Me quedé perdida en mis pensamientos por varios segundos, porque, sí sería así, si a Matt yo le llamaba la atención ¿por qué la idea no me desagradaba en absoluto?
O sea, nos es que a mí me gustara Matt o algo por el estilo, es solo que…
—¿Alex?—la voz del dueño de mis pensamientos me sacó de mis cavilaciones.
Parpadeé por un segundo antes de mirarlo—¿Si?
—Es tu turno—me informó, enarcando una ceja, divertido.
—Oh—miré al chico que había girado la botella y le di una sonrisa tímida—, mejor paso.
No quería preguntas ni retos incómodos por ahora.
—Está bien—asintió sonriendo. Fruncí el ceño, algo desconcertada. Pensé que insistirían o que al menos me llamarían cobarde como lo tenía esp
Apenas tuve tiempo y oportunidad, me escabullí desde el living hacia el patio, en un acto rápido y desesperado. Las manos me temblaban al igual que todo el cuerpo, sentía que me desvanecería sobre el asfalto sin control alguno sobre mis extremidades.El aire chocó con fuerza sobre mi cara, despabilándome un poco. Todavía sentía mi pulso acelerado, mis manos sudorosas, el pecho subiendo y bajando con prisa. Mirar a mi alrededor hacía que quisiera enterrar la cabeza en el asfalto y no volver a mirar mi realidad nunca más, pues había parejas por aquí y por allá, acarameladitos, besándose, bailando y riendo, y cada una de esas acciones me recordaba lo que había pasado con Matt hace más o menos media hora atrás. No me arrepentía, claro que no, pero… haberlo besado había cambiado mi forma de pensar respecto a él, y a nuestra amistad. O l
18 Matt caminaba con las manos metidas en los bolsillos, lucía pensativo, pero también parecía estar enfadado. Podía verlo claramente en su ceño fruncido y en sus pasos cada vez más bruscos, a pesar de eso, me miraba una y otra vez, percatándose de que fuera a su lado. No quería decir nada, no quería invadir su momento de silencio. Tal vez estaba enfadado conmigo, no sabría por qué, pero no podía entender ni adivinar en qué estaría pensando. Seguía con los labios apretados, y sentir que estaba extraño, de alguna manera me hacía sentir pequeñita. Sentía como si caminara sola en medio de aquella calle oscura, y era extraño, porque siempre a su lado me sentía segura, acompañada, y verlo así de distante me hacía sentir cosas para nada agradables. Estaba acostumbrada a pasar mi tiempo sola, al conocer a Matt la cosa había cambiado, y tal vez, sólo tal vez, me había acostumbrado un poco a eso. Metí también las manos en los bolsillos cuando el frío comenzó a causarme dolor en los dedos.
Mis labios se entreabren por sí solos, como si estos le pertenecieran a él y cedieran a cada uno de sus encantos. Me dejo llevar por el momento, mi corazón se acelera, mas mi consciencia me reprime, me reprocha.Esto está mal, me digo a mí misma, pero no puedo detenerme. Lo beso, él me besa hasta que nos quedamos sin respiración, hasta que las cosas comienzan a salirse de control. Detente, detente, detente, Alex.No quería, joder no quería parar, no podía. No lo detuve cuando me hizo recostarme sobre el sofá y comenzó a dejar pequeños besos en la quijada e inicio de mi cuello. Respiré con dificultad y pasé mis dedos entre sus suaves cabellos. Sus dientes mordisquearon mi labio inferior y solté un leve jadeo que lo hizo tensarse contra mí. Las piernas bien formadas de Matt se encontraban al costado de las mías, y allí estaba la tentación creciente de impulsarme y presionarme contra él. Sus grandes manos me acariciaron la cintura, con delicadeza subió un poco mi blusa y empezó a bes
