El CEO Ferreira, había estado preocupado, bien lo habían podido secuestrar, o herir, y su madre lo culparía a él por no estar al pendiente de sus hijo mayor — Papá, ¿qué haces despierto tan temprano? que susto me diste — Drago, se llevó la mano al pecho — No evadas mi pregunta jovencito, me tenías preocupado, ¿sabes lo que sufriría tu madre si algo te pasa? — El CEO amaba a su esposa tanto, que no quería que ninguna pena la afligiera — Lo siento por no avisar que pasaría la noche afuera, no pensé que te darías cuenta de que no llegué a dormir, justo está noche estabas cotilleando, papá — ¿Qué..? ¿cotilleando? estaba por aquí de casualidad, además ¿qué te pasó? vienes muy desaliñado, ¿qué estuviste haciendo? — Fuí... a beber con unos amigos — ¿Tienes amigos? ¿quienes? — siendo tan huraño y malhumorado, el CEO sabía que su hijo no tenía amigos — Con Bernardo, mi asistente, fuimos a... beber para festejar el cierre de un contrato — ¿Tú... festejas? —¡Cielos, papá! ¿p
El bar completo se puso en alerta, dos apuestos caballeros después de discutir se habían liado a golpes, uno de ellos ya había caído al suelo pero se había levantado e iba a devolver el puñetazo que le acaban de dar Drago se puso de pie y en menos de nada propinó un derechazo en la mandíbula de Eliot, los golpes en las costillas, las patadas y puñetazos, volaban de un lado a otro sin detenerse Se trataba de dos hombres que hervían de celos por la presencia del otro en la vida de una hermosa rubia — ¡Ella es mi novia, no te la voy a dejar, me eligieron a mí aunque te cueste aceptarlo! ¡Aithana se siente feliz a mi lado, Drago Ferreira! — ¡Ha! le caes bien por qué te la pasas riéndote de todo, le simpatizas, pero no te quiere, no siente pasión por tí, como la siente por mí, yo despierto su deseo, tú, su amistad, ¿entiendes la diferencia? — Drago, le daba duro, al joven ingles, pero Eliot, también golpeaba muy fuerte Unos clientes que estaban también bebiendo un trago en el
Después de una apasionada noche de ardiente sexo, Eliot, se despertó con un dolor de cabeza atroz, había bebido demasiado en ese bar, esperando calmar su enfado y frustración por causa de Aithana y su nula respuesta El hombre se comenzó a mover sobre la cama para ponerse de pie cuando notó que no estaba solo, al ver el cabello pelirrojo de la mujer, supo de inmediato que se trataba de Ángeles, todo lo que sucedió durante la madrugada llegó a él de un solo golpe Los besos, las caricias subidas de tono, los gemidos de la bella chica, el CEO, sintió que el mundo se le venía encima, se había acostado con una mujer estando en una relación con Aithana — ¡Carajo, carajo, no puede ser que haya hecho algo como esto...! — murmuraba bajo para no despertar a Angeles, no tenía ni la más mínima idea de lo que le iba a decir, para colmo cuando destapó su desnudo cuerpo, pudo ver manchas de sangre mezclada con semen y demás fluidos, bajó la vista a su pene el cual encontró manchado de sangr
En su oficina, Drago pedía fuertes analgésicos para el dolor, ahora estaba mucho peor que antes, más dolorido, otra vez le habían abierto la ceja Pero solo se había puesto una pequeña casa que ya tenía manchada de sangre, procuró que su padre no lo viera, pero eso duró muy poco El CEO, tuvo la ligera sospecha de que algo no andaba bien, veía a su hijo muy extraño en los últimos días, cómo su padre quería saber que le estaba afectando, así que se levantó de su silla para salir a buscarlo a su oficina, ya había confirmado que estaba ahí — Drago, voy a pasar — el CEO, tocó ligeramente la puerta y abrió para entrar, lo que vió lo dejó frío — Pasa, ¿Qué necesitas, papá? — el joven CEO, trató de sonar normal — Si bueno... necesito que me cuentes que está pasando, y que vayas conmigo a una clínica a que te vean esos golpes nuevos que tienes encima — No es para tanto, me duele un poco pero es tolerable, prefiero quedarme a seguir trabajando Entonces el CEO, sacó su celular y ll
