Los ojos azules de la rubia miraron a Eliza con hostilidad y sopresa, no pudo esconder su molestia aunque quisiera, asi que sus ojos viajaron enseguida al rostro de su novio pidiendo una explicación. Una que en verdad le explicara que jodidos hacia esa en su oficina, no quería molestarse con el, por que muy seguramente el no tenia nada que ver con que ella estuviera ahi. Era mas Eliza buscandolo como una vil acosadora. El azabache se encogió de hombros deslindándose de cualquier culpa, pues incluso él no sabía la razón de su visita, le creía, claro que lo hacía, así que se tranquilizó un poco y trató de pensar mejor las cosas, tenía que ser más inteligente que ella y no empezar una pelea sin sentido, no le daría la satisfacción de verlo enojarse, esta ves no.Luna retomó su postura y caminó con paso seguro hasta su novio, ahora le demostraría lo bien que estaban en su relación e hiciera lo que hiciera no iba a poder separalos. ¿Que queria? Rogarle por atencion, era realmente patetica,
—No exactamente, pero cuando pones límites sobre mí, eso me excita tanto. —Farit tenia que confesarle que verla en modo lo ponia tan caliente, hasta el extremo de no querer que parar nunca. El azbache empezó a besar su cuello acariciando su espalda baja, eran toques ligeramente subidos de tono, haciendo que cada ves más, el ambiente subiera el calor del momento, había necesitado de su presencia durante el día, sus ricos besos y esa sonrisa que tanto lo calmaba, toda ella era magnífica para hacerlo sentir bien y en paz. Jamás cambiaría ese sentir por otro, por que estaba seguro que nada lo llenaría.Lina río separándose un poco de él. Sabía lo que pretendía hacer, le gustaba, claro que lo hacía, era su Farit, el hombre que ella solo quería que la tocaba para toda la vida, sin embargo, no era el lugar donde podían hacer cosas sucias sin restricciones, cualquiera podía tocar la puerta y entrar, verlo como estaba y pasar el bochorno de su vida. No, tenía que tranquilizarse. Ya habría tiem
Todo estaba muy rico, lo sabían por que no era su primera vez en acudir al lugar, pero entre tanto platico delicioso había algo que siempre pedían cuando iban a comer a ese lugar.—A mí me trae unos huevos a la benedictina, un par de panqueques con mucha miel y mantequilla, jugo de naranja... ah y un cóctel de frutas con muchas fresas. —Luna exclamo y sonrió feliz al ordenar, tenía mucha hambre que podía comencé todo el menú, supuso que con lo qur habia ordenado era mas que suficiente, sin percatarse de la mirada asombrada de su novio. El no recordaba que Luna comiera tan bien. No le molestaba claro que no, incluso sonrió al ver que en verdad tenía apetito. Farit trato de ocultar su asombro y ver otra vez sobre la carta que pediría para el, no diría nada, no quería que malinterpretara su comentario y se sintiera ofendida por el, lo que menos quería era que Luna se sintiera mal por algo que no tenía intenciones de decir con malicia.—A mí me trae, un salmón a la plancha y un café por f
—Mi pregunta es... ¿Tú si quieres hijos? —Luna preguntó un poco insegura, tratando de parecer serena, aunque ya quisiera gritarle que estaba embarazada. Farit noto algo extraño por lo que frunció el ceño. Estuvo a punto de responder cuando el mesero llegó con su orden lista he interrumpió la conversación.Esperaron a ordenara todo en la mesa y que se fuera para volver hablar. Farit resoplo.—Nena, yo sería feliz con los hijos que nos diera la vida, uno, tres, diez —El azabache soltó con una risita nerviosa pero prefirió callar cuando vio la expresión de horror de su novia, joder no quería espantarla de esa forma, ahora se arrepentía de como se lo había dicho—. Pero con uno está bien. —Farit trató de enmendar su abrupto deseo de tener muchos hijos con la mujer que amaba, para tranquilizarla y no pensada que él quería imponerlr cosas.Luna asintió satisfecha y empezó comer mientras Farit la miraba expectante, preguntándose si ese era la cosa importante que tenía que decirle, y mas cuand
