Llegué a casa casi al anochecer. Luke no se encontraba por ningún lado por lo que supuse que estaría en el trabajo. Trabajaba de guardia en un centro comercial, o es lo que él decía. 

Ingresé a la ducha de manera rápida debido a que Zach llegaría pronto. Era, para variar, mi niñero. Luke confiaba demasiado en él después de cerciorarse que me veía como una amiga más y solo para molestarme. Distraída, olvidé meter mi ropa por lo que salí envuelta con la toalla encontrando a Zach acostado en mi cama. Se sentó de un brinco regalándome una sonrisa.

--- Pensé que el agua te llevó con ella.--- Ironizó observando mi rostro. Nunca me miraría de otra manera, incluso si llegaba a provocarlo y vaya que era un casanova de primera.

--- Creí que estarías aún con Valerie.

Mientras buscaba lo que sería mi atuendo sentí la presencia de Zach detrás de mí. Traté de controlar mis nervios y respirar de manera controlada. 

--- ¿Qué haces?--- pregunté al ver que metía mano entre mis ropas.

--- Te estoy ayudando.--- encontró algo y la extendió con una sonrisa juguetona.--- Este.

Sentí mis mejillas arder en vergüenza.--- ¡Dame eso!

Se trataba de un pijama de vestido muy sexy que me habían regalado en mi cumpleaños pasado. Comenzamos una guerra de tironeo y en una de esas escuché el rasguño de la tela y caí al suelo soltando la toalla que me envolvía. Me cubrí rápidamente pero la expresión de asombro de Zach no pasó desapercibida ante mis ojos.

--- Lo siento, y.yo.

Salió corriendo de la habitación dejándome con la vergüenza a flote. 

Luego de vestirme, me arropé entre las sábanas comenzando a juguetear con mi teléfono. Zach luego de cerciorarse de que estuviera en condiciones ingresó a la habitación.

--- ¿Ya cenaste?--- pregunté tratando de romper el hielo.

--- Te estuve esperando. ¿Pedimos pizza?

Asentí en aprobación. Llamó a la pizzería y luego de unos segundos se mete conmigo en cama. 

--- Zoe, ¿Te puedo hacer una consulta?

Dejé el teléfono a un lado y le presté atención. 

--- ¿Alguna vez sentiste algo por alguien?

Su pregunta me sorprende. Sopesé en mi respuesta. Por la única persona que sentí algo era por él pero eso no podía decírselo.

--- No, de la manera que dices, no. 

Me observó fijamente tratando de procesar en mi repuesta. --- En todo caso, no dejaré que eso suceda.

Fruncí el ceño. --- ¿Qué? ¿Por qué?

Estaba totalmente confundida.

--- Porque yo Zoe..--- me observó fijamente para luego suspirar. Mi corazón tenía la leve esperanza de que también sintiera lo mismo por mí.--- Eres como una hermana para mí. Y no quisiera que nadie te lastime.

Me sentí un poco decepcionada pero traté de camuflarlo con enojo.--- ¿No crees que eso es una decisión mía? Al fin y al cabo, era un riesgo que todos estamos dispuestos a afrontar.

Volvió la mirada al techo.--- Tienes razón, no es de mi incumbencia.

Se levantó de la cama saliendo de la habitación como si estuviera enojado. Suspiré. ¿Qué estaba pasando aquí.?

Volvió solo cuando la pizza llegó, su semblante serio fue reemplazado con una sonrisa y extendió la caja en la cama. 

--- Disfruta nena.

Ignoré la forma en la que salió enojado y me permití disfrutar nuevamente de su presencia. 

Hablamos de Valerie hasta que los ojos nos pesaron y decidimos que era tiempo de dormir.

--- Buenas noches Zach.

--- Buenas noches bebé.

Soñolienta había escuchado perfectamente sus palabras. Sonreí instintivamente y me dejé llevar a los brazos de Morfeo.

Unos brazos me zarandean de repente.

--- ¿Q.que?...--- Observé a los lados, la luz del sol iluminaba a través de las cortinas. Miré a Zach con el ceño fruncido. ¿Por qué me encontraba sudada?.

--- Me estuviste llamando demasiado, creí que tenías pesadillas.--- Su rostro confundido al igual que yo. 

Me espabilé un poco hasta que fui consciente de lo que ocurrió, mis mejillas enrojecieron. Había soñado con él nuevamente.

