Aithana tenía las manos en los labios evitando dar un grito por la impresión de ver a los dos jóvenes CEOS, peleando por algo tan insignificante, se sentía avergonzada, no quería que se hicieran daño, pero Drago, había retado a Eliot y él le había aceptado el reto Los empleados que se encontraban en su hora de comida intentaron separarlos, Pero parecía que les había crecido una fuerza sobrehumana, nadie podía pararlos, siguieron golpeándose hasta que una imponente voz los hizo detenerse en seco — !¿Qué demonios está pasando aquí?! ?acaso quieren destruir mi compañía? ¡¿les importa siquiera un poco como están haciendo sentir a Aithana?! La hermosa rubia, tenía sus bellos ojos azules húmedos, estaba llorando por estar en esa situación tan incómoda, ella salió corriendo de ahí — ¡Aithana...! — Drago, la llamó pero ella no se detuvo, no podía dejarla ir así, golpeado como estaba, quiso ir tras ella pero el CEO Ballesteros, no se lo permitió — Es mejor que se vayan y regresen ha
Aithana, se había encerrado en su oficina, nunca espero que las cosas llegaran a tanto, Drago se había excedido con Eliot, él solamente estaba teniendo un gesto amable con ella, ¿por qué se sentía con derecho de impedirle tocarla? ellos no eran nada La puerta y unos toquidos, la sacaron de sus pensamientos, no quería ver a nadie así que gritó desde su silla — !Por favor vuelva en otro momento! — ¿Me estás pidiendo que vuelva más tarde, jovencita? se trataba del CEO Ballesteros, quien estaba afuera, Aithana, se apresuró a abrir — ¿Qué pasa, papá? por favor ahora no me regañes, me siento fatal, todo esto fué tan poco profesional que... además me siento culpable — Es que si eres culpable, tienes la culpa de ser tan hermosa y tan inteligente, no me sorprende que esos dos jóvenes CEOS, se estén peleando por tu amor a golpes, más me extrañaría que no lo hicieran — Papá, de pronto tu sentido del humor brotó, no es gracioso que dos hombres se estén peleando por tí en el comed
Angeles, llevó a su CEO a ese elegante café, lo vió bajar mientras que trataba de disimular lo mucho que le dolia la cara y el abdomen por los golpes que el otro CEO le había dado La joven asistente pelirroja, no pudo evitar sentirse triste, parecía que nunca podría tener siquiera una oportunidad con su jefe, el parecía estar muy interesado en esa joven CEO, ¿que podía hacer? había llegado tarde — Jefe, si tan solo me miraras, podrías ver el verdadero amor en mí... El CEO ingles entró en el café y a la distancia pudo ver a Aithana, sentada mirando por la ventana — Hola, ya estoy aquí, me alegra que pudieras venir, ¿qué tomas? — Un latte espumoso, por supuesto que iba a venir, tenía que saber cómo estás, no debiste liarte a golpes contra Drago, el está muy bien preparado en lucha cuerpo a cuerpo — No te preocupes por estás pequeñeces, soy fuerte y resisto, además yo también pego duró, el CEO Ferreira, no se fue sin un golpe mío, pero no es de eso que quería hablarte
Aithana se encontraba en su casa, estaba cenando con sus padres cuando de pronto mientras cortaba su filete, dijo muy quitada de la pena — Papá, mamá, ya tengo novio Al CEO Ballesteros, casi se le atora una zanahoria, ¿en qué momento había pasado? si, le dijo que debía elegir a uno de los dos CEOS que la pretendían pero... tan pronto — ¿Cómo que tienes novio? ¿quien? ¿de que familia viene? ¿lo conozco? — Cálmate papá, por supuesto que lo conoces, se trata de Eliot Bouner, está tarde me pidió que nos viéramos en un café, quiere que tengamos una relación más cercana donde nos podamos conocer mejor, es un buen hombre, ¿no lo creés así? — Oh, que maravilla, ¿cierto, cariño? ¡ese joven es un prodigio, creo que hacen excelente pareja! — Hmmm... habría apostado por qué elegirías a Drago, que sorpresa, vamos a ver cuánto dura está relación — Tenle más fe a nuestra hija, Ramsés, ¿qué pero le puedes poner a ese jóven? Los padres estaban discutiendo sobre la noticia, mien