Capítulo 1Permanezco manejando con precaución hacia mi departamento, conduzco tranquilamente por las calles tarareando las canciones que suenan en la radio, algo se atraviesa en mi punto de vista, trato de esquivarlo girando un poco el volante cuando siento un golpe seco y freno rápidamente. La desesperación llena completamente mi sistema y mis manos comienzan a temblar.-Mierda, mierda, mierda-susurro y salgo del carro apresurada para ver que acaba de suceder, mis sentidos están paralizados y mi respiración ha aumentado su velocidad por la incertidumbre de esta situación, me sorprendo y horrorizo a la vez al ver una persona tirada frente a mi auto-. Oh no, no no no - Me arrodillo a ver al chico y muevo un poco su hombro pero no responde-.Lo maté, mierda, lo maté.-Chico, despierta, no te mueras-.No quiero pasar mi vida en una cárcel.Sus ojos se abren a la vez qu
- ¿A dónde te llevo?-.- Donde tú quieras, podrías secuestrarme y no tendría problema alguno- comentó juguetón- .Giré mis ojos por sus palabras y lo miré con una ceja elevada.- Hablo en serio, Matt- oculto una sonrisa y golpeo el volante con mis dedos-.- Llévame a la plaza de aquí cerca, me juntaré con alguien ahí- mi sonrisa disminuye y aclaro mi garganta-.- Está bien- respondí. Mierda, de alguna estúpida forma no quería que se fuera, sabía que muy probablemente no lo vería otra vez, y aunque me daba desconfianza, una extraña sensación comenzaba a surgir-.- ¿Te pasó algo? - pregunta, lo miro de reojo y niego con mi cabeza- te pusiste seria de repente, pensé que algo había ocurrido-
Después de que Maxine y yo nos quedáramos viendo película tras película, el sueño había llenado mi sistema haciéndome caer rendida sobre el sofá.Me había despertado con una gruesa manta sobre mi cuerpo, Maxine ya no estaba, seguramente había ido a acostarse, una suave tela rozó mi piel y miré hacia ahí, mi amiga había dejado un pijama para que me pusiera si es que despertaba, sonreí por su preocupación y me dirigí hasta el baño para comenzar a lavarme los dientes .Me puse el pijama y me hice una trenza pensando en irme a dormir cuando el ruido de la puerta principal me sobresaltó, fruncí el ceño y me dirigí a la habitación de mi amiga, sus leves ronquidos se escuchaban desde afuera asiéndome soltar una pequeña risita.- Maxine- llamé
Capítulo 4No entendía que demonios había sido esa estúpida miradita que el rubio me lanzó, pero sin duda, se traía algo entre manos, y yo estaba dentro de esos planes.Lo peor era que nunca había tenido contacto con él, ni siquiera sabía su nombre, y tampoco recuerdo haber hecho algo malo contra él.Unas perfectas uñas pintadas de un intenso color rojo aparecieron en mi visión cuando mi amiga chasqueó los dedos frente mi rostro; intentando atraer mi atención, parpadeé quitando los pensamientos de duda de mi mente y la observé. Su rostro mirándome con confusión y su semblante enseriándose a medida que me inspeccionaba con sus llamativos ojos.- ¿Dónde tienes la mente, Alex?- Oh, eh yo...- De seguro te acordaste d
Definitivamente ver a Matt mirándome atentamente, mientras permanecía sentado en las bancas con una sonrisa de diversión en el rostro, me ponía nerviosa.Si mis piernas ya estaban adoloridas por el cansancio, observarlo mirarme con atención hacía que temblaran por el nerviosismo. Soltando un suspiro desvié mi vista hacia otro lugar, una porque Maxine estaba limpiando a escasos centímetros de nosotros y seguramente vería como algo raro esa mirada por parte de él cuando recién nos venimos conociendo, y dos porque estaba logrando entorpecer cada movimiento y acto que yo ejercía.Mientras que deslizaba el trapo con limpiador sobre el suelo, sentía su mirada en mi espalda, me giré con el ceño algo fruncido y dejé lo que estaba haciendo de lado.—¿Por qué decidiste quedarte?— pregunté