--- Lo siento, ¿Te desperté?. 

Negó con la cabeza.--- Tenemos instituto. Nos vemos más tarde nena.

Me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación. Me dejé caer sobre la almohada. ¿Cómo fue posible esto? ¡Tenía que controlar mis hormonas!. 

Escuché a Luke llamarme desde la cocina. Le informé que ya estaba despierta e ingresé en el baño para asearme.

Baje a desayunar, Luke ya tenía todo preparado. 

--- Buenos días.--- Lo salude con un beso en la mejilla.

--- Buenos días renacuaja. Ten el desayuno, debes de apurarte, la hora avanza.--- Informó.

Me senté de manera pesada sobre la silla.--- ¿Puedo faltar hoy? Todavía no estoy preparada para esa cárcel. Tal vez sería más conveniente estudiar por internet. 

Luke sonríe divertido.--- Para manejar el internet, primero debes de estudiar. Ya déjate de berrinches, tal vez este año encuentres el reemplazo de Zach.

Casi me atraganto con el pan.--- ¡Eres un idiota! 

Salió de la cocina riendo a carcajadas. Terminé mi desayuno y tras alistarme completamente salí en la calle esperando a Luke para que pueda llevarme.

Al llegar me despido de Luke con un fuerte abrazo y me bajo para dirigirme primero a la secretaría. Busqué con la mirada a mis amigos, no los encontré por ningún lado por lo que me dirigí rápidamente ignorando las miradas inquisitivas de los nuevos. Me gustaría ayudarlos pero mi timidez no me dejaría. Luego de la secretaría me dirigí a mi casillero a guardar lo que no necesitaría y me dirigí a mi primera clase.

Al ingresar a mi primera clase, todos estuvieron ya en sus respectivos lugares. Me senté en el último asiento y con los auriculares puestos esperé a que la profesora llegara.

Sentí un toque en el hombro y levanté el rostro asustada. Zach me miró divertido y me indicó que la clase ya estaba comenzando. Me erguí mirando hacia el frente mientras la profesora de matemáticas estaba presentándose.

--- ¿Y Valerie?

--- Tiene biología.--- Me susurró. 

Asentí colocando los anotadores en mi escritorio. De vez en cuando sentía la mirada pesada de Zach sobre mí pero eran solo ideas mías. Mi meta de este año antes de ir a la Universidad es olvidarlo, creer en otro amor, en otra ilusión que tal vez acabaría conmigo.

La puerta sonó interrumpiendo a la profesora quien con fastidio fue a abrirla. 

--- Señor Ward, llega tarde para ser su primer día. --- Recriminó la profesora.

Entonces ingresó un hombre de cabello castaño inclinado hacia arriba, de tez morena y bien fornido, ignorando completamente la voz autoritaria de la profesora. Algunas chicas de la clase exclamaron con asombro y admiración. ¿Quién no lo haría? Con una bolsa colgada en uno de sus hombros se dirigió hacia nosotros, específicamente, frente a Zach. Mis ojos no dejan de verlo, sus ojos negros conectaron con los míos y sentí mis piernas flaquear. Nunca nadie, en años, había provocado eso en mí. Ni siquiera Zach.

--- ¡Señor Ward! ¿Acaso no me escuchó?.

Escuchamos a la profesora gritar pero el hombre la ignoraba.

--- Disculpa, ¿Puedo sentarme aquí?.--- Su amabilidad no contrastaba con su actitud. 

No podía creerlo, le había ordenado prácticamente a Zach salir de su asiento.--- ¿No ves acaso que hay otro lugar disponible?

El hombre parecía no inmutarse ante el tono hostil de mi amigo.--- Prefiero sentarme aquí.

El rostro de Zach ya estaba rojo de la rabia, cuando estuvo a punto de levantarse llegó la profesora interponiéndose entre ellos.

--- Señor Ward, lo espero en la oficina del director.

El hombre fijó la mirada en mí y luego de varios segundos se volteó dirigiéndose a la salida. 

Solo entonces comencé a respirar con tranquilidad.

--- Ese hombre me dio miedo.--- Le susurré a Zach.

--- Es sólo un idiota.

Me quedé mirando hacia la puerta, el hombre era extraño, parecía ser mayor a todos aquí. Pero ese pensamiento era ridículo. Con el pensamiento puesto en el hombre, atiendo las palabras de la profesora.