Después de haberse esperado y guardado por años, por fin llegaba el día en el que estos dos corazones predestinados se entregaban en menos de nada llegaron a un penthouse que Drago recién había adquirido en secreto para mudarse de casa de sus padres, ambos seguían ebrios de pasión A Drago, se le olvidaron los golpes que llevaba en el cuerpo, el placer de tener entre sus brazos al único amor de su vida, borraba todo lo demás Esa noche la pasaron entregándose y amándose, sin reservas — Te amo, Aithana... eres la única mujer que existe para mí... bésame, dame rodó de ti, lo quiero todo — Drago... te amo... siempre te he amado.... Los enamorados se susurraban al oído lo mucho que se amaban, ella por fin escuchaba de los labios del hombre que había esperado por tanto tiempo, lo que deseaba escuchar, el CEO, por fin tenía bajo su cuerpo gimiendo de placer a la única mujer que su frío corazón amaba En el cielo la luna parecía brilla más, como si brillará para ellos y su amor
El CEO Ferreira, había estado preocupado, bien lo habían podido secuestrar, o herir, y su madre lo culparía a él por no estar al pendiente de sus hijo mayor — Papá, ¿qué haces despierto tan temprano? que susto me diste — Drago, se llevó la mano al pecho — No evadas mi pregunta jovencito, me tenías preocupado, ¿sabes lo que sufriría tu madre si algo te pasa? — El CEO amaba a su esposa tanto, que no quería que ninguna pena la afligiera — Lo siento por no avisar que pasaría la noche afuera, no pensé que te darías cuenta de que no llegué a dormir, justo está noche estabas cotilleando, papá — ¿Qué..? ¿cotilleando? estaba por aquí de casualidad, además ¿qué te pasó? vienes muy desaliñado, ¿qué estuviste haciendo? — Fuí... a beber con unos amigos — ¿Tienes amigos? ¿quienes? — siendo tan huraño y malhumorado, el CEO sabía que su hijo no tenía amigos — Con Bernardo, mi asistente, fuimos a... beber para festejar el cierre de un contrato — ¿Tú... festejas? —¡Cielos, papá! ¿p
El bar completo se puso en alerta, dos apuestos caballeros después de discutir se habían liado a golpes, uno de ellos ya había caído al suelo pero se había levantado e iba a devolver el puñetazo que le acaban de dar Drago se puso de pie y en menos de nada propinó un derechazo en la mandíbula de Eliot, los golpes en las costillas, las patadas y puñetazos, volaban de un lado a otro sin detenerse Se trataba de dos hombres que hervían de celos por la presencia del otro en la vida de una hermosa rubia — ¡Ella es mi novia, no te la voy a dejar, me eligieron a mí aunque te cueste aceptarlo! ¡Aithana se siente feliz a mi lado, Drago Ferreira! — ¡Ha! le caes bien por qué te la pasas riéndote de todo, le simpatizas, pero no te quiere, no siente pasión por tí, como la siente por mí, yo despierto su deseo, tú, su amistad, ¿entiendes la diferencia? — Drago, le daba duro, al joven ingles, pero Eliot, también golpeaba muy fuerte Unos clientes que estaban también bebiendo un trago en el
Después de una apasionada noche de ardiente sexo, Eliot, se despertó con un dolor de cabeza atroz, había bebido demasiado en ese bar, esperando calmar su enfado y frustración por causa de Aithana y su nula respuesta El hombre se comenzó a mover sobre la cama para ponerse de pie cuando notó que no estaba solo, al ver el cabello pelirrojo de la mujer, supo de inmediato que se trataba de Ángeles, todo lo que sucedió durante la madrugada llegó a él de un solo golpe Los besos, las caricias subidas de tono, los gemidos de la bella chica, el CEO, sintió que el mundo se le venía encima, se había acostado con una mujer estando en una relación con Aithana — ¡Carajo, carajo, no puede ser que haya hecho algo como esto...! — murmuraba bajo para no despertar a Angeles, no tenía ni la más mínima idea de lo que le iba a decir, para colmo cuando destapó su desnudo cuerpo, pudo ver manchas de sangre mezclada con semen y demás fluidos, bajó la vista a su pene el cual encontró manchado de sangr