Ya las cosas se habían calmado al menos un poco. Noah, muy decidido se había llevado a Jess a su casa a pesar de las réplicas de su hermano. Al menos se había ido un poco más tranquila y con una sonrisa en el rostro.
Cuando ya se fueron todos, que fue como las once de la noche aproximadamente, me fui a la cama de Matt cansada y soltando algún que otro suspiro. Me dolía todo y mis ojos ya no podían mantenerse abiertos más tiempo.
Me acosté sobre el edredón, sin darme el tiempo de meterme debajo siquiera, y me acurruqué en la comodidad del colchón. La cama estaba impregnada con el aroma de Matt, con ese típico tono masculino que siempre sentía al estar cerca de él.
Cuando ya estaba media dormida, sentí como entraban a la habitación casi sin hacer ruido alguno. Abrí de repente los ojos justo c
Apenas ingresamos con Matt, muchas miradas se dirigieron a nosotros. Y no era extraño, Matt era atractivo, más que eso incluso, y era claro que llamaba la atención de bastantes chicas. Nos dirigimos a buscar la comida, eligiendo entre tanta variedad de alimentos, bebidas y postres y luego fuimos a la mesa donde se encontraban Jess y Noah. Me sorprendí, creí que querrían descansar del agitado día que tuvimos hace poco, pero aquí están. —Hola—hablé, dándoles una sonrisa—¿Cómo va todo? —Ya me siento mejor si a eso te refieres—respondió Jess, sonriéndome genuinamente. —Me alegro—comenté con completa sinceridad. Noah me observó también con una sonrisa y yo bajé mi vista a su brazo, los puntos que le habían puesto ayer estaban cubiertos con una gaza. —¿Cómo va eso? —Oh, heridas de guerra—rio y se pasó la mano por la curación—. Está bien, solo arde un poco. Jess se mostró un poco incómoda así que decidí dejar el tema.
—Explícame ahora—soltó apenas estuve frente a ella.—Max…—Ahora.Matt llegó a mi lado y la miró con una mueva de disgusto.—Lo que sucedió no tiene nada que ver contigo, Maxine.—¡Sí tiene que ver conmigo porque están ocultándome algo! ¡Porque tu eres mi primo y acabas de pelearte con alguien por mi mejor amiga!—alzó la voz mientras daba un paso hacia él.—No se trata de ti—sostuvo.—Necesito al menos una explicación sobre esto—musitó entre dientes.—Estaba faltándole el respeto y no iba a permitirlo.Yo no podía ni siquiera justificarme, estaba segura de que las palabras me saldrían torpes y sin sentido.—Maxine…—¿Tiene que ser mi primo?—farfulló volviendo su vista a m&iacu
Matt caminaba con toda la normalidad por la desierta calle en la que estábamos, yo mientras tanto intentaba no caer desmayada sobre el pavimento, habíamos caminado demasiado y mis piernitas ya no daban más, estaba muy cansada, casi con la lengua afuera, y él, ja, como si nada. Que injusto.Sentía que ya no podía seguir caminando, llevábamos así por varios minutos, no pasaba ningún taxi o algún bus que pudiese llevarnos hasta nuestra calle.Matt soltaba risitas burlonas hacia mí, tomando mi muñeca y ayudándome a dar más pasos, y la verdad es que era un poco perezosa, pero caminar y caminar durante tanto rato claro que me cansaría.—Matt—protesté, jadeando de cansancio y apoyando mis manos sobre mis rodillas—¿Por qué estúpida razón decidimos venir sin mi auto?Él se detuvo y se giró hacia
Aquí estábamos con Matt, comiendo, riéndonos, viendo series, viendo películas o cantando y haciendo así una noche eterna.También hablamos con Noah y Jess por videollamada. Ella estaba bastante mejor, y eso me ponía alegre. Lo único que faltaba era que estuvieran juntos, pero yo no podía hacer nada ahí aparte de ser fan numero uno de lo que sea que ellos tuvieran.Jess avergonzada me pidió perdón por haber pensado mal de mí, aquel día en las gradas, cuando yo me encontraba hablando con Noah, creyó que éramos más que amigos, razón por la que se marchó corriendo sin importarle nada. Y la entendía, suficientes cosas ya pasaban en su vida como para ilusionarse con alguien que le haría daño.Ahora veíamos una película, yo por mi parte me sonaba la nariz cada dos por tres sin dejar de llorar. Tal vez er
