Aiko nunca hubiese imaginado que la sensación que producía besar a alguien sería tan placentera, ni siquiera pensaba que un beso fuese importante, creía que estaba sobrevalorado.No recordaba en toda su vida haber visto un beso entre su padre y su madre, mucho menos entre sus abuelos, desde muy temprana edad visitaba las empresas donde su padre trabajaba, en esos ambientes tampoco se observaba el romance, mucho menos cuando estaba encerrada en la casa con su madre encargándose de la cocina y el mantenimiento del hogar.En sus temporadas escolares Aiko había estudiado en colegios solo de niñas, y llegando a la adolescencia había estudiado desde casa, en programas de estudios especiales en los que solo acudían a los institutos a presentar evaluaciones y a presenciar algunas actividades importantes, debido a los múltiples viajes por los negocios familiares, nunca tuvo la oportunidad de socializar y más adelante ni siquiera lo intentó.Su padre era creyente de la filosofía que la televisi
Karim despertó muy temprano en la madrugada, apenas había dormido un par de horas, la calidez del cuerpo de su compañera lo envolvía y por un momento sintió que lo que estaba viviendo lo superaba. Debido a la experiencia de su madre, él y su hermana habían aprendido que las relaciones amorosas solo lo complicaban todo, las compañeras especiales deberían ser para saciar las necesidades del cuerpo, después de haber acordado claramente los términos que favoreciera a ambas partes, era como seguir un contrato que protegía sus emociones, mente y corazón, pero con Aiko todo era distinto, pues él debía parecer enamorado y genuino. Eso lo llevaba a convivir muchas horas con ella, por primera vez estaba siendo detallista, halagador, regalando flores, chocolates y llevando a comer a la mujer, tal vez por eso su hermana se preocupaba y sentía que debía vigilarlo, esta experiencia, en momentos, le hacía sentir que estaba jugando en su contra. La noche a su lado había sido increíble, recordó cuan
Karim besó a Aiko como si no hubiese un mañana, se aferraba a sus labios y a su cuerpo, su cerebro no era consciente de nada en ese momento que no fuese la mujer sobre sus piernas.Se sentía completo, feliz, lleno de deseo, satisfecho, había una mezcla de emociones, sensaciones y sentimientos que ni él mismo sabía descifrar, no había otro lugar donde quisiera estar en ese instante, tampoco quería hacer otra cosa.Sus manos se apoderaron de la cintura de Aiko, la elevó para poder levantarse de la silla, la cargó con facilidad hacia el mueble sin dejar de besarla y la recostó con suavidad en él acolchonado espacio, en pequeños instantes se separaba de sus adictivos labios para recobrar el aliento y enseguida se apoderaba nuevamente de esos delicados y rosados pliegues dulces que se habían convertido en su debilidad.La mano de Aiko se deslizó con suavidad sobre su espalda, hecho que lo hizo estremecer.Karim se separó levemente de ella, pegando sus frentes y susurrando - ¡Quiero hacerte
Karim salió en su auto y condujo sin rumbo fijo, necesitaba tiempo para pensar, no sabía muy bien lo que estaba sintiendo en ese momento, había una mezcla de sensaciones o emociones en su interior que se debatía entre lo correcto y lo incorrecto, desde hacía mucho tiempo pensaba que la venganza era justificable, por lo tanto, todo lo que hiciera para alcanzarla sería permitido y correcto, pero en este momento cuestionaba seriamente lo que durante años había creído y defendido, si su madre estuviese viva, probablemente, reprobaría las acciones que estaba llevando a cabo.Se detuvo a un lado del camino, no paraba de pensar ‹‹ los ojos de Aiko fueron los suficientemente expresivos como para lograr entender lo que estaba en su mente, ella me quiere, ella ha estado intentado ser abierta, directa, distante no quiere comprometer sus emociones, solo quería algo, físico al menos eso me dijo, probablemente eso es lo que Sasha le estaba enseñando, a utilizar su cuerpo y no su corazón, segurament
