El chico estaba sobre la mesa en la que alguna vez habían estado algunos instrumentos de BDSM, y que por el momento no utilizarían. Era de noche, la noche de su último día juntos, antes de que el chico tuviese que volver a su vida monótona en la escuela y en su casa.
La cabeza de Lucas estaba en el borde de la mesa con el pene de Edward en su boca, mientras que james empujaba cada vez más dentro del chico. Los gemidos por parte de este eran ahogados por el miembro que arremetía cada vez más en su boca, llenándola hasta que tocaba su garganta una y otra vez. Algunas veces casi se ahogaba por tenerlo dentro, pero al poco tiempo recuperaba el aire.
— El pequeño zorrito está duro —dijo Edward, con un toque de diversión, sin dejar de pujar hacia la garga
El lunes estaba en su mejor apogeo al igual que el sol en el cielo, los estudiantes estaban en sus respectivas clases, esperando a que por fin le dieran la libertad de salir de ese lugar al que llamaban infierno y al que tenían que asistir por orden de sus padres o tutores.Lucas no había ido ese día a la escuela, como era de esperarse. En los dos resecos que los estudiantes tenían, habían comido Karina junto con Nanya y con Harry. Adelmis, por supuesto, se quedó con sus amigos.Pero, Harry y él se la pasaron la mayor parte del día mandándose mensajes, ya algunos se les hacía raro el ver a Adelmis tan feliz mientras miraba su celular.En el baño de esa escuela secundaria, estaban dos adolescentes besándose en uno de los cub&iac
Adelmis salió de la casa después de que su padre y su hermana se habían ido hacia la famosa fiesta, subió a su carro y fue a la casa de Harry donde supuso que estaría solo después de todo.Le envió un mensaje de texto diciéndole que estaba en la calle que le había indicado que debía de quedarse. A los cinco minutos, vio la delgada figura de Harry salir detrás de una columna.— Hola —saludó el menor, cuando Adelmis salió del carro.— Hola —besó sus labios—. Te extrañé.— También te extrañé —susurró Harry, colocando sus brazos alrededor del cuello de Adelmis—. Perdón por decirte qu
Desde el día en el cual su padre le había dicho todo eso, su mente no dejaba de darle vueltas al asunto y mientras se acercaba el día en el cual tenía que estar con los gemelos su cuerpo reaccionaba de diferentes formas en las que no podía pensar con claridad.Una parte de él le decía que podía hacer eso que dijo su padre y salir huyendo en cuanto pudiese, pero la otra parte le decía que era muy arriesgado que su cuerpo pudiese tener un bebé siendo un híbrido con esas facultades.No quería que su cumpleaños fuese en un laboratorio, al menos podría fingir que estaba esperando un bebé antes de ese plazo y después decir que lo había abortado. Pensó que fue una buena idea el no haber ido a esa fiesta después de todo. Su vida pudiese e
Lucas estaba sentado en una de las sillas de tomar sol, viendo a sus hermanos jugar en el agua. No es que deseara entrar y zambullirse, pero tenía miedo de que sus amigos y la familia de ellos al ver su cola.La comida no habría sido tan incómoda si alguno de los gemelos hubiesen dejado de mirarlo de la forma en la que hacían desde que llegó. Cada uno de sus movimientos había sido vigilado por cada uno de ellos, desde que inició a comer, hasta que terminó el último bocado.Era realmente incomodo que siempre alguien lo mirase cada vez que hacía algo en la mesa, pensaba que se habían dado cuenta de la cola que estaba en una de sus piernas.Nanya había insistido en que fuese a meterse con ellos a la piscina pero él se negó
Una de las manos fue a parar directamente al cabello de James, en el mismo instante que uno de sus pequeños colmillos rozó la cena principal de su miembro, enviándole descargas de placer por todo el cuerpo.Movió sus caderas al contrario de las auto-embestidas que James le daba a su boca. Echó la cabeza hacia atrás gimiendo, sin importar que alguien estuviese del otro lado de la puerta escuchándolos. Se tapó la boca con la mano libre y cerró los ojos con fuerza, su cuerpo se sentía tan tenso que pensó que en cualquier momento explotaría en la boca de James.En cambio James seguía dándole placer al chico, sabía que éste se estaba conteniendo demás al tratar de que su orgasmo se aplazara. Aceleró los movimientos con su cabeza y con s
Después de esa mordida en sus cuellos, el chico no había vuelto a despertar por lo que ambos optaron por dormir con él, mientras las cosas pasaban.Liam, su padre, les había explicado de forma detallada lo que estaba ocurriendo con Lucas antes de tomar un vuelo hacia Estados Unidos junto con Harry para visitar a su hermano Noah.El chico estaba pasando por una especie de celo y por lo visto no era el primero, la edad que tenía el menor no era como para que eso pasase por primera vez, una idea loca pasó por sus cabezas y lo conversaron entre ellos, pero descartaron esa idea. Debía de esperar que las cosas estuviesen calmadas y después reaccionarían.El celo podía durar un día o dos a lo mucho sino era tratado sexualmente. Eso era algo que am
Los efectos de su celo estaban pasando, ya todos sus sentidos estaban bien por lo que ya podía distinguir mejor todo lo que había a su alrededor. No se había movido de su lugar, ni aun cuando un plato de comida fue colocado frente a él.Se preguntaba cómo era que los gemelos tenían tantas energías a esa hora de la madrugada cuando su castigo finalizó. James se mantuvo en la misma posición en la que estaba, descansando sus pies encima de la mesita en el centro de la sala.Lucas sabía que después de ese castigo trataría de hacer las cosas bien y si quería darse placer debía de esperar o llamar a los gemelos. Tenía más de dos horas en la misma posición y su cuerpo necesitaba una cama para caer de bruces contra el suelo. Un mes completo había pasado desde que los gemelos habían decidido hacer aún lado a Lucas. Ya no había nada que hacer. Se mantenía al margen de todos en la escuela y más aún después de que su padre había logrado su cometido. No había nada más que hacer, su vientre se notaba cada día más.Era inevitable no pensar que su embarazo sería súper corto, por lo que trataba de mantenerlo en secreto mientras terminaba los últimos días en la escuela. Su estado de ánimo estaba por los suelos, temía que algo malo le pasara a su hijo.Ya algunos estudiantes lo veían raro cuando salía del aula para vomitar. Tenía su cabeza apoyada contra la mesa jugando con la comida que daban en el lugar. Los chicos e incluso su hermano estCapítulo 17.