15 Al despertar, todo mi cuerpo dolía, sentía mi costado dormido y mi cuello tenso. Abrí un ojo mientras me restregaba el otro. Apenas veía algo. Quité unos mechones de cabello de mi cara, y justo ahí me di cuenta de que no eran míos, sino que, de Matt, quien dormía abrazado a mi cintura y con una de sus piernas metidas entre las mías. Abrí los ojos como plato y me intenté separar, pero inconscientemente me apegó a él de nuevo, manteniéndome encarcelada entre sus brazos. Mi corazón estaba acelerado, me sentía como una niña pequeña en su primer beso. Ni que beso ni nada, que estoy pensando, nada de besos. Pero si hubo. ¿Beso? ¡Hubo beso! Me senté de golpe sin importarme despertar a Matt. No le pasó nada, ni siquiera se inmutó, ¿pero yo? Me caí de trasero al piso por no analizar mis movimientos. Bufé y me peiné el cabello con las manos. Intenté navegar entre mis recuerdos, un borros
Me quedé perdida en mis pensamientos por varios segundos, porque, sí sería así, si a Matt yo le llamaba la atención ¿por qué la idea no me desagradaba en absoluto?O sea, nos es que a mí me gustara Matt o algo por el estilo, es solo que…—¿Alex?—la voz del dueño de mis pensamientos me sacó de mis cavilaciones.Parpadeé por un segundo antes de mirarlo—¿Si?—Es tu turno—me informó, enarcando una ceja, divertido.—Oh—miré al chico que había girado la botella y le di una sonrisa tímida—, mejor paso.No quería preguntas ni retos incómodos por ahora.—Está bien—asintió sonriendo. Fruncí el ceño, algo desconcertada. Pensé que insistirían o que al menos me llamarían cobarde como lo tenía esp
Apenas tuve tiempo y oportunidad, me escabullí desde el living hacia el patio, en un acto rápido y desesperado. Las manos me temblaban al igual que todo el cuerpo, sentía que me desvanecería sobre el asfalto sin control alguno sobre mis extremidades.El aire chocó con fuerza sobre mi cara, despabilándome un poco. Todavía sentía mi pulso acelerado, mis manos sudorosas, el pecho subiendo y bajando con prisa. Mirar a mi alrededor hacía que quisiera enterrar la cabeza en el asfalto y no volver a mirar mi realidad nunca más, pues había parejas por aquí y por allá, acarameladitos, besándose, bailando y riendo, y cada una de esas acciones me recordaba lo que había pasado con Matt hace más o menos media hora atrás. No me arrepentía, claro que no, pero… haberlo besado había cambiado mi forma de pensar respecto a él, y a nuestra amistad. O l
18 Matt caminaba con las manos metidas en los bolsillos, lucía pensativo, pero también parecía estar enfadado. Podía verlo claramente en su ceño fruncido y en sus pasos cada vez más bruscos, a pesar de eso, me miraba una y otra vez, percatándose de que fuera a su lado. No quería decir nada, no quería invadir su momento de silencio. Tal vez estaba enfadado conmigo, no sabría por qué, pero no podía entender ni adivinar en qué estaría pensando. Seguía con los labios apretados, y sentir que estaba extraño, de alguna manera me hacía sentir pequeñita. Sentía como si caminara sola en medio de aquella calle oscura, y era extraño, porque siempre a su lado me sentía segura, acompañada, y verlo así de distante me hacía sentir cosas para nada agradables. Estaba acostumbrada a pasar mi tiempo sola, al conocer a Matt la cosa había cambiado, y tal vez, sólo tal vez, me había acostumbrado un poco a eso. Metí también las manos en los bolsillos cuando el frío comenzó a causarme dolor en los dedos.