Lucas estaba sentado en una de las sillas de tomar sol, viendo a sus hermanos jugar en el agua. No es que deseara entrar y zambullirse, pero tenía miedo de que sus amigos y la familia de ellos al ver su cola.
La comida no habría sido tan incómoda si alguno de los gemelos hubiesen dejado de mirarlo de la forma en la que hacían desde que llegó. Cada uno de sus movimientos había sido vigilado por cada uno de ellos, desde que inició a comer, hasta que terminó el último bocado.
Era realmente incomodo que siempre alguien lo mirase cada vez que hacía algo en la mesa, pensaba que se habían dado cuenta de la cola que estaba en una de sus piernas.
Nanya había insistido en que fuese a meterse con ellos a la piscina pero él se negó
Una de las manos fue a parar directamente al cabello de James, en el mismo instante que uno de sus pequeños colmillos rozó la cena principal de su miembro, enviándole descargas de placer por todo el cuerpo.Movió sus caderas al contrario de las auto-embestidas que James le daba a su boca. Echó la cabeza hacia atrás gimiendo, sin importar que alguien estuviese del otro lado de la puerta escuchándolos. Se tapó la boca con la mano libre y cerró los ojos con fuerza, su cuerpo se sentía tan tenso que pensó que en cualquier momento explotaría en la boca de James.En cambio James seguía dándole placer al chico, sabía que éste se estaba conteniendo demás al tratar de que su orgasmo se aplazara. Aceleró los movimientos con su cabeza y con s
Después de esa mordida en sus cuellos, el chico no había vuelto a despertar por lo que ambos optaron por dormir con él, mientras las cosas pasaban.Liam, su padre, les había explicado de forma detallada lo que estaba ocurriendo con Lucas antes de tomar un vuelo hacia Estados Unidos junto con Harry para visitar a su hermano Noah.El chico estaba pasando por una especie de celo y por lo visto no era el primero, la edad que tenía el menor no era como para que eso pasase por primera vez, una idea loca pasó por sus cabezas y lo conversaron entre ellos, pero descartaron esa idea. Debía de esperar que las cosas estuviesen calmadas y después reaccionarían.El celo podía durar un día o dos a lo mucho sino era tratado sexualmente. Eso era algo que am
Los efectos de su celo estaban pasando, ya todos sus sentidos estaban bien por lo que ya podía distinguir mejor todo lo que había a su alrededor. No se había movido de su lugar, ni aun cuando un plato de comida fue colocado frente a él.Se preguntaba cómo era que los gemelos tenían tantas energías a esa hora de la madrugada cuando su castigo finalizó. James se mantuvo en la misma posición en la que estaba, descansando sus pies encima de la mesita en el centro de la sala.Lucas sabía que después de ese castigo trataría de hacer las cosas bien y si quería darse placer debía de esperar o llamar a los gemelos. Tenía más de dos horas en la misma posición y su cuerpo necesitaba una cama para caer de bruces contra el suelo. Un mes completo había pasado desde que los gemelos habían decidido hacer aún lado a Lucas. Ya no había nada que hacer. Se mantenía al margen de todos en la escuela y más aún después de que su padre había logrado su cometido. No había nada más que hacer, su vientre se notaba cada día más.Era inevitable no pensar que su embarazo sería súper corto, por lo que trataba de mantenerlo en secreto mientras terminaba los últimos días en la escuela. Su estado de ánimo estaba por los suelos, temía que algo malo le pasara a su hijo.Ya algunos estudiantes lo veían raro cuando salía del aula para vomitar. Tenía su cabeza apoyada contra la mesa jugando con la comida que daban en el lugar. Los chicos e incluso su hermano estCapítulo 17.
Lucas se despidió de sus hermanos con una sonrisa triste y entró al vestíbulo del edificio. No tuvo que ir hacia la recepcionista para que le permitiera el paso al lugar. Estaba realmente nervioso porque su padre estaría sobre él en poco tiempo. Les rogaba a los dioses que no se enteraran de donde estaba viviendo a partir de ese día.Debía de agradecerle a Edward en un futuro, si volvían a encontrarse por darle esa llave sin que se diera cuenta, ahora que estaba de prófugo podría estar más tranquilo por un tiempo. Todo en el departamento era diferente.Algunos muebles fueron reemplazados por unos un poco hogareños, también la cocina estaba diferente en todos los sentidos de la palabra y más aún con las nuevas losas del lugar. Muchas cosas pasaron en esos meses que Lucas se había quedado a vivir en casa de los Jackson-Hamilton.Los gemelos llevaban más de tres meses fuera del país, por lo que no se había topado con ellos. Sus hermanos, estaban viviendo en una pequeña casa que pudieron comprar, gracias al dinero que su madre les dejó antes de morir, y también el que su padre invirtió en un paraíso fiscal.Su padre, fue encontrado muerto al día siguiente que Lucas huyó como alma que lleva el diablo, esa misma noche los compradores decidieron contársela y matarlo.Liam en poco tiempo descubrió donde estaba el laboratorio donde se llevarían a cabo los experimentos y lo destruyó con todos dentro del lugar. Ya esa parte era una historia que Capítulo 19.
El tiempo que los gemelos pasaron fuera del país resolviendo algunas cosas que les hacía falta para poner en orden su mandato.El contacto con sus padres era casi nulo, por lo que cada día deseaban que todo acabase y volver a Londres con ellos. El dinero que le habían prometido a Lucas seguía llegado sin ningún problema, a decir verdad, no era algo complicado el darle al chico algo que ellos mismos habían prometido mientras su trato siguiera en pie.Liam, su padre, no les comentó absolutamente nada sobre que el padre del chico había sido asesinado unas semanas después de que ellos habían saldo del país, y con eso, el laboratorio había sido destruido con todo los proveedores que deseaban capturar a los chicos que alguna vez fueron sus experimentos.
Tocó la cama buscando a alguno de sus hijos y lo único que pudo sentir fue el frío de la cama. Frunció el ceño y se puso de pie de golpe, no veía a ninguno de los dos por ningún sitio. La habitación estaba tan silenciosa que hasta miedo le dio.El lugar estaba como si nunca hubiese estado alguien allí dentro, a parte de él. Se preguntó así mismo cuánto había dormido. Fue al baño e hizo sus necesidades como siempre. Se arregló el camisón saliendo de habitación, su cola sobresalía de la prenda, ya que la movía de un lado a otro. No escuchaba absolutamente nada en toda la casa. Se rascó la nuca y murmuró unas cuantas cosas, no entendía que estaba pasando.— Lucas —llamó James detrá