—No te muevas. Yo voy por él —Farit dijo con una gran sonrisa y Luna sonrió negado, su novio era un exagerado, ni siquiera se le notaba el embarazo, sin embargo, sonrió a ante su acto de amor.—Estoy embarazada, no enferma, soy realmente capaz de servirme un bazo de agua. —Camila exclamo pretendiendo estar molesta, en realidad le gustaba que Farit fuera asi con ella, aun que no lo admitiria, no podia perder su dignidad y dejar que el hiciera todo por ella. Asi que, lo pasó de largo dirigiéndose a la estantería de vasos dentro de la cocina y llenarlo con agua. Si, era su forma de decirle que ni haría lo que el quería.—Lo sé, sé que eres muy capaz, pero no quiero que te vayas a caer o golpear, debes tener mucho cuidado. —Farit morfuño desde su preocupación, ese sentimiento era genuino y la rubia lo miró pasible mientras tomaba el agua, lo entendía perfecto, también se sentía asustada con todo esto. Era hermosa la ilusión de tener un bebé juntos, pero a la vez también todo era tan incie
Todo ella le encantaba, sus pechos, su abdomen plano, esas caderas junto a su delicioso trasero mientras acariciaba sus piernas largas y estilizadas comprobando una vez más la suavidad de su piel, como todo su cuerpo se erizaba con su tacto y como sus labios se encontraban una vez más, iniciando una batalla hordas pero terriblemente seductora, haciendo así que sintieran hasta el más mínimo detalle de su encuentro, Luna no sabía si era el embarazo o era a caso que Farit sabía tan bien donde tocarla que podía y disfrutaba tan bien el sexo.—Te amo, Farit. —Luna exclamo con una gran fuerza. Parecía algo repetitivo, sin embargo, el corazón de azabache se extasiaba cada vez que lo escuchaba.—Te amo, Luna. —El respodio. Ambos llegaron al punto máximo de su orgasmo y luego se quedaron abrazándos por un rato más, era maravilloso estar juntos después de hacer el amor, sabía que no podrían quedarse mucho tiempo así pero al menos disfrutaría lo que podía, hasta que los ojos de la rubia se fuero
—Espera Farit, antes de que me digas algo por favor escúchame y después puedes decirme lo que quieras, si quieres correrme si así lo deseas, pero primero necesitas ver esto. —Eliza hablo urgida y con un tono se voz sugerente. Farit frunció el ceño y observó él sobre en sus manos. Sabía que era muy indulgente con ella, solo lo hacía por su pasado juntos, la amistad que el creyó que tenían hasta que todo se vino a bajo y ella misma fue lo que destruyó su hermandad. El azabache suspiró pesado y le señaló la silla frente a su escritorio. Le daría una sola y última oportunidad ya que no había empezado con querer seducirlo, lo que le hizo saber que tal vez era algo importante.♡—¡Mmm! Esto está delicioso. —Luna solto una expresión de satisfacción y llevó otro trozo de flan a su boca, era la segunda rebanada que se comía—. Yuri tus manos fueron bendecidas por Dios. —Seguia diciendo. Para la empleada fue un chiste para Luna era la verdad absoluta.—Gracias señorita, ahora que esta embarazada
—Luna —David la llamó de nuevo, quería hablar con ella, saber que haría ahora que Farit la había tratado de una forma tan horrenda —. Espera...—¿Qué? ¿Ahora que quieres? —Luna lo encaró con lágrimas en los ojos, no quería hablar con nadie y menos con el, el había sido... entonces lo encaro para reclamarle—. ¿Por qué no dijiste la verdad? Te lo supliqué, pero entiendo que esto era lo que buscabas. Ahora estarás contento. —La rubia le reclamó con lágrimas en los ojos, todo esto estaba siendo tan injusto, ella no se lo merecía, no había hecho nada. Pero a Farit le bastaron una fotos para condenarla por completo, no lo podía creer.—No, esto jamás fue mi cometido, nunca quise hacerte daño, yo me quedé en shock cuando te empezó a de decir todo eso —David siguió hablando mientras se escudaba de toda la situació, no le quedaba en lo absoluto, queria aparentar que nada de esto lo habia planeado, sin embargo, era muy extraño como habia llegado en el momento justo en el que Farit regreso del