Karim llego a la oficina con premura, tenía deseos de ver a la mujer y conversar con ella, necesitaba darle una explicación de por qué se había ido de esa forma, quería saber lo que tenía ella grabado en su mente, no quería que lo odiara, no quería que pensara que él era un aprovechado o un patán que la había usado y luego se había marchado como un cobarde. Lo que más le interesaba era saber por qué se interesaba tanto en las emociones de la mujer.Llegó a la oficina totalmente afanado, quería verla apenas entrara al lugar, pero se decepcionó cuando al llegar a la oficina la mujer no estaba y tampoco su equipo de trabajo, preguntó a otros empleados si la mujer había ido más temprano, pero todos negaron, solamente Casey se había presentado esa mañana para buscar unos documentos y luego se había retirado. Así que Karim comprendió que posiblemente Aiko no quería verlo y se había ido a trabajar al hotel, él le daría su espacio, más tarde iría a verla para aclarar las cosas y colocar todo
Sasha miró a su pariente bajar del auto y caminar con elegancia, como si su cuerpo estuviese fuerte y sin dolor, como si su corazón no doliera, ni su mente estuviera confundida, la miró alejarse del auto y entrar al hotel, su trabajo ya estaba hecho, ya no tenía nada que hacer allí, debía viajar y atender su negocio.‹‹ Sólo el dolor te hace fuerte ››, pensó Sasha mientras miraba a la mujer, - creo que tu padre te hizo más daño del que pensábamos – expresó en voz alta, hasta ese momento no había empatizado con la aprendiz, solo allí comprendió lo duro que era estar sin su madre, haber sido maltratada por su padre desde siempre y vivir una vida arreglada, cumpliendo tantos requisitos, sin poder ser una joven normal.…Karim terminó la jornada laboral sin saber nada de Aiko, quería estar calmado, hacer las cosas planificadamente y con propósito específico, pero la verdad era que, cada vez que revisaba su teléfono, y no veía mensaje o llamada de ella, se sentía ansioso, se regañaba a sí
Karim sabía que Aiko tenía establecida ciertas reglas para la relación “sin compromiso” que ellos tenían, las había leído en el documento inicial que el mismo había roto y estaba de acuerdo con todas, porque las mismas normas él se las había autoimpuesto, no tendría ninguna relación con ella en el espacio en el que vive, ni en el que trabaja para evitar recuerdos importantes y conexiones emocionales, lo mejor era conservar distancia en ciertos aspectos.En soledad, en su casa, en la oficina o cuando manejaba en su auto, podía pensar los acercamientos que tendría con la mujer, las palabras adecuadas que debía decir, como enamorarla y tenerla pérdida a sus pies, pero la verdad es que cuando la tenía enfrente, todos sus planes se venían abajo, actuaba diferente, sus palabras eran otras, en ocasiones se sentía decidido, valiente, directo y determinado, y en otras ocasiones, sentía que era muy torpe y sus palabras terminaban siendo algo estúpidas, sin darse cuenta iba violando poco a poco
Aiko estaba absorta en sus pensamientos, desde la llamada de Sasha, esa misma mañana, su tutora se había despedido porque se iría a su país natal y le había dado la orden de culminar su relación con Karim, le expresó la preocupación que tenía por ella, claro que quería que se entretuviera con el hombre, pero no violando cada regla que le aseguraba proteger su corazón y mucho menos que se vieran de forma tan seguida.Sasha se iría, aunque Aiko seguiría siendo vigilada, la mujer no sabía cuan acostumbrada estaba a Karim, hasta que se le dijo que debía apartarse de él, hacía días ella lo estaba pensando, pero sin darse cuenta cada día terminaba en la cama con él, desde su primera vez juntos, no habían estado un día separados y tampoco deseaba que eso sucediera.Aunque trabajaban en lugares apartados, cada mañana Karim la llamaba, le daba los buenos días y le preguntaba que tareas tenían para ese día, no porque necesitaba que se lo dijera, sino porque quería escuchar su voz o al menos Aik