Stéfano, vió salir de la oficina a su amigo, él iba a buscar de nuevo a la CEO Ballesteros, no había entendido nada, en cambio él, quería saber cómo estaba Ángeles, había tenido la oportunidad de trabajar con ella ese poco tiempo, la había visto sonreír y charlaron largas horas, definitivamente él habría estado muy feliz si ella se hubiese enamorado de él y no de Eliot En la compañía Ballesteros, el CEO ingles llegó a preguntar si podía pasar a ver a la señorita Aithana, pero la recepcionista le dijo que no se encontraba, más Eliot, no lo aceptó, el dijo que la esperaría y subió a su oficina pese a los intentos de la chica por qué no pasara, no le quedó más remedio que avisarle a su jefa — Señorita Ballesteros, el CEO Bouner, vino a buscarla, le dije que usted no se encontraba pero el dijo que la esperaría y subió a su oficina sin permiso, no lo pude detener por más que lo intenté, lo siento mucho — Entiendo, lo recibiré aquí, gracias por avisarme Apenas la recepcionista cor
Bueno, entonces no los detengo más, vayan a hacer sus ocupaciones, Aithana, pasó el día indispuesta y en cama el dia de ayer, denle un tiempo prudente para continuar con los proyectos, ella es muy profesional, solo que... parece que pescó un bicho Drago, se aclaró la garganta, pues él bicho raro que había pescado al parecer fué él, por lo visto hacer el amor con él, le había afectado demasiado a Aithana, Drago, quería poder aminorar cualquier cosa que la estuviese haciendo sentir mal, decirle que lo que había dicho mientras sus cuerpos estaban entrelazados lo seguía sintiendo, que la amaba — Me retiro, tengo varios pendientes en la oficina, saludé de mi parte a Adriana, su bella esposa hace una tarta de duraznos deliciosa, espero poder probarla en las próximas festividades, con su permiso — el heredero Ferreira, tomó el elevador y se perdió de las miradas de los dos hombres Eliot, salió enseguida que Drago, de la compañía Ballesteros, no dejaba de pensar en las palabras de su
Los persistentes jóvenes CEOS, habían seguido con su interés en verse con Aithana, pero ella había optado por tomar un poco de tiempo lejos de la presión de Drago y Eliot, le habia pedido a su padre unos días de vacaciones Adriana, y su hermano Rogelio, habían salido junto con Aithana de vacaciones, ellos fueron a unas paradisíacas playas de Sinaloa, México, hacía mucho tiempo que la joven rubia no se daba el tiempo de pasar con su madre y su hermano, lo habían pasado genial pero ya era hora de regresar — Cariño, estás segura de que no quieres ir al hospital, te he visto muy desmejorada estos últimos días, me preocupas Aithana, te ves muy pálida, además has tenido vómitos y hasta mareos — No te preocupes, mamá, seguro que pesqué algún bicho por ahí, hemos comido tanto por todas partes, estoy bien, mira que bronceada estoy — la rubis piel de Aithana, estaba dorada, y radiante, era cierto que se había estado sintiendo mal, pero se lo atribuía al exceso de trabajo que habia ten
El vicepresidente Stéfano, que últimamente ejercía más como asistentes de Eliot, después de que Angeles, dejará el trabajo por.lo que había pasado entre ellos, caminaba por una calle del centro cuando vió un pintoresco restaurante y decidió entrar Apenas puso un pie en el establecimiento, escuchó una discusión — Señor, ya le he pedido de buena manera que me suelte, yo solo trabajo como mesera aquí, no acostumbro salir con los clientes — ¿Con que te estás haciendo la difícil eh? ¿creés que me engañas? todas aquí acostumbran a irse con nosotros por unos dólares, ¿por qué tú no? te pagaré muy bien si aceptas ir conmigo por tu propia voluntad, si no es así de todas formas voy a tenerte, tu decides, ¿vienes por las buenas o por las malas? ¡No, no iré a ninguna parte, ayúdenme por favor! — Angeles, lloraba aterrada, ella no sabía que clase de negocio clandestino tenía ese restaurante que parecía ser de alto nivel — ¡Suelten a la señorita! ¡Debería darles vergüenza tratar de obli