En la compañía Ballesteros, Aithana, se encontraba revisando unos contratos, pronto se dedicaría a darle seguimiento al importante proyecto que tenían con Eliot Bouner, todavía no sabía cómo lo iba a mirar a la cara después de lo que sucedió en el restaurante, pero trataría de explicarse De pronto la puerta de su oficina se escuchó, de pie en la puerta, el atractivo CEO ingles estaba sonriéndole — ¿Puedo pasar? — Por supuesto que si, adelante siéntate, ¿que quieres tomar? ¿un café, te, agua, jugo? — Un café con leche está bien, por cierto, estás muy linda hoy, ese color bermellón te queda perfecto — Eliot, le hacía un cumplido a su ouffit a la joven CEO, el traje que ella llevaba era ejecutivo y moderno — Oh, muchas gracias, tú... tú también te ves genial, ese traje te va muy bien— Que bien que lo notas, me lo puse para venir a verte, creo que no tengo tan mal gusto — ese era el fuerte del ingles, ser muy extrovertido y simpático La secretaria dejó dos cafés y los volvió a deja
El CEO Ballesteros, no era aún hueso fácil de roer, tenía sus dudas y si Drago, no demostraba de que estaba hecho y su amor por Aithana, no le daría el visto bueno para ser su yerno — Vaya, por fin lo confiesas, te demoraste bastante tiempo en decirlo, aunque sé que siempre estuviste interesado en mi hija, no entiendo por qué te lo callaste todo este tiempo si al final se lo ibas a confesar — ¿Por qué les es tan difícil de comprender? es tan sencilla la razón, tenía que prepararme primero antes de pensar en formalizar un noviazgo con Aithana, ahora bien, quiero que sepa que pelearé con todo lo que soy por ella, sabrá de mi muy pronto, y lo que suceda no le parezca extraño ya despues sabrá a lo que me refiero, entonces... no le quitó más el tiempo, seguiré por aquí, compermiso — Drago, salió apresurado de la gran oficina, el CEO Ramsés, de quedó con algo a punto de decir En la oficina de la joven CEO, ella seguía con Eliot, explicándole unos procedimientos — Bueno, la próx
En la helada Rusia, Dariana y Alessandro, ya habían terminado con el trabajo, habían despedido a la jefa de recursos humanos y sus cómplices, Dary, como directora se había encargado de entrevistar a las nuevas aspirantes, habiendo dejado a Mara Stand, a cargo, esa noche darían una fiesta para el personal con bocadillos, bebidas y música para despedirse y a a vez que ellos la pasaran bien, trabajan muy duro y le eran fiel a la empresa, la joven Ferreira, queria de alguna manera recompensarlos — Damiano, hace un par de días que no te consigo por la mansión, te llamo y dices estar muy ocupado, necesito que vengas a casa porque necesitamos hablar de algo muy importante — He estado trabajando, papá, entre reuniones y juntas no me ha quedado tiempo para casi nada, ni siquiera he podido buscar a Dariana, para que podamos hablar con mas tranquilidad, eso me tiene de muy mal humor - Los empleados cercanos al joven CEO, lo veían siempre muy callado, no les dejaba pasar un solo error, cosa
Damiano, se veía desmejorado, debajo de sus bellos ojos azules podías ver unas ligeras ojeras, su mirada hacia Dariana era suplicante, él quería hablar con ella, despedirse quizás para siempre, todavía se preguntaba por qué la engañó, por qué la traicionó si la queria tanto, sus deseos de hombre le nublaron la razón, se arrepentía con todo su ser por jugar con ella tan vilmente — Márchate Damiano, comienza a respetar a la madre de tu hijo, si ya sabes que ella espera a tu bebé, no me explico que haces intentando hablar conmigo, lo nuestro es pasado, fueron buenos años los que pasamos juntos, pero ya he dado por concluida esa historia — ¿Lo sabes? ¿cómo...? me acabo de enterar, no sabía nada al respecto — Maya, ella vino a decírmelo, pero no en el plan de presumir, si no en el plan de luchar por tu amor, ella te ama sinceramente, me preguntó si cabía la posibilidad de que perdonara tu infidelidad con ella, por supuesto respondí que no, entonces ella mencionó lo del bebé y di
