaluaciones y a presenciar algunas actividades importantes, debido a los múltiples viajes por los negocios familiares, nunca tuvo la oportunidad de socializar y más adelante ni siquiera lo intentó.Su padre era creyente de la filosofía que la televisi