Visita a la oficina

Los ojos marrones de Violeta estaban fijos en el duro rostro del CEO, él le estaba contando una parte muy privada de su niñez, siempre permanecía frío e inexpresivo, muchas veces se preguntaba la razón por la cuál él era de esa forma, hoy estaba teniendo sus respuestas

— Danilo, yo... no tenía idea de que hubieses vivido tal cosa, yo creí que...

— ¿Qué? ¿qué no quiero que salgas de mi control, que no quiero que te pierdas de mi vista y que me que no quiero que seas una mujer de negocios exitosa? puede ser, soy muy territorio eso es verdad, pero la razón principal son nuestros hijos, quiero que ellos tengan la dicha de tener a su madre cerca, que se sientan queridos y cuidados por ti mientras yo salgo a trabajar, yo enfrento miles de problemas cada día, CEOS que son competencia, revisiones de contratos millonarios, y puedo hacerlo concentrado gracias a ti

— ¿A mí?

— Sí, a ti, por qué sé que tú estás al pendiente de mi mal humorado hijo Drago, de mi traviesa hija Dariana, de mi hiperact
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