La fiesta en la empresa Ferreira, comenzó a las ocho de la noche, los empleados estaban muy contentos, comían y bebían entre charlas y risas Dariana estaba terminando de arreglarse, ella llevaba puesto un vestido Gucci, zapatillas y accesorios a juego, su maquillaje era fresco y natural, lo que la hacía verse hermosa y a la vez de alta clase como era, aunque eso no la hacía arrogante o inaccesible, ella era amable con todos sus empleados — Pero que hermosa es que estás, recibirme con un beso — pidió el CEO, Dariana, se lo dió pero resultó que no podían quitarse las manos de encima — Para... para ya Alessandro, ya vamos tarde, deja de tocarme así Alessandro, llegó a recogerla, el hombre por supuesto que iba muy bien vestido, pero no de traje como siempre acostumbraba a estar, está vez llevaba un pantalón negro de vestir zapatos del mismo color y una camisa verde oscuro con las mangas arremangadas, dejando ver las venas de sus antebrazos además de un costoso reloj — Pero q
Larry Brown, se quedó con la mente en blanco por un momento, ¿acaso, Dariana había querido decirle que...? ¡Naaah...! eso no podía ser cierto, seguro solamente lo estaba molestando para que dejara de preguntar en qué se demoró — Muy buena broma, eh, casi caigo, ya que por fin llegaste ve a compartir con los empleados, todos se estaban preguntando por tu ausencia — Si, si, ya me pongo en eso Larry Brown, regresó al lado de Gregory, el joven oficinista, se había puesto su mejor traje, quería lucirse frente a su superior, habían hecho buena química, si todo seguía así, quizás podían comenzar a salir — Tengo un vaso de whisky para ti, superior, pude ver qué te gusta más esa bebida — Gregory, le dedicó una sonrisa El asistente, se sintió muy complacido por la atención del apuesto jóven, están pensando muy seriamente en invitarlo a salir en plan de pareja, ellos se quedaron en ese rincón charlando, el joven ruso hablaba muy bien el inglés y Larry Brown, hablaba un sesenta po
El joven oficinista escuchaba la pelea de sus superiores incrédulo, jamás se imaginó que entre ellos existiera algo, ambos lucian muy varoniles Peter, había escuchado claro y fuerte las palabras de Larry Brown, él estaba buscando una relación pero no con él, la buscaba con el sonriente Gregory, eso lo ponía muy celoso y lo llenaba de rabia — Gregory, siento que te hayas quedado en medio de esto, pero.... ese hombre es mío, si te aferras a luchar por él te voy a destruir, no me obligues a hacerlo, márchate ahora por tu propio bien — La seriedad de las palabras del mayor, su penetrante y peligrosa mirada hicieron estremecer a Larry Brown y aterrar al jóven que terminó marchandose del lugar — ¿Qué demonios crees que haces? — Larry, preguntó con los dientes apretados — !Yo no soy tuyo, follamos una vez y ya! — No fue solo una vez , fue toda la noche, ¿lo olvidas? — Lo que quiero decir es que fué solo esa noche, pero no tenemos nada, ¿cómo fué que dijiste? que tú no te comprome
Aithana, por poco se jala los cabellos, no podía ser que Drago pensará quedarse en la compañía todo el día, eso le.complicaba demasiado la agenda — ¿Estás seguro de que quieres quedarte aquí? la sala de juntas es algo incómoda — No, esta bien para mí, el trafico es pesado para estar yendo y viniendo a preguntarte por los detalles, me gustaría un jugo dw naranja y una tarta de fresas La bella rubia quería decirle que no eran un restaurante, pero la ceja enarcada del CEO, no le dejo más remedio que decirle que se ponía en eso — Te lo conseguiré, tú ponte a leer la propuesta para ir avanzando, con suerte terminamos antes del medio día — Parece que tienes mucha prisa en echarme, ¿me preguntó si estás esperando a alguien en especial? si es así desde ahorita te digo que yo soy más importante que cualquier cliente o cualquier visita, y me vas a atender como corresponde o me iré a asociar con otra compañía — No... me quedaré, solo te atenderé a ti, le pediré a mi asistente